15 de febrero de 2019 | La Sierra, California, Estados Unidos | Darla Martin Tucker, Universidad La Sierra y Adventist Review

Cuando los arqueólogos adventistas excavaron por primera vez en el suelo arenoso de la región central de Jordania, en 1968, su objetivo era el encontrar evidencias acerca de la antigua población de Heshbon, mencionada en el Antiguo Testamento, la cual está relacionada con el Éxodo y la conquista israelitas.

En busca de verificación de la narrativa bíblica, los arqueólogos involuntariamente asentaron la base de una odisea en Jordania, que ha durado más de 50 años y que durante los mismos se ha convertido en ejemplo de la metamorfosis sufrida en arqueología bíblica y de sus mejores prácticas.

Básicamente, su labor ha abarcado tres sitios  — Tall Hisban, Tall al-’Umayri, and Tall Jalul — los cuales, en conjunto, se han llegado a conocer colectivamente como el Proyecto Madaba Plains, centrado en dos instituciones adventistas en los Estados Unidos, la Universidad La Sierra, en California y la Universidad Andrews, en Míchigan.

Estos sitios arqueológicos han revelado información sustantiva acerca de las antiguas civilizaciones en esa región y han contribuido mucho a la herencia cultural de la región central de Jordania.

Durante el Décimo Fin de Semana Anual sobre Descubrimiento Arqueológico, en la Universidad La Sierra, el profesor de antropología, Østein LaBianca, de la Universidad Andrews, ofrece su presentación sobre las excavaciones en el sitio Hisban, en Jordania, la primera de tres excavaciones que llegaron a ser conocidas como el Proyecto Madaba Plains. Imagen cortesía de  Noticias de la Universidad La Sierra

[/caption]Recientemente, los arqueólogos fundadores y sus colegas, estudiantes, equipo de excavadores voluntarios y patrocinadores, celebraron el medio centenario de sus trabajos durante el Décimo Fin de Semana Anual sobre Descubrimiento Arqueológico en la Universidad La Sierra. El tema de este evento fue: “Reinventando la Arqueología Bíblica: Resultados después de 50 Años de Excavación en el Centro de Jordania”.

Organizado por el Centro de Arqueología del Oriente Cercano de la universidad, este fin de semana dedicado a la arqueología fue celebrado del 10 al 11 de noviembre de 2018 y representó la culminación de celebraciones llevadas a cabo anteriormente durante ese año tanto en la Universidad Andrews, en Míchigan, como en las Escuelas Americanas de Investigación sobre Oriente (ASOR, por sus siglas en inglés), en Boston, en la Universidad Walla Walla en el estado de Washington y durante una gira arqueológica en el mes de julio a Israel y Jordania.

Las excavaciones en Tall Hisban, Tall al-’Umayri y Tall Jalul, se iniciaron respectivamente en 1968, 1984 y 1992, y a través de los años han atraído a más 2,200 arqueólogos, estudiantes y voluntarios en 56 temporadas de excavación colectiva. Los equipos arqueológicos han desenterrado restos de importantes asentamientos pertenecientes a la edad de bronce y a la edad de hierro; templos; un sistema masivo de defensa; enormes presas y sistemas de irrigación; evidencias de los reinos amonitas y moabitas mencionados en la Biblia y numerosos artefactos de tiempos posteriores.

Arqueología reinventada

“En mi opinión, la tarea de reinvención de la arqueología bíblica es desarrollar una visión más inclusiva del pasado y ver cómo eso puede contribuir a nuestra comprensión de los tiempos antiguos”, dijo el profesor de antropología de la Universidad Andrews, Østein LaBianca.

 

Asistente al Décimo Fin de Semana Anual de Descubrimiento sobre Arqueología en Universidad La Sierra observa una exposición de artefactos antiguos en el Centro de Arqueología del Oriente Próximo. El fin de semana de arqueología se celebró del 10 al 11 de noviembre de 2018. Imagen por Noticias de la Universidad La Sierra

 

La reivindicación de la arqueología bíblica ha significado también cambios en la forma en que se planifican y llevan a cabo las excavaciones. En décadas pasadas, las excavaciones se organizaban a manera de expediciones militares, con todos los suministros provistos desde el extranjero y con muy limitada interacción con la comunidad, dijo el profesor LaBianca. En  Hisban, el primer sitio de excavación, los arqueólogos han revertido este enfoque y han trabajado en sociedad con la comunidad local para preservar y presentar el sitio.

“El camino a seguir en arqueología en esta parte del mundo, es lo que yo llamo ‘arqueología comunitaria’”, dijo el profesor LaBianca. “No estamos solamente contando la historia que nos interesa a nosotros. Estamos realmente contando una historia global histórica. Es una historia inclusiva que incluye la historia de la gente local que vive ahí en la actualidad”.

Un futuro frágil

Bill Dever, un ex estudiante de teología y pastor, convertido en notable arqueólogo, estudió con el renombrado arqueólogo bíblico y experto en cerámica y alfarería, G. Ernest Wright. Bill Dever se especializa en historia bíblica de Israel y del Oriente Próximo y ha vivido y excavado en Israel y en el Oriente Medio durante décadas. Ha conocido durante muchos años a los organizadores del Proyecto Madaba Plains al conducir éstos excavaciones vecinas en Jordania y, en algunas ocasiones, se han incluido a estudiantes de Bill Dever en tales excavaciones.

El arqueólogo Dever describió la práctica, evolución y desafíos actuales de la arqueología y de las becas y educación arqueológicas en Israel, en comparación con la concepción estadounidense de arqueología y habló acerca de las contribuciones significativas del liderazgo y de los equipos involucrados en el Proyecto Madaba Plains. “Al principio de la década de los 1970, el Proyecto Madaba Plains estaba comenzando a hacer lo que digo que debemos estar haciendo, y esa es la razón por la que he apoyado desde tan tempranos años ese proyecto”, dijo.

Los programas arqueológicos en las principales universidades de los Estados Unidos se están secando, de acuerdo con el arqueólogo Dever, con solamente tres instituciones activas, dos dentro del sistema de la Universidad de California y una en Chicago. “Deseo presumir de ustedes”, les dijo a los arqueólogos del Proyecto Madaba Plains, quienes son predominantemente adventistas del séptimo día y su base radica en programas adventistas de arqueología. “Ustedes hacen y han estado haciendo algo que nadie más parece poder imaginar: Ustedes crean trabajos para sus jóvenes. Ustedes los envían y ustedes los traen de vuelta. Ahí es donde está el futuro y solamente ahí”.

Más tarde hizo notar que el futuro de la arqueología bíblica descansa sobre la comunidad evangélica. Bill Dever, quien ha escrito numerosos libros, dice que desea escribir uno más con un enfoque en la maduración de la arqueología bíblica después de 150 años de labor. “No se trata de si se va a usar la Biblia, sino de cómo usarla en forma crítica”, dijo.

En Madaba, “ustedes lo han estado haciendo bien todo el tiempo”, dijo Bill”. “La arqueología bíblica es una pequeña pero importante parte de la arqueología del levante sur.… Para la mayoría de nosotros, eso significa todavía la conexión con la Biblia”.

Un modelo para la arqueología

Una discusión panel el sábado de tarde, con destacados arqueólogos, se centró en las contribuciones de las excavaciones del Proyecto Madaba Plains al campo de la arqueología bíblica.

“El Proyecto Madaba Plains es el proyecto arqueológico americano que ha estado durante más tiempo llevándose a cabo continuamente en el Oriente Medio”, dijo Bill Dever. “Es y probablemente ha sido, el proyecto mejor equipado en este campo”.

La presidenta de ASOR, Susan Ackerman, elogió a los arqueólogos adventistas por su habilidad de cambiar el diseño y curso de sus investigaciones durante las etapas iniciales de lo que llegaría a ser el Proyecto Madaba Plains.

Beth Alpert Nakhai, de la Universidad de Arizona, hizo notar cinco logros principales en relación con las excavaciones en Madaba y sus arqueólogos, eruditos, y equipos de excavación, incluyendo su incorporación de datos y teoría, contribuciones a las comunidades locales y el entrenamiento de futuras generaciones de arqueólogos bíblicos.

“Veo realmente el Proyecto Madaba Plains como un modelo de lo que debe ser la arqueología”, dijo Andy Vaughn, director ejecutivo de ASOR. Una compartida herencia cultural puede unir a personas de diferentes razas y religiones, dijo, y puede servir como un modelo para los Estados Unidos.

“Pienso que esta es una forma en que ustedes están transformando el mundo. Como dirigente de ASOR, deseo agradecer a ustedes por esa labor y por mostrarnos un modelo sobre cómo continuar procediendo en los años venideros”.

La  versión original de esta historia apareció en el sitio de noticias de la Universidad La Sierra.

Traducción – Gloria A Castrejón

 

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