10 de septiembre de 2019 | Berrien Springs, Míchigan, Estados Unidos | Kimberly Luste Maran, División Norteamericana, y Adventist Review
El salón de cultos del Seminario Teológico Adventista en el campus de la Universidad Andrews en Berrien Springs, Míchigan, Estados Unidos, estuvo repleto durante la tarde y noche del 4 de septiembre de 2019, el primer día de la Cumbre Contra el Abuso enditnow 2019 de la División Norteamericana. Es la tercera cumbre de la división, que se transmitió durante dos días en inglés y español, y la primera en ser llevada a cabo en un campus universitario.
La cumbre de dos días fue organizada para dar a los pastores, los estudiantes de teología, los docentes, los voluntarios, el personal de la iglesia y los miembros las herramientas y el conocimiento para ayudar a poner fin al abuso dentro de su esfera de influencia. La cumbre contó con diversos expertos, desde líderes de la iglesia, administradores, defensores profesionales, educadores y mujeres que compartieron sus historias de abuso.
Un tema sobrio y serio
“Este es un tema muy sobrio y serio que enfrenta nuestra sociedad y nuestra iglesia”, dijo G. Alexander Bryant, secretario ejecutivo de la División Norteamericana, durante una introducción a la cumbre. “Es mi oración que ustedes salgan de esta cumbre más equipados, informados y motivados de hacer frente al abuso en su esfera de influencia: donde trabajan donde socializan y aun donde realizan los cultos”.
Además de la audiencia en vivo que se reunió ambos días en la capilla, según Jamie Domm, estratega de medios digitales de la División Norteamericana, más de 3600 personas se registraron para seguir el programa en vivo en Facebook durante ambos días. En promedio, más de quinientos siguieron continuamente el programa en vivo por Internet a través de Facebook.
Antes de que los expertos de la cumbre se abrieran paso a la plataforma, Ivan Williams, director de la Asociación Ministerial de la División Norteamericana, dio la bienvenida a la audiencia, y audiencias en el lugar y en línea participaron de una encuesta sobre el abuso. Durante ambos días, los disertantes (después de presentar sus temas), abogados, pastores y representantes de Adventist Risk Management estuvieron disponibles para responder preguntas generadas en Twitter y Facebook.
“¿Por qué enfrentar este tema es pertinente para la iglesia?” preguntó la primera disertante René Drumm, quien entonces compartió la segunda parte de las palabras de Jesús en Juan 10:10: “Vivir una vida de abuso no es vivir una vida abundante […]. Una persona ya es demasiado”.
Temas que se cubrieron
Los temas que se cubrieron durante el primer día de la Cumbre Sobre el Abuso incluyeron: “Abuso relacional y violencia en la Iglesia Adventista”, Drumm, profesora de trabajo social; “Abuso espiritual: Pongámosle fin ahora”, David Sedlacek, profesor de Ministerios de Familia y Discipulado; “Las víctimas silenciosas de la violencia doméstica”, Rubén Muriente, coordinador de actividades externas del Centro de Justicia Familiar (Tennessee); “Abuso entre iguales: prevalencia, protección y prevención”, Mindy Salyers, educadora, consejera, especialista en prevención del bullying; “Pornografía y violencia”, Stanley Stevenson, director regional de servicios sociales, Ministerio de Salud de Mississippi; “El doble abuso y sus consecuencias”, Sarah McDugal, entrenadora de recuperación del abuso; y “El centro del abuso”, con el coordinador de la Iniciativa Salmo 82.
Las presentaciones del segundo día fueron en español.
Nicole Crosier Parker, una persona que siguió el programa en Facebook, compartió su aprecio por la cumbre por medio del comentario: “Esto. Fue. Maravilloso”, escribió Parker. “Gracias a todos los maravillosos disertantes, y todos los demás le han dedicado tanto trabajo a esto. ¡Así es como se produce el cambio!”
Después que concluyeron las transmisiones en vivo, otra vez por primera vez, los disertantes y los asistentes fueron invitados a una comida con una sesión de preguntas y respuestas. Allí, los miembros de la audiencia formularon preguntas al panel de disertantes y escucharon sobre situaciones y soluciones de la vida real.
La primera presentadora, René Drumm, que ha estado llevando a cabo investigaciones sobre violencia doméstica y violencia íntima en la pareja en la iglesia durante décadas, dijo que cree que la Iglesia Adventista ocupa un lugar único para convertirse en un líder mundial en el área de respuesta y prevención del abuso.
“El primer estudio a comienzos de la década de 2000 mostró que nuestros índices de violencia en la pareja están más o menos a la par con las estadísticas nacionales de Estados Unidos”, dijo Drumm. “El segundo estudio efectuó una mirada en profundidad a las víctimas y los supervivientes adventistas de la violencia de pareja, lo que captó mi corazón y energía. El dolor de las historias de los supervivientes nos convenció que la necesidad más apremiante era la de capacitar a los pastores para que sepan cómo responder a las revelaciones de abuso. A partir de allí, el Señor abrió las puertas para que nuestro equipo de investigación capacitara a los pastores de nuestra región (por entonces la Asociación de Georgia-Cumberland) sobre cómo responder al abuso. Desarrollamos una capacitación de cuatro horas que ordenó la asociación para todos los pastores, con resultados maravillosos y duraderos”.
Drumm concluyó: “Debido a que un número significativo de personas en nuestra iglesia están sufriendo de esta aflicción silenciosa, necesitamos actuar. Tenemos los datos, sabemos lo que se necesita hacer y tenemos un camino probado que lleva a mejoras”.
Erradicar el abuso
Otro disertante, Rubén Muriente, dijo que participaba de la cumbre porque quiere equipar a la Iglesia Adventista con los mejores recursos y la mejor educación y concientización disponibles para luchar de frente contra el abuso. Muriente, que coordina las actividades externas del Centro de Justicia Familiar en Tennessee, habló ambos días de la cumbre, un día en inglés y otro en español.
“Mi objetivo es erradicar el abuso en nuestra iglesia”, dijo Muriente. “En la cumbre, estaré disertando sobre los efectos del abuso sobre los niños que son testigos del abuso. Quiero que la audiencia comprenda que los niños necesitan nuestra ayuda y apoyo”.
La responsabilidad de crear iglesias seguras
David Sedlacek, que es profesor en la Universidad Andrews, dijo que “como superviviente de abuso espiritual y emocional, estoy convencido de que la Iglesia Adventista tiene la responsabilidad de crear iglesias seguras no solo para nuestros miembros sino también para las comunidades que nos rodean”.
Sedlacek cree que la Cumbre Contra el Abuso enditnow de la División Norteamericana ha brindado información, testimonios y estrategias para ayudar a hacer frente al abuso y la violencia de todo tipo. “Ayudará a que nuestra iglesia avance. Es un elemento fundamental de la misión de sanación de la iglesia que tiene la iglesia, mientras aguarda la segunda venida de Cristo”, expresó.
Hay que tomar en serio el abuso
“La Cumbre Sobre el Abuso enditnow es fundamental para la Iglesia Adventista, porque ya ha pasado suficiente tiempo como para que nosotros tomemos en serio el tema del abuso”, expresó Sarah McDugal. “Llevamos un mandato del evangelio de representar con exactitud el carácter amante de Dios a los que están heridos y se sienten vulnerables. Tratar de manera apropiada con el abuso y los abusadores es un imperativo de la evangelización, porque las situaciones de abuso que se enfrentan de manera inadecuada son uno de los mayores factores para que los jóvenes dejen la iglesia. ¿Cómo podemos esperar que nuestros jóvenes se queden, cuando demasiado a menudo ven que los líderes representan de manera errónea el carácter de Dios cuando protegen a los abusadores y dejan de lado a las víctimas?”
McDugal espera que la audiencia salga de la cumbre con una conciencia que induzca a la sanación, al darse cuenta de que en la iglesia hay personas que se interesan en contrarrestar el abuso; que sientan un mayor sentido de libertad para hablar sobre su dolor y encontrar apoyo, y una conexión con las herramientas prácticas que se necesitan usar para aumentar la educación sobre temas de abusos.
Aunque muchos de la administración y el liderazgo de la División Norteamericana han apoyado la cumbre de muchísimas maneras (desde la organización hasta la planificación y la presentación) dos de ellos también tuvieron a su cargo presentaciones en el evento de este año, durante la transmisión en español.
Gerry López, director asociado de Ministerios de Niños de la División Norteamericana, dijo que “es tiempo de que nuestra iglesia hable e informe sobre estos temas, de que se refiera a ellos abiertamente. Necesitamos educar a nuestros líderes y miembros y hacer que sean conscientes de que este es un problema real que existe en nuestra iglesia. Tenemos que educar a todos para que podamos saber cómo identificar el problema y ayudar a las víctimas”.
López disertó sobre el acoso conocido como bullying, con la esperanza de que los que seguían el programa obtengan una mejor comprensión no solo sobre lo que es el bullying y sobre cómo prevenirlo, sino también para que ayuden a los niños a hacerle frente. “Como pastores, maestros de Escuela Sabática, líderes del ministerio de niños, maestros de escuela y padres, tenemos que ser esas personas a las que las víctimas del bullying puedan dirigirse en busca de ayuda y protección. La única manera en que esto se producirá es que ellos confíen lo suficiente como para venir hasta nosotros; la única manera en que podemos ayudar es que estemos informados para saber qué hacer”.
“Hablé de la relación entre los consumidores de pornografía y el abuso íntimo en la pareja”, contó Claudio Consuegra, director de Ministerios de Familia de la División Norteamericana. “Esperamos arrojar algo más de luz sobre el problema creciente con la pornografía en nuestras iglesias y comunidades”, expresó.
La versión original de este informe fue publicado en el sitio de noticiasde la División Norteamericana.
Traducción de Marcos Paseggi