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En sociedad con Servicios Comunitarios Adventistas (ACS) de la División Norteamericana (NAD), la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA), el brazo humanitario global de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, ha aportado fondos para expandir los servicios de más de doscientos bancos de alimentos en los Estados Unidos.

El proyecto de tres meses de duración, que representa una inversión de US$150 mil, ayudará a suplir la creciente demanda de alimentos que tienen las familias y los individuos que más se han visto afectados por los despidos masivos causados por la pandemia del coronavirus, y las personas que han perdido sus hogares. Las operaciones de asistencia alimentaria se llevarán a cabo en los bancos de alimentos de propiedad de ACS, en las comunidades que han quedado vulnerables.

ADRA está distribuyendo esta ayuda alimentaria mediante ACS a 25 bancos de alimentos en operación en diversas partes de Estados Unidos.

“En muchas comunidades, las familias están luchando para acceder a los alimentos y otros servicios básicos que les permitan cuidar de sus familias. Esto le está causando estrés adicional a muchas personas que ya están enfrentando serios desafíos como resultado de la pandemia del COVID-19, lo que incluye la pérdida de trabajo y la falta de fondos”, dijo G. Alexander Bryant, secretario ejecutivo de la NAD. “Esperamos que por medio de esta iniciativa, nuestros bancos de alimentos se conviertan en un refugio para las familias y los individuos que necesitan apoyo pero también amor y esperanza”.

Esta asistencia es parte de un paquete mayor de ayuda durante el COVID-19 que alcanza los US$2,4 millones, y que incluye equipos de protección personal (PPE) e insumos médicos, valuados por US$2.3 millones, que serán entregados a instalaciones de salud de diez estados.

“En medio de esta crisis de salud, tenemos que recordar que en el presente, casi cuarenta millones de personas en los Estados Unidos se encuentran sin trabajo y están haciendo lo mejor que pueden para alimentar a sus familias”, dijo Michael Kruger, presidente de ADRA. “Esperamos que al trabajar conjuntamente con la Iglesia Adventista, podamos alcanzar a los que sufren mayores riesgos y marcar una diferencia en la vida de muchas personas”.

Sung Kwon, director ejecutivo de ACS en la NAD, dijo que esa iniciativa tan esencial de participación comunitaria fue hecha posible mediante una colaboración mutua entre ACS y ADRA Internacional.

“Nos sentimos agradecidos por asociarnos para la misión con la agencia ADRA Internacional, al apoyar los esfuerzos alimentarios en los centros locales de ACS y en las comunidades de diversas partes de Estados Unidos”, dijo Kwon.

ADRA ha estado respondiendo globalmente a la pandemia del COVID-19 en más de setenta países, lo que incluye a Estados Unidos, para ayudar a más de dos millones de familias que se han visto muy afectadas por la crisis de salud provocada por el novel coronavirus, dijeron los líderes de la organización. Los equipos de respuesta de ADRA están brindando una gama de ayuda humanitaria que varía de país en país. Esto incluye la distribución de desinfectantes de manos, alimentos, cupones, máscaras y capacitación sobre medidas higiénicas.

La versión original de esta noticia fue publicada por la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales.

Traducción de Marcos Paseggi

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