Tan pronto como las lluvias torrenciales azotaron el noroeste de El Salvador, causando aludes que destruyeron todo a su paso en Nejapa el 30 de octubre pasado, los jóvenes adventistas de los Clubes de Conquistadores locales se movilizaron rápidamente para recolectar alimentos y bienes para ayudar a las familias afectadas.
Las autoridades locales informaron que nueve personas perdieron la vida, otras decenas están desaparecidas, treinta casas fueron enterradas, y más de 130 hogares sufrieron daños, dejando decenas de desplazados.
“El flujo de escombros creció debido a todo el material que estaba siendo arrastrado hacia abajo”, declaró Fernando López del Ministerio de Medio Ambiente. “Los escombros descendían a tal velocidad que generó un atasco, lo que causó que se desbordara hacia el resto del sistema natural de drenaje”.Horas después de los aludes, cientos de jóvenes, la mayoría de Clubes de Conquistadores de la zona, comenzaron a preparar bolsas de alimentos, prendas de vestir y ayudaron a preparar comidas que llevar a decenas de familias. Otros jóvenes de las zonas metropolitanas y centrales del país comenzaron a reunir alimentos que dedicar a los equipos de rescate que comenzaron a remover los escombros en las áreas más afectadas de Nejapa, dijeron los líderes de la iglesia.
Tan pronto como la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales de El Salvador logró responder al día siguiente, comenzaron los esfuerzos asistenciales, y decenas de jóvenes adventistas se sumaron para brindar ayuda adicional a decenas de familias desplazadas de Nejapa.
Juan Pablo Ventura, director de ADRA en El Salvador, dijo que se distribuyeron 105 paquetes de prendas de vestir nuevas para mujeres, hombres y niños, además de mantas. Además, se distribuyeron cuatrocientos desayunos y agua embotellada entre los voluntarios de la Cruz Roja Nacional, equipos adicionales de rescate, voluntarios, además del personal que supervisó a las familias alojadas en los refugios. Se distribuyeron más de cuatrocientas raciones a los trabajadores, los voluntarios, los niños, los agentes de policía y personal militar en los sitios de remoción de escombros. Se distribuyeron también cuarenta palés de agua en refugios de Nejapa, según Ventura.“ADRA también logró distribuir trescientas máscaras en los refugios para los voluntarios y obreros, para ayudarlos a prevenir la diseminación del COVID-19 durante los esfuerzos asistenciales”, dijo Ventura.
Fue bueno ver a los jóvenes otra vez en acción, dijo el pastor Luis Aguillón, director de ministerios jóvenes de la Iglesia Adventista en El Salvador. “En nuestro país, los jóvenes están bien organizados no solo para esparcir el evangelio sino también para servir en la comunidad, ayudando en cualquier tipo de emergencia con indicaciones especiales del director de ADRA y las autoridades administrativas de la Iglesia Adventista aquí”, dijo Aguillón. “Son bien reconocidos como voluntarios en servicio a Dios y a la humanidad en El Salvador”.
Para saber más sobre la Iglesia Adventista en El Salvador, visite unionsalvadorenaadventistaTraducción de Marcos Paseggi