Marie Pflugrad, docente adventista jubilada y terapeuta de desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (EMDR). Pflugrad siente pasión por mantener seguros a los niños. [Fotografía: Outlook de la Unión Asociación del Centro de los Estados Unidos]

Marie Pflugrad ha experimentado situaciones traumáticas, angustias y depresión. Después de episodios de ansiedad y depresión, buscó conseguir la certificación como terapeuta de desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (EMDR). La terapia de EMDR ayuda a tratar individuos que sufren síndrome de estrés postraumático. Mediante la terapia de EMDR, los recuerdos reprimidos de Pflugrad salieron a la luz, lo que le permitió trabajar sobre ellos y hallar esperanza.

Le permitió sanar, perdonar y seguir adelante. Y a su vez sintió el llamado de transformar ese dolor en un ministerio.

Marie, que es esposa de pastor y maestra jubilada y creció en las montañas de Colorado, Estados Unidos, ha estado en una travesía de sanación y recuperación, lo que la inspiró a escribir una biografía. Al terminarla, sintió el llamado de escribir un libro para niños, para ayudarlos a reconocer que tienen los medios para protegerse a sí mismos, de que tienen voz. El libro crea mayor conciencia sobre la epidemia del abuso sexual infantil, y tiene por propósito servir de herramienta de prevención.

Pflugrad dice: “La vergüenza que está conectada a un niño que confía en alguien y es llevado a hacer o a permitir que otro les haga algo regresa sobre él. Los niños suelen sentir culpa. Sienten que fue su culpa, de que ellos hicieron que les pasara esa cosa mala. Es por ello que no hablan. Los niños necesitan saber que está bien escuchar las señales de advertencia que suenan en sus mentes; tienen que aprender a confiar en que no todas las cosas que despiertan su curiosidad son buenas para ello, sino que, en efecto, pueden resultar perjudiciales”.

Aunque se les suele enseñar a tomar precauciones con los extraños, y la mayoría de los niños saben qué hacer en caso de que un extraño trate de llevárselos, no hay mucha conciencia sobre los abusos que se producen en manos de los conocidos. El objetivo de Pflugrad es hacer que su libro esté disponible para todas las personas y organizaciones que de alguna manera pasan tiempo con los niños. Quiere que los niños aprendan las señales de alarma y escuchen su voz interior.

El COVID-19 y el abuso infantil

El COVID-19 ha cerrado muchos lugares del mundo. Debido a la necesidad, la desesperación y la incapacidad de ir a las escuelas o a guarderías confiables, los niños son dejados en lugares que los padres no usarían normalmente. Hay preocupaciones sobre el aumento de casos reportados de abuso durante la pandemia, lo que vuelve muy oportuna la publicación de este libro.

“Aunque el acoso de los niños no es nada nuevo, está llegando al punto de que la concientización y la acción tienen que encontrarse. Hay que dar pasos precavidos para proteger a nuestros niños, para que no tengan que pasar por lo que yo pasé”, dice Pflugrad.

Su objetivo no es hacer que los niños se vuelvan desconfiados o comiencen a sospechar sin fundamento. No obstante, los padres necesitan hacer preguntas más específicas cuando dejan a sus hijos al cuidado de otra persona.

“El diablo sabe cómo tratar de destruir las vidas de los niños, y eso es lo que me impulsó a escribir estos dos libros”, dice Pflugrad. “En primer lugar, necesitaba llegar a la raíz de mis propias cuestiones y hallar sanación del trauma reprimido que tuve que enfrentar por el abuso sexual que sufrí de niña. Entonces, como educadora, mi deseo de traer esta epidemia a la superficie motivó el libro para niños You Have a Voice [Tú tienes voz], que puede ser visto como acompañante del primero”.

A Pflugrad se le pidió que fuera partet de la Exposición Ministerial 2020 durante la Convención para Familias Pastorales CALLED de la División Norteamericanana, y que exhibiera su libro hace unos meses en Lexington. Debido al COVID-19, la Convención CALLED fue pospuesta, y lo mismo sucedió con otras convenciones para educadores en las que había esperado participar. Su libro estará disponible en librerías adventistas y en Advent Source en un futuro cercano.

Pflugrad siente pasión por compartir su mensaje de esperanza. “Mi vacío de Dios ha sido llenado. Ahora soy plena en Dios”, expresó.

La versión original de esta noticia fue publicada en la revista Outlook, de la Unión Asociación del Centro de los Estados Unidos.

Traducción de Marcos Paseggi

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