14 de enero de 2021 | Loma Linda, California, Estados Unidos | Carlos Fayard, PhD, para Noticias de la División Interamericana
La primera parte de este artículo fue publicada el 14 de enero de 2021 AQUÍ Lo que sigue es la continuación de ese artículo.
La Organización Mundial de la Salud (1) recomienda estrategias claras que hay que tener en cuenta cuando nosotros, como iglesia, procuramos comunicarnos con nuestros propios miembros y comunidades. Por ejemplo, los pastores y otros líderes pueden incluir algo de esta información en sus sermones y seminarios web.
Vayamos ahora a lo que usted puede considerar como individuo para hacer frente a algunas de las preocupaciones que se desprenden de la fatiga por la pandemia. El doctor Slovic recomienda lo siguiente:
Usted puede disminuir el impacto del entumecimiento psíquico si se vuelve consciente de cómo responder cuando escucha una estadística o se le muestran imágenes en la televisión sobre la pandemia. Si siente que eso lo torna un tanto indiferente, imagine lo que debe ser estar en los zapatos de una persona representada en la estadística o imagen. La persona tiene nombre, una familia y una historia.
Una respuesta cristiana
Es interesante notar que al enfrentar a grandes números de personas necesitadas, la respuesta de Jesús fue lo opuesta al entumecimiento psíquico. El evangelio de Mateo (9:35, 36) describe que “Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, predicando el evangelio del Reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Al ver las multitudes tuvo compasión de ellas, porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor”.
Jesús no se sentía invadido por un falso sentido de ineficacia, dado los números y el tamaño de las necesidades. El evangelio de Mateo (18: 10-13) cita directamente las palabras de Cristo: “Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos, porque el Hijo del hombre ha venido para salvar lo que se había perdido. ¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se descarría una de ellas, ¿no deja las noventa y nueve y va por los montes a buscar la que se ha descarriado? Y si acontece que la encuentra, de cierto os digo que se regocija más por aquélla que por las noventa y nueve que no se descarriaron”.
Cristo no se encontraba bajo el impacto del efecto de prominencia. Por el contrario, el evangelio de Mateo (20: 28) declara que “vino […] para servir y para dar su vida en rescate por todos”.
Como cristiano, estoy seguro de que en sus mejores días, usted quiere ser como Jesús. Ser como Jesús va más allá de la pregunta “¿qué haría Jesús?” Ser como Jesús significa que nuestra conducta está motivada por la compasión. El mundo secular reconoce la importancia de la motivación bajo nuestra crisis global. Como seguidores de Jesús, la compasión, que es moverse a la acción cuando vemos sufrimiento, es un fruto de la presencia del Espíritu en nuestra vida. Usted también puede hallar motivación de hacer frente a la fatiga por la pandemia en su vida y en la de los que lo rodean y responder teniendo en cuenta algunas de las ideas compartidas más arriba.
Si usted es cristiano, como el resto de nosotros, sabe que es tan solo humano y que está lejos de la perfección. En ocasiones, puede que se sienta indefenso, “como oveja sin pastor”. De ser así, recuerde las palabras del Salmo 23 (con mis observaciones entre paréntesis):
1 El Señor es mi pastor (Un pastor está allí para proteger. Puede que el pastor no esté físicamente para sostener a las ovejas, pero está alerta ante cualquier amenaza y sigue atento a las necesidades del rebaño). Nada me falta (Me da todo lo que necesito y no necesariamente lo que quiero).
2 Me hace descansar en lugares de delicados pastos.
Me lleva a aguas tranquilas.
3 Me da nuevas fuerzas.
Me guía por senderos de justicia por amor de su nombre (Camina con usted cuando todo está bien, pero es en esos momentos cuando solemos ser más olvidadizos).
4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno porque tú estarás conmigo.
Tu vara y tu cayado me infunden aliento (Sí, él está con usted aun cuando siente que está en los momentos más oscuros de la vida).
5 Me preparas una mesa en presencia de mis enemigos (Te protege pero no siempre elimina las dificultades).
Unges mi cabeza con aceite, mi copa rebosa (Piense y recuerde las veces en que sintió esa bendición en su vida).
6 Estoy seguro de que su bondad y su misericordia me seguirán todos los días de mi vida. Y en la casa del Señor habitaré para siempre. (¡Tenemos esa esperanza! La pandemia no es el fin de la historia del planeta o el fin de nuestra historia personal).
Que pueda sentirse bendecido y vigorizado, dándole la bienvenida al Espíritu para producir un fruto de compasión en medio de esos momentos tan complicados.
Carlos Fayard, PhD, es profesor asociado de psiquiatría y director del Centro de Colaboración con la OMS en el Departamento de Psiquiatría de la Escuela de Medicina de la Universidad de Loma Linda, además de autor del libro Principios cristianos para la práctica de la consejería y la psicoterapia.
O’Hara, D. (2020) Paul Slovic observa el ‘entumecimiento síquico’ del COVID-19. Monitor on Psychology. https://www.apa.org/members/content/covid-19-psychic-numbing. Consultado el 8 de enero de 2021.
Organización Mundial de la Salud, Región Europea (2020) Pandemic fatigue: Reinvigorating the public to prevent COVID-19. Copenhagen: Organización Mundial de la Salud
Traducción de Marcos Paseggi