22 de noviembre de 2021 | Miami, Florida, Estados Unidos | Por: Marcos Paseggi, para Noticias de la División Interamericana

Un simposio en línea organizado por el Departamento de Asuntos Públicos y Libertad Religiosa (PARL) de la División Interamericana buscó responder preguntas de los líderes y miembros de la Iglesia Adventista del Séptimo Día sobre la vacuna del COVID-19, los mandatos de vacunación y la libertad de conciencia. El evento del 19 al 20 de noviembre es la respuesta de los líderes de la iglesia sobre preguntas y comentarios repetidos recibidos de toda la región.

“Se han formulado preguntas respecto de la vacunación”, reconoció el pastor James Daniel, vicepresidente y director del PARL en Interamérica. “Algunos miembros también están pidiendo excepciones para no vacunarse. Algunos feligreses no conocen bien la posición expresa de la iglesia en cuestiones de excepciones y requerimientos sobre vacunación. Procuramos presentar la postura de la iglesia”, expresó en sus declaraciones de apertura.

Daniel dijo que el simposio también se referiría a la cuestión de la libertad de conciencia. “¿Cómo deberíamos entenderla?” preguntó retóricamente. “Algunos de los miembros han solicitado que los líderes de la iglesia tengan en claro la enseñanza bíblica sobre la marca de la bestia y el sello de Dios. ¿Es posible que la vacuna sea la marca de la bestia?”

El pastor James Daniel, director de Asuntos Públicos y Libertad Religiosa de la Iglesia Adventista en Interamérica, presenta el propósito del Simposio en Línea sobre Libertad de Conciencia y el Mandato de Vacunación, llevado a cabo del 19 al 20 de noviembre de 2021. [Fotografía: captura de pantalla de la División Interamericana]

Por último, Daniel explicó que el evento buscó presentar los principios de la reforma prosalud según los expresa la Iglesia Adventista. “¿Es preventiva o curativa? ¿Condena la medicina tradicional?”, se preguntó.

Daniel dejó en claro que los líderes de la iglesia respetan a los que se han vacunado. Y que también respetan a los que no se han vacunado.

“Durante este simposio, queremos que todos nos respetemos”, dijo Daniel. “No hay necesidad de criticarnos, ni necesidad de condenar a otra persona. No se necesita cruzar la línea que nos lleva más allá de la buena camaradería”.

El simposio incluyó varios oradores de las áreas de salud, libertad religiosa y campo legal, lo que incluyó a varios invitados especiales de la Asociación General, el órgano de gobierno de la Iglesia Adventista. El orador del segmento de apertura fue el doctor Peter Landless, director de ministerios de salud de la Iglesia Adventista mundial. Landless compartió y analizó cuál es la posición actual de la iglesia, y cuales son sus implicaciones para los miembros de iglesia.

La pandemia y la iglesia

Landless celebró el énfasis que la división ha dado a la educación, en momentos en que procura educar a los líderes y miembros sobre varios temas, lo que incluye lo que él denominó “esta importante cuestión”. Reconforta ver que “la iglesia de Dios se encuentra activa e involucrada”, expresó.

El doctor Peter Landless, director de ministerios de salud, inaugural el simposio respondiendo preguntas sobre la pandemia y recordando a los líderes y a los miembros que es importante seguir principios de estilo de vida que fortalezcan el sistema inmunológico. [Fotografía: captura de pantalla de la DIA]

Al mismo tiempo, Landless reconoció que esta pandemia nos ha cambiado la vida. “Estamos viviendo en tiempos sin precedentes. Los viajes han cambiado. El mundo ha cambiado. Las personas han cambiado. Nuestras preocupaciones han cambiado”, dijo. “Cuando veo lo que sucedió con la pandemia, lo veo como una práctica para los tiempos que vendrán. Necesitamos ser conscientes, y comprender de manera cabal cómo interpretamos los tiempos en que vivimos y la información a la que le asignamos importancia”, dijo Landless.

Vivir sabiamente durante y más allá de la pandemia

Vivir sabiamente durante y más allá de la pandemia es importante para los adventistas del séptimo día, enfatizó. Pero para comprender cómo hacerlo, es importante analizar las presuposiciones básicas que manejamos.

En primer lugar, se encuentra el reconocimiento de que la vida es un don. “Se nos ha dado y encomendado la vida, un don precioso que proviene de un Dios amante y lleno de gracia”, dijo Landless. Añadió que hemos sido creados a imagen de Dios, que Dios sustenta todas las cosas, y que él sana nuestras enfermedades.

Al mismo tiempo, Landless enfatizó que los principios de estilo de vida son fundamentales para la Iglesia Adventista. “A pesar de nuestro quebrantamiento, las prácticas óptimas de estilo de vida fomentan resultados positivos de salud”, algo que incluye a nuestro sistema inmunológico. “La salud óptima y las prácticas de estilo de vida pueden ayudar a mantener la función del sistema inmunológico en su mejor forma”.

Landless añadió que algunos miembros se preguntan si la Iglesia Adventista se ha apartado de su mensaje. Pero esto no es así, enfatizó. “El mensaje de salud confiado a esta iglesia es la manera primordial por la que tenemos salud al comer en forma apropiada, beber lo correcto, al no usar ciertas sustancias, al descansar, al confiar en Dios, al exponernos con cuidado a la luz del sol, al ser temperantes y enfatizar las relaciones”, dijo. “Si piensan vivir a través y más allá de esta pandemia, les ruego que vivan el mensaje adventista de salud todos los días”.

Fue algo que la Iglesia Adventista reconoció hace más de un siglo, destacó Landless, cuando la iglesia le dijo a los misioneros que vivieran de manera tan saludable como fuera posible, y que, al mismo tiempo, practicaran cualquier intervención adicional para mantenerse sanos.

Principios del ministerio adventista de salud

Según los Reglamentos Eclesiástico-Administrativos de la Asociación General, la Biblia es el fundamento. “Es interesante que en la Biblia hallamos principios de salud pública”, dijo Landless, como por ejemplo consejos a los israelitas cuando estaban viviendo en el desierto. “Hoy día hablamos sobre lavarse las manos y el distanciamiento social. Estos no son principios nuevos”, destacó.

Asimismo, los consejos dados tienen que ser consecuente con los consejos de Elena G. White, una de las fundadoras de la Iglesia Adventista, que los adventistas conocemos como “el espíritu de profecía”. “Esto ha llevado a la iglesia a un nivel diferente en conocimientos y consejos”, dijo Landless.

“Todo lo que practicamos tiene que ser confirmado por la ciencia de la salud, por medio de conocimientos basados en evidencias y que hayan pasado por la revisión de pares”, expresó. “Algunos dicen que no necesitamos la ciencia”. Pero no debería ser así, dijo. Landless citó a White, quien en su libro Consejos para los maestros escribió: “Debidamente entendida, la ciencia y la palabra escrita concuerdan, y cada una derrama luz sobre la otra” (p. 411). Landless destacó: “Al estudiar ciencias, he quedado maravillado [de ver] que Dios es un Dios maravilloso”.

Intervenciones de estilo de vida

Otros elementos poderosos son las intervenciones de estilo de vida, lo que incluye programas para mejorar la salud en general. Estos programas por lo general pueden ayudar a que las personas fortalezcan su sistema inmunológico.

Landless destacó, sin embargo, que hay inhibidores de la inmunidad, dado que esta puede verse afectada por la edad (muy anciano o muy joven), el embarazo, la falta de sueño, la mala nutrición, la obesidad, la inactividad, el estrés y la falta de vacunación.

Según Landless, disfrutar de la mejor salud posible incluye varios aspectos. Incluye elecciones positivas y con fundamento, y una mirada optimista y llena de esperanza. De suma importancia son también las relaciones positivas de apoyo y la conexión con otras personas, además de la confianza en Dios, expresó.

La función de la vacunación

Landless enfatizó que una ayuda importante para la prevención es la vacunación: no es una cosa o la otra. Y enfatizó: “La vacunación incuestionablemente ayuda a mantener la enfermedad bajo control”.

La vacunación es parte de un paquete, dijo Landless, lo que incluye monitorizar la salud. “Conozcan sus marcadores (de peso corporal, presión sanguínea, azúcar en la sangre y colesterol), aconsejó. “Y actúen sobre esos marcadores. Háganse chequeos de manera periódica, y no ignoren los síntomas”.

Al mismo tiempo, es importante minimizar los riesgos propios y ajenos. Eso incluye lavarse las manos a menudo, evitar el contacto con personas que se hayan contagiado, usar mascarillas de manera apropiada, permanecer en la casa cuando se tienen síntomas, y limpiar y desinfectar las superficies. También incluye practicar la vacunación después de informarse bien.

Qué ha dicho la iglesia

Landless hizo referencia a la Declaración sobre la Vacunación de 2014, votada mucho antes del COVID-19. Citó: “La iglesia alienta la vacunación responsable, y como tal, no tenemos razones religiosas o de fe para no animar a nuestros miembros a que participen de manera responsable en programas de vacunación protectores y preventivos”.

Al mismo tiempo, dijo que el mismo documento declara que “Nosotros [los líderes de la iglesia], no somos conciencia del miembro individual, y reconocemos las elecciones individuales. Estas son ejercidas por el individuo. La decisión de no vacunarse no es y no debería ser vista como un dogma ni como la doctrina de la Iglesia Adventista del Séptimo Día”.

Landless explicó: “Esta declaración fue dada a conocer porque nosotros como iglesia seguimos prácticas saludables. Al enviar a los misioneros al campo, al enseñar, y al dar presentaciones de salud pública, como así también al tratar de marcar una diferencia por medio de nuestros hospitales, la vacunación responsable forma parte de ello”.

Informaciones erróneas y especulaciones

Cuando comenzó la pandemia del COVID-19, la iglesia también reaccionó a las informaciones erróneas y a las muchas preguntas que circularon, con la publicación de un documento donde se reafirma la respuesta de la iglesia al COVID-19, destacó Landless. “La pandemia ha producido todo tipo de especulaciones e interpretaciones bíblicas erróneas sobre los eventos del tiempo del fin”, expresó.

Una postura reciente ha presentado la teoría de que las vacunas para combatir el COVID-19 “pertenecen a un proceso de control que llevará a la aplicación de la marca de la bestia”. No obstante, dijo Landless, “los adventistas sostienen la convicción de que el conflicto del tiempo del fin se centrará en la ley de Dios, y en particular en el cuarto mandamiento. “La marca de la bestia es una cuestión espiritual, no una cuestión de vacunación”, expresó.

También se refirió a “otra perspectiva especulativa que sostiene que los que reciben las vacunas son impuros porque, supuestamente, se usan sustancias impuras para producirlas”. Landless explicó que las reglas de Levítico no se aplican “por la razón obvia de que las vacunas son producidas como medicamentos para salvar vidas, no para servir de alimento”.

Landless añadió que la ciencia actual relacionada con las vacunas ha mostrado que “los individuos vacunados tienen un riesgo muy bajo de transmitir el virus del COVID-19. Las vacunas actuales ofrecen cierta protección aun en el caso de las variantes, si bien con una eficacia menor”. Y resumió: “Los beneficios de vacunarse superan con creces los riesgos de hacerlo”.

¿Qué deberíamos hacer?

La vacunación, junto con los servicios sanitarios y de agua potable, han sido fundamentales para las mejoras en la longevidad que se aprecian en el mundo en los lugares en que se llevan a cabo esas intervenciones, destacó Landless. “Los miembros de la Iglesia Adventista han usado las vacunas en todo el mundo por muchos años. Junto con las buenas prácticas de salud, han brindado protección contra muchos contagios y prevenido la enfermedad y la muerte”.

En este sentido, Landless explicó que al ser testigos de la magnitud global de la pandemia, de las muertes, la discapacidad, y los efectos a largo plazo del COVID-19 que están emergiendo en todos los grupos etarios, los líderes adventistas consideran que la vacunación responsable y la promoción y facilitación del desarrollo de lo que suele denominarse comúnmente “inmunidad de rebaño” (inmunidad comunitaria preexistente de aproximadamente el 80 por ciento de los individuos como resultado de un contagio o vacunación previos)”. Enfatizó: “Estamos alentando, no dando un mandato. Necesitamos escucharnos unos a otros. Necesitamos respetarnos unos a otros. No deberíamos denigrar o estigmatizar a otras personas”, dijo Landless.

Lo que los líderes y los miembros deberían recordar, sin embargo, es que la inmunidad comunitaria es esencial si queremos ver el fin de la pandemia. “¿Podría ser que la vacunación responsable incluya nuestra responsabilidad de proteger a los demás y no solo a nosotros mismos?”, preguntó Landless.

Para ver el segmento de apertura del Simposio en Línea de la División Interamericana sobre Libertad de Conciencia y el Mandato de Vacunación, ingrese AQUÍ

Por reportes adicionales sobre el simposio en línea y varias presentaciones, visite interamerica.org

Traducción de Marcos Paseggi

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