Un especialista en electrocardiografía explica el “por qué”, el “cómo” y el “qué hacer ahora”.

19 de diciembre de 2021 | Loma Linda, California, Estados Unidos | Por Lisa Aubry, Loma Linda University Health News

A casi dos años de que se iniciara la pandemia de COVID-19 en los Estados Unidos, la comunidad médica continúa analizando el impacto del COVID-19 en varios órganos del cuerpo humano; especialmente el corazón.

Mientras continúan tales investigaciones, hay un hecho que se ha vuelto cada vez más claro. El virus afecta el corazón y especialmente su sistema eléctrico, alterando el ritmo cardiaco.

Kamal M. Kotak, un electrofisiólogo del corazón, del Instituto Internacional del Corazón de la Universidad Loma Linda, en Loma Linda, California, Estados Unidos, recientemente señaló el “por qué”, el “cómo” y el “qué hacer ahora” respecto a los ritmos cardiacos anormales asociados con la infección de COVID-19.

Tu sistema de conducción cardiaco

El corazón humano es una bomba muscular formada por cuatro cámaras, que opera dentro de su propio sistema eléctrico, conocido como sistema de conducción cardiaco. La electricidad se inicia desde la parte superior del corazón, fluyendo tanto hacia el ventrículo derecho, que bombea la sangre que va a los pulmones, como hacia el ventrículo izquierdo, que bombea la sangre para el resto del cuerpo. El sistema actúa como tu propio marcapasos cardiaco natural.

Las células musculares del corazón pueden también crear electricidad, independientemente de este sistema de conducción cardiaca, en estados de enfermedad. El virus de COVID-19 puede  causar que esas células puedan generar electricidad anormal y crear cortos circuitos que lleven a ritmos irregulares del corazón, llamados también arritmias, dijo el experto fisiólogo.

Tipos de arritmias

Los trastornos rítmicos del corazón, o arritmias, se clasifican primordialmente en dos subgrupos: ritmos acelerados y ritmos bajos.

Los ritmos bajos ocurren cuando la corriente de electricidad en el corazón disminuye su velocidad o se bloquea. Sin embargo, esos bloqueos pueden resolverse por sí mismos. Dice el fisiólogo Kotak que algunos pacientes terminan necesitando un marcapaso si su ritmo cardiaco es demasiado lento.

Por otra parte, el ritmo cardiaco acelerado causa latidos rápidos, palpitaciones, aceleramiento del corazón, fatiga, mareos y falta de aire o dificultad respiratoria. El más común de los casos de ritmo acelerado recibe el nombre de fibrilación auricular (AFib, por sus siglas en inglés) y causa un ritmo cardiaco irregular en la parte superior del corazón, llamada aurícula. Las personas que sufren de fibrilación auricular presentan un alto riesgo de experimentar apoplejía o ataque cerebral, dijo el electrofisiólogo Kotak. El diagnóstico y tratamiento de la fibrilación auricular con anticoagulantes, puede prevenir este riesgo de ataque cerebral. Algunos medicamentos y procedimientos mínimamente invasivos, tales como una ablación, pueden mejorar todavía más la calidad de vida en estos pacientes.

Se sabe también que el virus de COVID-19 debilita la función cardiaca, precipitando ritmos anormales procedentes de las partes inferiores del corazón, conocidos como contracciones ventriculares prematuras (PVC) y taquicardia ventricular (VT). Estas irregularidades atentan contra la vida y requieren la evaluación y tratamiento por parte de un médico.

Otro síndrome cardiaco que con frecuencia aflora después de una infección de COVID-19, se llama síndrome de taquicardia ortostática postural (POTS, por sus siglas en inglés), causada por un desequilibrio del sistema nervioso autónomo o involuntario. Este desequilibrio se puede manifestar en forma de vértigo, palpitaciones, aceleramiento del ritmo cardiaco y mareo al cambiar de postura; al ponerse de pie después de estar sentado o acostado. Tanto el reconocimiento como el tratamiento son importantes, siendo que esto puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de la persona.

Qué esperar si has sido diagnosticado como paciente de COVID-19

Veinte a treinta de los pacientes hospitalizados con una infección de COVID-19 manifiestan problemas cardiacos y arritmias que se asocian a malos resultados, dijo el fisiólogo Kotak. Cualquier persona puede desarrollar problemas de arritmia al contraer infección de COVID-19, señaló; especialmente personas con problemas cardiacos preexistentes u otras enfermedades crónicas.

Aunque los síntomas de las arritmias pueden ser variados, los más comunes incluyen ritmo cardiaco acelerado, agitación, palpitaciones, latidos omitidos, fatiga, mareos e incluso pérdida de conocimiento.

Si estás experimentando esos síntomas, el consejo es que debes procurar atención médica. Los síntomas de arritmia u otros efectos cardiacos del virus de COVID-19 pueden permanecer durante meses después de contraerlo; así que es de suma importancia que se revisen y reciban el tratamiento adecuado.

Qué hacer

En primer lugar, tú y tu médico deben caracterizar en forma precisa cuáles son los síntomas a fin de establecer un diagnóstico correcto de problemas de ritmo cardiaco relacionados con COVID-19. Es importante también no hacer caso omiso de los síntomas simplemente porque piensas que estás fuera de condición, o es solamente COVID-19 o tu ansiedad. Independientemente de lo que tú te imagines, es siempre mejor hacer que un médico examine tus síntomas. A fin de establecer una buena correlación de los síntomas y el ritmo cardiaco, tu médico recomendará un electrocardiograma (EKG o ECG), así como un monitor cardiaco.

Un monitor cardiaco es como un  mini-EKG, parecido a una etiqueta o pegatina adhesiva que se coloca en tu pecho por varios días (algunas veces hasta 30 días) para monitorear el ritmo de tu corazón. Cuando tienes colocado el monitor cardiaco, se puede marcar el tiempo y naturaleza de tus síntomas en los aparatos monitores. Esto le permite a tu médico determinar la naturaleza exacta del asunto relacionado con el ritmo cardiaco que causa tus síntomas. Provee además percepciones en relación con la salud general de tu ritmo cardiaco.

Además, tu médico puede requerir un ultrasonido de tu corazón llamado ecocardiograma, a fin de asegurarse de que la estructura y función de varias cámaras de tu corazón permanecen preservadas. Al hacer un diagnóstico, tu médico habrá de considerar el tratamiento adecuando entre varias terapias, medicamentos o procedimientos mínimamente invasivos tales como ablación.

“Investigadores, médicos y pacientes están continuamente acumulando datos a largo plazo acerca del virus de COVID-19 y las arritmias, para conocer cuál es la prognosis general”, señaló finalmente el fisiólogo Kotak.

La versión original de esta noticia se publicó en el sitio de noticias de Loma Linda University Health.

Traducción – Gloria A. Castrejón

   

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