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27 de mayo de 2022 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Ted N.C. Wilson, President de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día

¡Hola amigos! En un video anterior hablamos sobre los dones espirituales que Dios nos da. Un don muy especial que Dios promete a la Iglesia es el don de profecía. Al referirnos al remanente, o la Iglesia de Dios de los últimos días, leemos en Apocalipsis 12:17 que “El dragón se llenó de  ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo.” Y Apocalipsis 19:10 nos dice que “el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía”.

Nuestra Creencia Fundamental Adventista del Séptimo Día #18, titulada Creencia Fundamental Adventista del Séptimo Día #18, explica más acerca de este don especial. Dice lo siguiente:

Las Escrituras dan testimonio de que uno de los dones del Espíritu Santo es el de profecía. Este don es una señal identificadora de la iglesia remanente y creemos que se manifestó en el ministerio de Elena de White. Sus escritos hablan con autoridad profética y proporcionan consuelo, dirección, instrucción y corrección a la iglesia. También establecen con claridad que la Biblia es la norma por la cual debe ser probada toda enseñanza y toda experiencia.»

Como Adventistas del Séptimo Día, todas nuestras creencias se basan firmemente en las Escrituras. Ustedes pueden leer más sobre el don de profecía, incluidas las muchas referencias bíblicas en las que se basa, visitando la URL que se muestra a continuación: [www.adventistas.org/es/institucional/creencias/

Cuando María y Aarón se rebelaron contra el liderazgo de Moisés, Dios les dijo: «Oíd ahora mis palabras. Cuando haya entre vosotros profeta de Jehová, le apareceré en visión, en sueños hablaré con él.” (Números 12:6). A lo largo de los tiempos del Antiguo Testamento, el don profético estuvo en operación. La primera persona llamada «profeta» en la Biblia fue Abraham (Gén. 20:7). En la historia de Israel, Moisés fue el más grande de los profetas; se comunicó con Dios «cara a cara» (Dt. 34:10). Poco antes de su muerte les dijo a los israelitas: «Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis.» (Dt. 18:15). Esta profecía se cumplió inicialmente a través de Josué y los profetas que lo siguieron. Encontró su cumplimiento final en la aparición del Mesías, que era el profeta que guiaría al pueblo de Dios de la esclavitud del pecado a la Canaán celestial.

Los escritores del Nuevo Testamento, así como varios otros individuos mencionados en el Nuevo Testamento, tenían el don de profecía. Pablo escribió a los Efesios que el don de profecía permanecería en la iglesia «hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios.» (Efesios 4:13). En el libro de Apocalipsis, por lo tanto, se dice que la iglesia remanente en el tiempo del fin tiene “el testimonio de Jesús” (12:17), que según Apocalipsis 19:10 es «el espíritu de profecía.»

Como Adventistas del Séptimo Día, creemos que Dios otorgó este don profético a una mujer llamada Elena de White.

¿Quién es Elena de White? En resumen, fue una mujer de notables dones espirituales que vivió la mayor parte de su vida durante el siglo XIX, pero a través de sus escritos todavía tiene un impacto revolucionario en millones de personas en todo el mundo. Durante su vida escribió más de 5,000 artículos periódicos y 40 libros; pero hoy, incluidas las compilaciones de sus 50,000 páginas de manuscritos, hay más de 100 títulos disponibles en inglés y muchos otros en varios idiomas. De hecho, es la mujer escritora más traducida en toda la historia de la literatura, y la autora Estadounidense de ambos géneros más traducida.

Sus escritos cubren una amplia gama de temas, que incluyen religión, educación, relaciones sociales, evangelismo, profecía, publicaciones, nutrición y administración. Su obra maestra transformadora sobre la vida cristiana exitosa, El Camino a Cristo, ha sido publicada en más de 140 idiomas.

Los Adventistas del Séptimo Día creen que la Sra. White era más que una escritora talentosa; creemos que fue designada por Dios como mensajera especial para llamar la atención del mundo sobre las Sagradas Escrituras y ayudar a preparar a las personas para la segunda venida de Cristo. Desde que tenía 17 años hasta que murió, 70 años después, Dios le dio aproximadamente 2000 visiones y sueños. Las visiones varían en duración desde menos de un minuto, hasta casi cuatro horas. Ella escribió el conocimiento y el consejo que recibió a través de estas revelaciones para compartirlas con los demás. Por lo tanto, sus escritos especiales son aceptados por los Adventistas del Séptimo Día como inspirados, y su calidad excepcional es reconocida incluso por lectores ocasionales.

Sin embargo, como se afirma en el libro, Los Adventistas del Séptimo Día Creen…  “Los escritos de Elena G. de White no sustituyen a las Escrituras. No pueden colocarse en el mismo nivel. Las Sagradas Escrituras son independientes, el estándar único por el cual ella y todos los demás escritos deben ser juzgados y a los que deben estar sujetos”. (pág. 227).

Y como la propia Elena de White señaló en El Conflicto de los Siglos: “La circunstancia de haber revelado Dios su voluntad a los hombres por su Palabra, no anuló la necesidad que tienen ellos de la continua presencia y dirección del Espíritu Santo. Por el contrario, el Salvador prometió que el Espíritu facilitaría a sus siervos la inteligencia de la Palabra; que iluminaría y daría aplicación a sus enseñanzas.“ (CS 11.2).

Elena G. de White fue verdaderamente una mujer notable que, superando todas las pruebas de un verdadero profeta, como se establece en las Sagradas Escrituras, ayudó a fundar la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Y a través de los consejos dados a través de esta mensajera especial, Dios nos ha bendecido inmensamente. Como leemos en 2 Crónicas 20:20: “Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados.»

Amigo, te invito a abrazar esta increíble bendición que Dios ha regalado a Su Iglesia. He descubierto que cuanto más leo el Espíritu de Profecía, más bendecido soy. Y hoy, todos sus escritos están disponibles, no solo en forma impresa, sino también en línea. Simplemente visita egwwritings.org, elige el idioma de tu preferencia, y comienza a leer hoy. ¡Estoy seguro de que serás bendecido!

Oremos juntos.

Padre en el cielo. Gracias por el don de profecía., que tú has proporcionado a lo largo de la historia. (Desde) el Antiguo Testamento, el Nuevo Testamento y más recientemente a través de los escritos y el ministerio de Elena G. de White. Gracias por esta maravillosa instrucción que nos has dado en el espíritu de profecía. Señor, te pedimos que nos ayudes a aprovechar las Escrituras, que tú mismo escribiste, y ​​las revelaciones de Elena de White, del Espíritu de Profecía, que también es de tu mano. Te pedimos que nos ayudes a comprender plenamente los beneficios de su instrucción. Gracias por brindarnos todo esto. En el nombre de Jesús, oramos. Amén.

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