Jóvenes adventistas oran por un conductor en Vieques, Puerto Rico, después de entregarle el libro misionero de este año titulado “Esperanza en medio del caos”, de Mark Finley, durante una iniciativa de impacto de evangelización del Proyecto Misionero Caleb, que se llevó a cabo en la isla del 6-16 de julio de 2022. Un grupo de jóvenes dedicó tiempo durante sus vacaciones para viajar a la pequeña isla en la costa oriental de Puerto Rico, donde limpiaron calles, playas, hermosearon parques y oraron con funcionarios del gobierno y miembros de la comunidad, y llevaron a cabo esfuerzos de evangelización. [Fotografía: Unión Puertorriqueña]
Un grupo pequeño de jóvenes pasó hace poco diez días de sus vacaciones de verano para llevar a cabo un impacto en varias comunidades de Vieques, una isla municipal cerca de la costa este de Puerto Rico. El grupo de catorce personas, de 17 a 33 años de edad, fue el primero de la Iglesia Adventista en Puerto Rico en participar en un Proyecto de Misión Caleb–un programa de evangelización de la Iglesia Adventista mundial que promueve la participación de jóvenes adventistas en el servicio voluntario durante las vacaciones escolares.
El grupo caminó por las principales calles y vecindarios de la ciudad, orando por las personas, distribuyendo el libro “Esperanza en medio del caos”, de Mark Finley, e invitando a las personas de restaurantes y empresas para que miren el filme de evangelización titulado SPIN, que fue lanzado en los cines de Puerto Rico el año pasado.
El grupo muestra el cartel de Misión Caleb en sus camisetas y un gesto con la mano, una noche después de un día de capacitación en la Escuela Bíblica de Vacaciones, limpieza y trabajos de pintura en la isla. [Fotografía: Unión Puertorriqueña]
La experiencia dejó una marca en la vida de los miembros del grupo que viajaron en ferry a la isla y permanecieron allí del 6-16 de julio de 2022. “Me siento tan agradecida a Dios por haberme dado esta oportunidad de contribuir a la obra con un equipo tan maravilloso”, dijo Génesis Tirado. “Siempre tendré esta experiencia en el corazón porque vi que en medio de tantas necesidades, Dios provee y jamás nos abandona”.
Jóvenes juntan basura del costado de la ruta durante la iniciativa de una semana de duración. [Fotografía: Unión Puertorriqueño]
Uno de los propósitos del Proyecto Misionero Caleb es que los jóvenes asuman cargos de liderazgo, para que puedan capacitarse y experimentar de primera mano la satisfacción de ser líderes misioneros en la predicación del evangelio por medio de grupos pequeños y otras estrategias, dijo el pastor Ángel Rodríguez, director saliente de ministerios jóvenes de la Asociación Puertorriqueña del Este. “Cuando somos canales de bendiciones para otras personas, somos bendecidos”, dijo Rodríguez. “Ver a los jóvenes tan involucrados [en este proyecto] realmente trajo gozo a mi corazón”.
Los miembros del equipo del Proyecto Misión Caleb recogen basura junto a una playa de Vieques. [Fotografía: Unión Puertorriqueña]
El Proyecto Misión Caleb fue organizado por el departamento de ministerios jóvenes de la Unión Puertorriqueña. “Nuestro objetivo es continuar movilizando a los jóvenes de cada campo local para que desarrollen sus capacidades físicas, mentales, espirituales y sociales, equipándolos con una vida de servicio por la iglesia y la comunidad, y fortaleciendo su relación con Cristo y los valores que presenta la Biblia”, dijo el pastor David Sebastian, director de ministerios jóvenes de la Unión Puertorriqueña.
Jóvenes pintan el estacionamiento de la Escuela Adventista desde el Jardín de Infantes al 8vo grado en Vieques, Puerto Rico. [Fotografía: Unión Puertorriqueña]
Traducción de Marcos Paseggi