Erton Köhler dijo que nunca debemos olvidar que somos una iglesia misionera.
11 de octubre de 2022 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Anais Anderson – Adventist News Network y Adventist Review
El 9 de octubre de 2022, Erton Köhler, secretario ejecutivo de la Asociación General, dio comienzo a su Informe de Secretaría en el Concilio Anual 2022, haciendo recordar nuestro propósito como adventistas del séptimo día y pueblo de Dios de los últimos días. Citando a Elena G. White, cofundadora de la iglesia adventista, leyó: “Nuestra preocupación por las ‘regiones apartadas’ jamás puede deponerse hasta que toda la tierra sea alumbrada con la gloria del Señor” (Testimonios para la Iglesia, tomo 6, p. 37.3).
Como adventistas del séptimo día, debemos proclamar “el evangelio del reino a todo el mundo” [Mat. 24:14]”, les recordó el secretario Köhler a los delegados. “Aunque las raíces de la iglesia están en los Estados Unidos, hemos llegado a ser un movimiento mundial. En la actualidad, solamente el 6 por ciento de nuestra feligresía está basada en los Estados Unidos, mientras que el restante 94 por ciento está esparcido por todo el mundo”.
Entrada y Pérdida de Miembros
[/caption]David Trim, director de Estadísticas, Archivos e Investigación (ASTR, por sus siglas en inglés), de la AG, dio a conocer las últimas cifras de membresía de la iglesia y comparó los datos de los últimos años. En fechas anteriores a la pandemia de COVID-19, las adiciones de miembros excedían regularmente el millón por año. Pero en 2020, la entrada mundial de miembros declinó a 800,000, la cifra más baja desde 1997. Sin embargo, en 2021, las nuevas adiciones de miembros excedieron una vez más la cifra de un millón y la evangelización y establecimiento de nuevas iglesias aumentó sustancialmente.
En 2020, se establecieron 1,736 nuevas iglesias, a lo cual llamó el director Trim “milagroso en medio de la pandemia”. Sin embargo, se registró todavía un 29 por ciento de disminución en relación con las cifras anteriores a la pandemia.
Esa tendencia ascendente no se extendió, sin embargo, a todos los aspectos de mayordomía, explicó el director Trim. Aunque los diezmos se han restablecido y hasta han sobrepasado las cifras anteriores a la epidemia de COVID, no ha sido ese el caso con las ofrendas. Las ofrendas han declinado dramáticamente, indicando con ello el significativo descenso en la buena disposición de nuestros miembros de iglesia para dar en favor de los programas de la iglesia, incluyendo sus iniciativas misioneras.
El director Trim subrayó un hecho extraordinario durante su presentación. En 1922, los miembros de la iglesia dieron en ofrendas casi exactamente la misma cantidad que devolvieron en diezmos. Gradualmente, eso ha ido cambiado durante los últimos cien años. Actualmente, la cantidad de ofrendas es solamente equivalente a un tercio de los diezmos.
[/caption]Otro aspecto que muestra una tendencia negativa es la pérdida de miembros. Desde 1965, aproximadamente un 42 por ciento, o 4 de cada 10 miembros de iglesia, han dejado la iglesia. Basándose en investigaciones llevadas a cabo por ASTR, la mayoría de estos ex miembros han dejado la iglesia sin haber tomado una decisión consciente de hacerlo, informó el director Trim.
Aceptando la tarea de hacer discípulos
El hacer discípulos podría ayudar a retener a los miembros, dijo el secretario asociado de la AG, Gerson Santos. “Las iglesias locales deben proponerse la creación de un ambiente solícito y cálido conducente al crecimiento espiritual, en el cual, jóvenes, adultos y visitantes se sientan amados y apoyados”. El departamento de Secretaría ha estado trabajando juntamente con otros departamentos en elaborar estrategias y recursos que ayuden a las iglesias a asimilar, equipar y hacer discípulos de sus miembros de iglesia, dijo el secretario asociado Santos.
Una de estas iniciativas es la Cumbre Mundial de Sustento Espiritual y Retención, cuyo enfoque es la tarea de hacer discípulos, sustentar espiritualmente y recuperar miembros. El secretario Santos animó a los dirigentes de la iglesia a llevar a cabo en forma intencional una revisión redentora de la feligresía y alejarse de la noción de tener simplemente números, a la de contar con miembros que lo son de hecho. “Nuestro objetivo primordial no es a presumir del porcentaje de miembros presentes, sino de alcanzar con el evangelio a los aun no son salvos en nuestra comunidad y de preocuparse por los inactivos en nuestra hermandad”, dijo.
Para alcanzar a los aun no alcanzados con el evangelio
En la siguiente sección del informe, el director de Misión Adventista, Gary Krause, subrayó algunas estadísticas y mega tendencias que presentan un desafío a la misión adventista. Esto incluye una creciente población mundial, envejecimiento de la población, migración internacional y urbanización.
David Trim se tomó un momento para enfatizar la tendencia histórica de las misiones. Explicó que la “edad de oro” del programa de misiones extranjeras de la iglesia adventista tuvo lugar en el cuarto de siglo que siguió a la Segunda Guerra Mundial (de 1946 a 1970), cuando 7,385 misioneros fueron enviados al campo misionero extranjero para llevar el evangelio a quienes no lo habían escuchado. De 1969 a 1970, 970 nuevos misioneros fueron enviados al servicio misionero, la mayor cantidad de misioneros enviados en un período de dos años en la historia de la iglesia adventista.
Hizo notar que este aumento fue el resultado del esfuerzo concertado de un equipo formado por administradores, educadores, dirigentes, médicos y miembros de la iglesia en Estados Unidos, Europa, África y Australasia. El director Trim se refirió al “giro misionero” que ha estado teniendo lugar a través de ya muchos años e hizo énfasis en el desafío de reenfocar la atención en la forma como usamos nuestros recursos misioneros, identificando los lugares y grupos de personas críticos en relación a la misión, que no han sido alcanzados con el evangelio.
Reenfoque de la misión
El director Köhler cree que dados estos tiempos y desafíos sin precedentes, la iglesia adventista enfrenta una dificultad y una aparentemente imposible misión. “La misión es imposible por nuestras propias fuerzas; pero con el Espíritu Santo y el derramamiento de la lluvia tardía, será ciertamente llevada a cabo” dijo. “Con esta esperanza, la iglesia mundial está avanzando en forma estratégica para trabajar eficaz y cooperativamente con Dios para llegar hasta los territorios y grupos de personas no alcanzados con el evangelio”.
Entonces procedió a presentar una propuesta diseñada por Gordon Doss, profesor emérito en el departamento de Misiología del Seminario Adventista del Séptimo Día de la Universidad Andrews. La propuesta intenta ayudar a los dirigentes y miembros de la iglesia a “visualizar, enfocar y reenfocar la misión internacional [adventista] en el siglo 21”.
Este modelo considera los desarrollos que han tenido lugar en los últimos 30 a 40 años en el norte global y en el sur global. Es un modelo que alienta divisiones en el sur global, que ha hecho consistentemente avances en la misión del evangelio, para que trabaje en forma cooperativa con aquellos en el norte global, que ha experimentado el efecto opuesto, dijo el director Köhler.
Animó entonces a los dirigentes a enfocar su atención en las más altas prioridades misionales en la iglesia y a mover recursos y proyectos misioneros a partes de la iglesia mundial con menos capacidad misional, incluyendo miembros, congregaciones, recursos financieros y estructuras físicas.
Varios departamentos de la AG han estado creando recursos para ayudar a equipar, entrenar y enviar misioneros a misiones extranjeras, dijo.
Hemos sido llamados
El director Köhler les recordó a los delegados las palabras de Walter Beach, expresadas en el Concilio Anual 1964: “Somos una iglesia mundial misionera, no solamente una iglesia con misiones en todo el mundo”, dijo el pastor Beach, quien fue secretario de la AG de 1954 a 1970.
Añadió entonces que al marchar hacia adelante, necesitamos recordar siempre que “la Iglesia Adventista del Séptimo Día no fue llamada a ser un sitio de estacionamiento, sino una plataforma de lanzamiento de misioneros. Necesitamos marchar hacia adelante en fe”, dijo para concluir.
Traducción – Gloria A. Castrejón