El orador principal, Dwight Nelson, sugiere lo que pueden hacer los miembros de iglesia.  

2 de abril de 2024 | California, Estados Unidos | Laura Gang, Pacific Union College y Adventist Review

La Cumbre de Libertad Religiosa anual de la Asociación Norte de California (NCC) celebrada en  Pacific Union College, en Angwin, California, el 1 y 2 de marzo, tuvo como orador principal a Dwight Nelson, quien recientemente se acogió a la jubilación después de 40 años como pastor principal de la Iglesia Pioneer Memorial en el campus de la Universidad Andrews. Se llevaron a cabo también sesiones de grupo encabezadas por dos jueces de la Corte Suprema, un organizador comunitario, el jefe de personal de un senador por California y un historiador. Este evento de fin de semana culminó con una discusión panel sobre asuntos apremiantes de libertad religiosa.

“Me siento agradecido de haber venido a PUC, porque creo que los jóvenes adultos son la clave estratégica para hacer despertar a la nación respecto a este momento crítico de la historia”, dijo el pastor Nelson. “Somos una nación fracturada en relación a prácticamente cada nivel de vida y de cultura —racial, espiritual, económica, política y socialmente— y estoy convencido de que los jóvenes constituyen la pieza final y esencial del juego, empleada por Dios, que puede traer sanidad a los Estados Unidos”.

Dwight Nelson fue el orador principal de la Cumbre de Libertad Religiosa anual de la Asociación Norte de California, en Angwin, California, Estados Unidos, el 1y 2 de marzo. [Imagen: Pacific Union College]

¿En dónde se centra la atención?

El 1 de marzo, el pastor Nelson presentó el primer mensaje de una serie de tres partes. Comenzó recordando una conversación sostenida el pasado Día de Acción de Gracias, cuando les preguntó a amigos y familiares que rodeaban la mesa: “¿Cómo piensan que serán los Estados Unidos el próximo Día de Acción de Gracias?” La respuesta fue todo un coro de lamentos. ¿Cuál era su punto? Independientemente de los resultados de las elecciones presidenciales del 2024, la nación estadounidense seguirá estando profundamente dividida.

“Debo ser sincero, dijo el orador Nelson. “Me preocupa toda un ala de cristianismo que ha apostado su existencia, o por lo menos su futuro, en los resultados de las elecciones que tenemos por delante”.

El orador Nelson hizo énfasis en el problema de mezclar la política con la religión, especialmente entre los cristianos evangélicos, haciendo notar que en ciertos sentidos se podría hacer extensivo esto mismo entre adventistas del séptimo día. Entonces preguntó: “¿Estamos elevando a los políticos al estatus de ídolos, de la misma manera que un adolescente podría idolatrar a una estrella pop? ¿Estamos invirtiendo tiempo de calidad en el estudio de la Biblia y enriqueciendo nuestra relación con Jesús, o se consumen nuestras energías en la política y los eventos presentes, drenando con ello nuestra vitalidad espiritual?”

Cristianismo y autoridad del Estado

Durante la segunda sesión, la mañana del 2 de marzo, el pastor Nelson ahondó en la simbología profética de Apocalipsis 13, enfocando su atención en la bestia que emerge de la tierra con dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero que habla como un dragón; interpretando lo anterior como simbolizando en parte lo que él llamó el “Apocalipsis estadounidense”, en donde el cristianismo se llega a entrelazar con la autoridad del gobierno, amenazando potencialmente la libertad religiosa y la Constitución de los Estados Unidos.

El orador Nelson les recordó a sus oyentes la creencia adventista en la profetizada pérdida de las libertades religiosas en Estados Unidos, independientemente de quién asuma el liderazgo.

“El ‘nacionalismo cristiano’ es un intrépido movimiento que intenta reescribir la historia de los Estados Unidos con la esperanza de que la Iglesia y el Estado puedan unirse en una coalición que gobierne este país, tanto política como legislativamente”, afirmó el pastor Nelson. “Pero Jesús advirtió: ‘Mi reino no es de este mundo’”. Bajo este concepto, Jesús es la única fuente de esperanza, enfatizó.

¿Qué hacer?

En su mensaje final, el orador Nelson comenzó haciendo notar que se ha producido un cambio religioso significativo en los Estados Unidos y también cambios en las divisiones políticas. “Así que, ¿qué debemos hacer”, preguntó el orador.

En primer lugar, enfatizó la importancia de creer y proclamar la verdad acerca de Jesús. “Puedes tomar la totalidad de la verdad universal y ponerla en una sola frase”, dijo el orador Nelson, “El Hacedor de todas las cosas me ama y me quiere”. Citó entonces versículos del Evangelio de Juan para subrayar el amor incondicional de Dios por todos nosotros.

Citando del libro Palabras de Vida del Gran Maestro, de Elena G. White, cofundadora de la Iglesia Adventista, el pastor Nelson habló sobre esta era presente de incomprensión del carácter de Dios y la necesidad de esparcir su mensaje de amor. “‘En este tiempo, ha de proclamarse un mensaje de Dios, un mensaje que ilumine con su influencia y salve con su poder’”, dijo el orador leyendo directamente del libro de Elena White. “‘Los últimos rayos de luz misericordiosa, el último mensaje de clemencia que ha de darse al mundo, es una revelación de su carácter de amor”. (p. 342).

El pastor Nelson dijo que Elena G. White enfatizó la importancia de las acciones prácticas sobre las simples palabras al dar a conocer a otros el mensaje de Jesús. Nuestra responsabilidad va más allá de atender las necesidades físicas, al atender también las necesidades espirituales, dijo.

Al alentar a sus oyentes, particularmente a los estudiantes, el orador Nelson sugirió el realizar actos de bondad, tales como visitar las zonas marginadas para orar con las personas y atender sus necesidades a través de iniciativas tales como campamentos de baloncesto, enseñar inglés a inmigrantes y proveer entrenamiento en habilidades laborales.

En sus comentarios finales, el pastor Nelson enfatizó de nuevo la importancia de ejemplificar el amor. “Amen a las personas”, dijo. “Díganles: ‘El Hacedor de todas las cosas me ama y me quiere; y yo deseo que sepas que te ama y te quiere a ti también’”.

El sábado por la tarde, los talleres de trabajo incluyeron “Servicio a Dios y Servicio al Hombre, con la jueza Marla O. Anderson, el juez Allison M. Williams, Aaron Brieno (un ayudante legislativo de California) y Alan Reinach. Alan Reinach, director de Asuntos Públicos y Libertad Religiosa de la Unión Asociación del Pacífico de la Iglesia Adventista, actuó como moderador.

Daniel Rodela, un recaudador de fondos monetarios profesional y organizador comunitario religioso, dirigió el segundo taller de trabajo “Organización Comunitaria para Líderes Religiosos”. Para finalizar, el historiador Leigh Johnsen dirigió el tercer taller de trabajo, “El Caso en contra del Nacionalismo Cristiano”.

La Cumbre de Libertad Religiosa concluyó con una discusión panel en la Iglesia Adventista PUC, facilitada por la persona enlace de libertad religiosa, Steve Allred.

De acuerdo con Steve Allred, la cumbre en PUC es oportuna y relevante no solo para la comunidad del colegio, sino también para los adventistas del séptimo día en general.

“Los adventistas tienen una comprensión bíblica única en relación con la libertad religiosa; y nuestro punto de vista es uno que puede añadir mucho al discurso en nuestro país respecto a la libertad religiosa”, dijo. Históricamente, los adventistas han sido proponentes de la separación entre Iglesia y Estado”.

Pero esa idea está siendo atacada cada vez más, dijo, por parte de otros cristianos y ciertos grupos políticos.

Por otra parte, nosotros los adventistas creemos también en la idea de involucrarnos y hacer de nuestra sociedad una sociedad mejor. Nos hemos involucrado en la promoción de la moralidad y la justicia social, incluyendo, por ejemplo, la abolición de la esclavitud y hemos abogado en contra de las coercitivas leyes religiosas dominicales en el siglo 19 y en la prohibición de las bebidas alcohólicas a principios del siglo 20”, dijo Steve Allred. “Esta sutil posición en relación a la libertad religiosa no se escucha muy frecuentemente en este mundo y nosotros tenemos que darla a conocer”.

El orador Nelson estuvo de acuerdo con lo anterior. Los cristianos pueden involucrarse en política y en el gobierno. El votar es en sí un involucrarse en asuntos de este mundo, dijo.

“Pero cualquier esfuerzo por hacer del gobierno una confederación política espiritual para legislar sobre la doctrina cristiana en esta nación, está condenada aun antes de que comience. Porque el ‘nacionalismo cristiano’ (o teocracia) es precisamente aquello por lo que los Padres de la Patria lucharon diligentemente por prevenir al crear la Constitución de los Estados Unidos y su Primera Enmienda”, dijo el pastor Nelson.

“Mientras que el ‘nacionalismo cristiano’ podría terminar donde acaba la nación estadounidense, es de vital importancia que nosotros también nos comprometamos con esta cultura de … ganar el corazón de ciudadanos de cada fe religiosa a fin de ganar nuevos amigos para Jesús antes de que él regrese nuevamente”.

Traducción – Gloria A. Castrejón

 

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