Silver Spring, Maryland, Estados Unidos [Ansel Oliver/ANN]
Informes recientes de la prensa que niegan sugerencias tradicionales de beber al menos ocho vasos de agua al día están siendo examinados rigurosamente por oficiales adventistas de la salud. Ellos dicen que beber más agua puede reducir significativamente riesgos de infartos y ataques al corazón.
Los reportajes de la prensa dicen que el orígen de la recomendación de ocho vasos al día es incierta y que recomiendan beber al tener sed para mantener la hidratación correcta.
Pero dicha recomendación no le está haciendo justicia al público, dice la Dr. Jacqueline Chan, prefosora asistente de investigaciones en la Universidad de Loma LInda, y co-investigadora del Estudio Adventista de la Salud.
Ella dice que «tener sed no es suficiente para tomar la cantidad necesaria de agua».
En un artículo del American Journal of Epidemiology (Diario Norteamericano de Epidemiología) del 11 de enero de 2002 volúmen 155 número 9, Chan informó que las personas que bebían más agua presentan menos casos de ataques fatales al corazón, que aquellos que beben menor cantidad de agua. Los resultados tomados se relacionaron a más agua, menos ataques fatales al corazón.
Los hombres y mujeres que bebían cinco o más vasos de agua al día, tenían entre un 40 y un 60 porciento menos de riesgo de ataques al corazón en comparación con aquellos que bebían solo uno o dos vasos de agua al día.
Chan enfatiza que el consumo del fluido recomendado, hablando del reciente reportaje, se deduce de experimentos para determinar las necesiddes de fluidos para pacientes en terapia.
«Las personas pueden no tener sed, sin embargo, si vemos bien, encontraremos a muchos deshidratdos, especialmente en áreas calurosas.»
Chan menciona un estudio realizado una vez en Israel en donde mucha gente en su mayoría tiene la orina concentrada todo el tiempo, los riñones no podrían concentrala más. «No estaban tomando suficiente agua,» agrega.
«Más agua es mejor,» dice el Dr. DeWitt Williams, director del Ministerio de la Salud para la iglesia en Norte América. «La sed es un indicador pobre de cuánta agua debemos tomar.»
El dice que hay personas que están en edificios donde el aire es seco y necesitan más agua. Algunos beben café y alcohol, los cuales son deshidratantes, y eso hace que escreten agua. «Mezclan a eso sal y azúcar. Las personas promedio no toman muchos líquidos,» dice Williams.
«Mientras la gente envejece su mecanismo de sentir sed se deteriora.»
El recomienda dos vasos de agua tibia cada mañana.
«Beber agua se puede convertir en un hábito planificado, más que la respuesta a una necesidad,» agrega Chan.
Ambos, Chan y Williams, enfatizan que la investigación muestra que ocurren mas ataques al corzón en la mañana. La viscosidad de la sangre es más espesa después de varias horas de no beber agua mientras se duerme.
Aún los jugos de fruta elevan el azúcar en la sangre, dice Williams, y muchos expertos creen que es la razón por la que los niveles de insulina suben y bajan. Bebidas con cafeina irritan los riñones y actúan como diurético– el incremento de la salida de orina.
«El agua es la única bebida que no tiene calorías,» dice Williams. En promedio, los norteamericanos beben 500 latas de agua gaseosa o soda cada año, cerca de una y media por día. «El agua gaseosa o soda es nuestra bebida favorita. La mayoría de estas bebidas están cargadas de azúcar y calorías»
Las bebidas deportivas tienen azúcar que dan energía pero a expensas de la hidratación. «Solo las personas que corren en maratones o algún otro deporte extremo por largo tiempo necesitan éste tipo de bebidas,» dice Chan.
«Esta puede ser la razón del por qué dos terceras partes de norteamericanos tienen sobrepeso– toman demasiadas calorías,» dice Williams.
Pero el no recomienda que se tome agua al comer pues eso dilata las glándulas salivares. «La digestión empieza en la boca,» agrega. «El agua se toma entre comidas, no con ellas.»
«[El agua] no necesita hacer digestión. Pero se debe esperar un par de horas después de cada comida para empezar a beberla y 15 minutos después de la comida,» concluyó Williams.