Montemorelos, Mexico…[Adolfo Ruiz/IAHFC]
El pasado 31 de agosto, a escasos minutos de haber tomado la carretera nacional rumbo a Monterrey, un trailer que venía en sentido contrario perdió el control y produjo un terrible accidente automovilístico donde estuvieron involucrados Edgar Flores y su esposa Norma. Edgar recibió un golpe en el cuello y la base del cráneo, de consecuencias fatales. Fue llevado al hospital de la Universidad de Montemorelos donde médicos y enfermeras Adventistas lucharon hasta hacer latir su corazón, pero el daño cerebral era irreversible. Más tarde fue trasladado a un hospital especializado en Monterrey donde después de dos días de exámenes y estudios, se declaró que tenía muerte cerebral. Norma salió del accidente con lesiones leves.
Edgar había terminado sus actividades de trabajo y junto a su esposa Norma, se dirigía a la ciudad de Monterrey en negocios personales ya que apenas tenían un mes y días de casados, y todavía no habían terminado de amueblar su casa.
En medio del dolor de esta tragedia, sus amigos y colegas, y la iglesia universitaria de Montemorelos se unieron en oración pero la voluntad de Dios era que Edgar descansara. El sábado 4 de septiembre, Edgar falleció.
Edgar Flores Laguna nació el 8 de junio de 1977 en Ciudad Constitución, Baja California Sur. Vivió un tiempo en Chiapas y en 1988 se trasladó con su familia a la Universidad de Montemorelos donde terminó sus estudios de primaria, secundaria y preparatoria. En 1998 obtuvo su título de Contaduría Pública. Su carrera profesional la inició en la Editorial Montemorelos y en el año 2000, pasó a la Compañía de Alimentos Saludables de Interamérica para ocupar la posición de contador en la sucursal de Panificadora La Carlota en Montemorelos. Desde hace dos años se desempeñaba como asistente financiero. El día 25 del pasado mes de julio contrajo matrimonio con la señorita Norma Olave Hermosillo, originaria del estado de Chihuahua.
El domingo 5 de septiembre en el templo de la Universidad de Montemorelos, se realizó el servicio fúnebre donde más de dos mil personas, familiares, amigos, colegas de trabajo, compañeros de la liga de fútbol donde Edgar participaba, personal de los bancos locales y la familia Adventista local, se reunieron para recibir consuelo y reafirmar nuestra bendita esperanza de que veremos pronto a Edgar. Los colegas de trabajo compartieron con él su última tarde de labor y lo recuerdan sonriendo y bromeando.
Edgar, aun sigue sirviendo pues, aunque el domingo 5 de septiembre sus amigos y familiares lloraban su muerte, en muchos hogares de México esa misma mañana había esperanza y vida debido a que los órganos vitales de Edgar fueron donados.
Duerme un misionero del Señor. Edgar Flores Laguna (1977-2004).
