6 de mayo de 2024 | David Neal y Vanesa Pizzuto, tedNEWS
El Simposio Elena G. White, “Para entender hoy a Elena G. White y su don profético”, se celebró en el campus de la Escuela de Estudios Superiores de Newbold College, en Bracknell, Reino Unido, del 19 al 21 de abril.
Se planificó intencionalmente para que coincidiera con el 50° aniversario del primer Centro de Investigación Elena G. White en Europa. “Este centro es muy especial porque fue el primero fuera de los Estados Unidos, el cual se constituyó el patrón de los otros 19 centros de investigación que existen actualmente en el mundo”, explicó Audrey Andersson, vicepresidenta de la Asociación General y directora del Patrimonio Elena G. White.
Establecidos inicialmente antes de la llegada de la Internet, los centros de investigación White proveyeron acceso a documentos, artefactos y libros de importancia crucial. “Actualmente su importancia ha cambiado, al fomentar la investigación adventista y la exploración de nuestra historia”, dijo la directora Andersson. Rory Méndez, director del Centro de Investigación situado en el campus de Newbold College, hizo eco a los conceptos mencionados por la directora Andersson, que describen este centro como una plataforma para la involucración académica, la participación intergeneracional y como medio de facilitación de una mayor comprensión de la jornada recorrida por la Iglesia Adventista.
El simposio, patrocinado por la División Transeuropea, atrajo una audiencia diversa de 800 a 1,000 participantes, incluyendo pastores, administradores, maestros y miembros de iglesia del territorio de esta división. Los participantes más jóvenes fueron el grupo de Conquistadores Misión Escocesa, procedentes de Glasgow, quienes asistieron como requerimiento parcial para obtener el honor “Mensajera de Dios”.
Como no leer a Elena G. White hoy
Al tratar el tema de los desafíos específicos al tratar de entender a Elena G. White hoy, Jan Barna, principal profesor de teología bíblica sistemática y jefe de investigación en Newbold College, aclaró el hecho de que siendo que Elena G. White escribió en una diferente cultura, época, idioma y cosmovisión a lo que corresponde a nuestra experiencia actual, hay la necesidad de “interpretación” de lo que está escrito, a fin de que no entendamos erróneamente la intención de lo que la autora deseaba dar a conocer en sus obras.
Siendo que “la brecha histórica y cultural es de aproximadamente de 100 a170 años”, explicó el director Barna “y dada la forma como la humanidad ha cambiado solamente en los últimos 50 años de mi vida, es realmente una gran brecha. Y esto es solamente en términos del nivel del horizonte histórico cultural”. Su argumento es que debemos “proceder cuidadosamente” al tratar de interpretar lo que Elena G. White tiene para decir.
Mientras que algunos podrían malinterpretar la necesidad de interpretación, como un móvil suspicaz, el director Barna sugirió exactamente lo opuesto. “Como parte del reconocimiento hermenéutico, el autor del texto debe ser reconocido con máximo respeto a través de una genuina voluntad de explorar, en este caso, la experiencia de la vida, el contexto de la misma, el sistema de creencias, cosmovisión y lenguaje de Elena G. White, incluyendo el tomar en serio las premisas fundacionales con las que afirma redactar sus escritos”.Su apelación: “Intenta escuchar la voz profética de la autora y su texto y hazlo en términos de Elena White misma, no en términos del lector”.
Una profetisa
Kevin Burton, director del Centro de Investigación Adventista en la Universidad Andrews, en Berrien Springs, Míchigan, hizo una presentación titulada: “Elena G. White: Fuente Literaria y Género”. En lo que llegó a ser una de las presentaciones del simposio qué más invitaran a la reflexión, el director Burton exploró el tema del papel desempeñado por Elena G. White como mujer profetisa y cómo los prejuicios de género o sexistas han influido en las perspectivas, tanto de críticos como apologistas, respecto a su obra.
Señaló el director Burton: “Un denominador común en ambos campos es su percepción del cuerpo femenino de Elena G. White como problemático”. Y continuó discutiendo cómo los apologistas con frecuencia interpretaron erróneamente su fragilidad como evidencia de sus habilidades proféticas, mientras que los críticos tendieron a atribuir sus visiones a varias enfermedades, tales como histeria y trastorno histriónico de la personalidad (HPD), utilizando diagnosis retrospectivas no confiables.
“Cada aspecto de la vida de Elena G. White, estaba mediado por su condición femenina”, dijo el director Burton, incitando a la audiencia a considerar lo que supondría abordar su obra con honor y respeto por su cuerpo femenino.
El director Burton concluyó su presentación derribando el mito de que Elena G. White era “la última opción de Dios” y que solamente fue seleccionada cuando dos hombres se rehusaron a responder al llamado. “Todo esto es un entero mito”, argumentó el director Burton. “William Ellis Foy no se rehusó a dar a conocer sus visiones, sino que las publicó y las dio a conocer, continuando en su labor como ministro durante toda su vida”. Y respecto a Hazen Foss, el director Burton señaló que hay muy limitada información acerca de él. La versión que sugiere que él se rehusó a aceptar el llamado procede de una carta escrita por Elena G. White en la que discute este asunto. Sin embargo, “ella nunca afirma que Hazen Foss haya recibido la misma visión que recibió ella. Simplemente está haciendo un recuento de las palabras de él”. 2Al señalar la falta de evidencia histórica que pueda apoyar esta teoría, dijo el director Burton: “Es ridículo pensar que ella era la última opción de Dios y, conectar esto con su género y feminidad es realmente lamentable . . .Si acaso, yo me inclinaría a pensar que Dios la eligió a ella precisamente porque era una mujer… para hacer su punto ante nosotros hoy, en cuanto a la igualdad entre los sexos”
Un desafío fácil de resolver
Cuando se le preguntó acerca de los desafíos de interpretación de los escritos de Elena G. White, la directora Andersson respondió: “Nuestro desafío es que la gente simplemente no lee a Elena G. White”. Y propuso un experimento: “Tomen algo tan sencillo como el libro El Camino a Cristo y lean una porción del mismo cada día..… Esto los llevará más cerca de la Biblia”.
El director Méndez destacó además que la lectura de los escritos de Elena G. White revela una más clara imagen del amor de Dios. “El Conflicto de los Siglos serie 3 comienza y termina con la frase ‘Dios es amor’. Esto resume el mensaje general y central de sus escritos”.
Moldeó el Pasado, Nos Guía en nuestro Presente, Inspira nuestro Futuro
Al reflexionar sobre el simposio, el presidente de la División Transeuropea, Daniel Duda, dijo: “Nos sentimos agradecidos por la forma como Dios utilizó a Elena G. White para bendecir el movimiento adventista. En este simposio hemos sido bendecidos al explorar el legado imperecedero de Elena G. White, su profundo impacto en los aspectos de espiritualidad, educación y salud. Ella no solamente moldeó el pasado de nuestra iglesia, sino que continúa guiándonos en nuestro presente e inspirando nuestro futuro. Si no hay un movimiento hacia adelante en nuestra vida, entonces algo está seriamente mal. Si no hay un avance en nuestra vida, no estamos siendo guiados por el Espíritu. Porque donde está el Espíritu de Dios, hay libertad para avanzar; la gente se siente libre de aprender y de desaprender. Nos convertimos en agentes de esperanza, que es lo que nuestra sociedad europea necesita hoy”.
La versión original de esta noticia se publicó en tedNEWS.
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Traducción – Gloria A. Castrejón