22 de abril, 2011 – Ciudad de México, México…Raúl Lozano/DIA
Lizeth Daniela García, una conquistadora de Cabo San Lucas, Baja California, ganó el primer lugar en 50 metros en carrera individual y 200 metros en Camporee de Conquistadores de Interamérica en México. Su Club y padres gritaron con júbilo porque ellos sabían algo que otros clubes ignoraban: Lizeth Daniela García es una campeona en deportes.
García tiene sólo 12 años y ha estado en gimnasia artística por media vida. Ella ha ganado 66 medallas en campeonatos regionales, estatales y nacionales. Recientemente participó en el Campeonato de Gimnasia Artística Nacional en San Luís Potosí, México, clasificada entre las 10 mejores atletas en el país en esta disciplina.
Sin embargo, las cosas no siempre han sido fáciles para García. Cuando tenía nueve meses de edad, fue diagnosticada con leucemia. Sus padres estaban destruidos y la sometieron a una serie de pruebas adicionales. Más tarde fue diagnosticada con anemia hemoliática, que se dice es incurable.
Sus padres oraron al lado de la cama de su delgada y frágil hija. «Pusimos a Lizeth en las manos de Dios», dice Noemí, madre de Lizeth, «y pedimos a Dios por un milagro». Sonriendo, Noemí dice, «Dios nos devolvió a nuestra hija. Dios efectuó un milagro y la sanó».
Seis años más tarde, el pediatra de Lizeth aconsejó a los padres involucrar a la niña en ejercicios. Muchos ejercicios.
«Cerca del hogar localizamos un gimnasio, y decidimos usarlo», dice Miguel Ángel, padre de Lizeth. Una vez registrada, su entrenador vio gran potencial en ella y empezó a competir en muchos deportes diferentes, aun en el extranjero. Ha tenido el privilegio de entrenar con campeones nacionales que le ayudaron a subir al tope.
Como cristiana, Lizeth se ha comprometido a no comprometer sus creencias. Aunque a veces practica ocho horas por día, guarda el sábado y llega a la casa temprano para la iglesia.
«Mis amigos me ven orar y me preguntan qué creo», dice García. «Así yo comparto mi fe en Jesús con ellos, porque Jesús vive. Algunas veces le doy a mis amigos tratados adventistas».
Además de enfermedad, hay otros gigantes en la senda de Lizeth.
«No sé lo próximo que viene para mí en términos de competencias, y yo pienso sobre eso mucho», confiesa ella, agregando que otros «gigantes son escuela y crecimiento en Cristo. Pero encuentro fortaleza en Filipenses 4:13 y Josué 1:9. Esas promesas nunca fallan».
Traducción: Aleida T. Romero
