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“El propósito de la profecía es despertarnos para que cumplamos con la misión”, dice el presentador.

9 de agosto de 2025 | Marcos Paseggi, Adventist Review

“Cuando se dan presentaciones sobre el tiempo del fin, se dan de una manera que casi trata de asustar a las personas para que se preparen para el regreso de Jesús porque está a punto de suceder”, dijo Adam Ramdin, productor ejecutivo de Lineage Journey durante una presentación en la Convención 2025 de Generación. Juventud. Cristo. (GYC) en Katowice, Polonia, 1 de agosto. Por el contrario, llamó a los asistentes a que comprendan los tiempos en los que vivimos, no para tener miedo o especular sobre el futuro, sino para redoblar nuestros esfuerzos misioneros de manera de alcanzar a todos para Jesús.

En su presentación, Ramdin proporcionó un marco bíblico para comprender cómo lo que está sucediendo tiene que influir sobre lo que hacen los adventistas del séptimo día al vivir su vida cristiana diaria y también en el campo misionero.

Adam Ramdin, productor ejecutivo de la serie Lineage Journey, durante una presentación en la Convención 2025 de Generación. Juventud. Cristo. (GYC) en Katowice, Polonia, 1 de agosto. [Fotografía: Marcos Paseggi, Adventist Review]

¿Cuál es nuestra motivación?

Primero, le recordó a su audiencia que “las iglesias dominicales usan el fuego como motivación: ‘Si no le das tu corazón a Jesús, arderás en el infierno’. No hacemos eso”, explicó, “pero tenemos una versión adventista: ‘Entrega tu corazón a Jesús ahora, porque él vendrá la próxima semana’”, ilustró. Hay algo de verdad en eso, que tenemos que entregar nuestro corazón a Jesús lo antes posible, pero nuestra motivación para entregar nuestro corazón a Jesús no debe basarse en el tiempo, sino en el amor».

Ramdin citó lo que Elena G. White escribió en Signs of the Times. “La brevedad del tiempo es usada con frecuencia como un incentivo para buscar la justicia y hacer de Cristo nuestro amigo”, explicó. “Esa no debería ser la gran motivación para nosotros; porque sabe a egoísmo. ¿Es necesario que los terrores del día de Dios sean tenidos delante de nosotros, para que podamos sentirnos obligados a actuar correctamente por medio del temor? No debería ser así”. *

Esa idea de que lo breve del tiempo debería asustarnos para estar bien con Dios no es la motivación correcta, enfatizó Ramdin. “Tenemos que saber dónde estamos en la línea de tiempo profética, en qué tiempos estamos viviendo. Pero ese es solo un aspecto de una pieza en el rompecabezas de la vida cristiana”.

Pasado, presente y futuro

Ramdin recordó a los asistentes a la conferencia que, según la Biblia, después de 1844 no hay más profecías de tiempo. “Si alguna vez van a una presentación del tiempo del fin y alguien menciona fechas posteriores a 1844, están perdiendo el tiempo”, enfatizó.

Explicó que con respecto a la profecía bíblica hay predicciones sobre eventos que ya están ocurriendo: algunos están en el presente y otros aún en el futuro. Aplicando lo que, en Apocalipsis 13:11, los intérpretes creen que está hablando de los Estados Unidos, explicó que, en el experimento estadounidense, “la Iglesia y el Estado tienen que estar separados. . . de una manera única y diferente de Europa”. Pero, agregó, “este punto se opone al siguiente punto, que implica hablar como dragón, por lo que ha sido observado con detenimiento”.

“El propósito de la profecía es despertarnos para que cumplamos con la misión”, dijo Adam Ramdin durante una presentación en la Convención 2025 de Generación. Juventud. Cristo. (GYC) en Katowice, Polonia, el 1 de agosto. [Fotografía: Marcos Paseggi, Adventist Review]

¿Dónde estamos hoy?

“¿Dónde estamos en la profecía bíblica hoy?” preguntó Ramdin. Citó Apocalipsis 13:11 una vez más, explicando que “estamos viviendo en una época en la que Estados Unidos tiene dos cuernos como de cordero: la Iglesia y el Estado todavía están separados, pero también estamos viviendo en una época en la que podemos ver el comienzo del período en que habla como dragón”. Resumió: “¿Se ha unido la Iglesia en Estados Unidos con el Estado? ¡No! ¿Está mostrando signos de unión? Sí”. Ramdin recordó a su audiencia que “se ha estado uniendo durante los últimos. . . 50 o 60 años. Se están acercando, pero aún no se han unido”.

En ese sentido, Ramdin admitió que podría dar decenas de ejemplos de cómo esa profecía se acerca a su cumplimiento, pero no necesariamente sería de ninguna utilidad. Porque “si no estamos listos, no marcará ninguna diferencia”.

Evitar la especulación de su cumplimiento

Varios de los eventos descritos por la profecía del Apocalipsis, enfatizó Ramdin, todavía están en el futuro, incluida la asociación completa entre la segunda y la primera bestias. “¿Nos estamos acercando? Sí, pero no se obsesionen demasiado con eso, porque se han estado acercando durante los últimos 60 años”, reconoció.

Ramdin llamó a evitar la especulación, explicando que “la Biblia y el espíritu de profecía guardan silencio sobre cómo van a ser realmente las cosas en la práctica […]. No nos dicen, por ejemplo, cómo se va a imponer la no compra o venta […]. Y entramos en especulaciones cuando tratamos de adivinar cómo va a suceder”.

Resumió: “¿Qué sabemos? Estados Unidos se unirá con la primera bestia […]. Estados Unidos y la otra bestia tendrán poder mundial […]. De alguna manera harán cumplir que no se puede comprar ni vender. ¿Cómo? No sabemos. ¿Cuándo? No lo sabemos. Deberíamos ser más claros sobre lo que sabemos, y también deberíamos ser muy claros sobre lo que se ha dejado en blanco y no pasar nuestro tiempo en las cosas en blanco cuando deberíamos tener claro las cosas que sabemos con seguridad”.

El propósito de la profecía

El propósito de la alarma de un despertador es despertarnos, ilustró Ramdin, para darnos un marco de tiempo para el día que tenemos por delante. “El despertador no te sostiene durante todo el día”. En un sentido similar, enfatizó, “el propósito de la profecía es despertarnos del sueño espiritual, pero no sostenernos durante todo el día […]. Lo que realmente importa es la verdadera espiritualidad”.

Ramdin recordó a su audiencia que hay dos caras de la misma moneda. Una cara de la moneda nos ayuda a ser conscientes de los tiempos que vivimos, entendiendo que “los tiempos se acercan”. Al mismo tiempo, dijo, “lo que debería ocupar nuestra mente es la obra que tenemos por delante”. Enfatizó: “Deberíamos estar más enfocados en predicar el evangelio que en obsesionarnos con lo que [el papa] va a hacer […]. Hay países enteros que apenas han escuchado el nombre de Jesús […]. El propósito de la profecía es despertarnos para que cumplamos con la misión”.

Puede ver la presentación completa (en inglés) AQUÍ.

*17 de marzo de 1887.

Traducción de Marcos Paseggi