10 de octubre de 2014 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Ansel Oliver/ANN
Los dirigentes de la Iglesia Adventista del Séptimo Día pasaron el segundo día de Concilio Anual atendiendo dos asuntos de importancia en relación con la Sesión de la Asociación General a celebrarse el año entrante: La reelección de los administradores y un potencial voto sobre la teología de la ordenación en lo referente a género.
Los directivos de la iglesia prepararon en términos nada ambiguos a los más de 330 delegados para enfrentar la realidad de que podrían no ser llamados a regresar a su trabajo actual. Así mismo, el por mucho tiempo evangelizador Mark Finley, quien es asistente del presidente, subrayó hasta qué punto los dirigentes de la iglesia en el Nuevo Testamento arreglaron sus diferencias para enfocar su atención en la misión.
La presentación del Pastor Finley fue un preámbulo a la semana siguiente, cuando se espera que los delegados discutan el asunto de la ordenación de la mujer y se coloque como punto de agenda para la Sesión de la AG. Aunque la Iglesia Adventista cuenta con mujeres prestando servicios como ministros con licencia, la iglesia actualmente solo ordena a hombres como ministros.
La denominación ha dedicado dos años al estudio de la teología de la ordenación, después de por lo menos cuatro décadas de discusión, dijo el Pastor Finley. La reunión de esta semana de la Junta Ejecutiva podría ser la última en la que se delibera oficialmente sobre este asunto antes de ser potencialmente enviado a la Sesión de la AG, que se celebra cada cinco años y es el organismo de gobierno más alto de la denominación.
La reunión de esta mañana inició a gran profundidad en el asunto de elecciones, un “tema tabú” que generalmente no se discute abiertamente, dijeron los dirigentes.
El vicepresidente Pardon Mwansa presentó un mensaje espiritual titulado “La Comisión de Nombramientos decidió hacer un cambio”. Su tema fue una alusión a lo que ocurrirá el próximo julio cuando muchos en el auditorio podrían ver su posición actual asignada a alguien más.
Al recordar lecciones de los personajes del Antiguo Testamento, Daniel y Samuel, el Pastor Mwansa dijo que una persona elegida para una posición, ha reemplazado a otra y que eventualmente eso podría también pasarle a ella.
“Somos llamados a servir y ministrar, no a un cargo o posición”, agregó.
Varios dirigentes de la iglesia procedentes de varias partes del mundo presentaron casos de estudio sobre cómo prepararse para cambios en el liderazgo; o en esa misma situación, cómo hacer un cambio necesario en una unidad administrativa dentro de su territorio. Varios delegados dijeron que un cambio en el liderazgo puede ayudar a la iglesia y enviarle una señal a la persona que ha sido asignada a otra posición.
“El cambio trae innovación. El cambio asegura que mantengamos el enfoque, y podemos retroceder si no cambiamos”, dijo Maria Fraser, miembro laico de la Unión Africana del Sur. “Cada uno va a tener debilidades, pero el secreto es la sinergia de los atributos y energías del equipo a fin de lograr lo mejor en favor de la iglesia”.
Don Livsay, presidente de la Unión del Lago, de la División Norteamericana, instó a sus colegas en la sala, a someterse a evaluaciones periódicas.
“Como administradores, generalmente preferimos que se nos practique una endodoncia, a ser evaluados. Por lo tanto, no sabemos si lo estamos haciendo bien o si lo estamos haciendo mal”, dijo.
Hizo un llamado a la formalización de evaluaciones en toda la denominación, lo cual mejoraría el balance y la actuación responsable en el liderazgo y vida personal de un administrador.
“Si nos desplomamos al no ser reelegidos, confirmamos ciertamente el no poder serlo”, dijo.
En última instancia, el secretario G. T. Ng imploró a los delegados, los cuales incluyen directivos de las 13 divisiones y presidentes de cada una de las 122 uniones, que consideraran su trabajo como uno de mayordomía.
“Si eres elegido a la misma posición, entonces te convertirás en mayordomo de esa nueva posición”.
Ng instó a los delegados a seguir su costumbre al final de cada periodo, de traer una caja de mudanza a su oficina y agradecerle a su asistente administrativa por el tiempo que trabajaron juntos.
Cada delegado se puso en fila para recibir una cajita miniatura que le recordara la sugerencia del Pastor Ng. Mientras los delegados se ponían en fila en los pasillos, un organista tocó el himno “It is well with my soul”, cuya traducción literal de su título sería “Todo está bien conmigo”, un himno más adecuado durante la temporada de elecciones, dijo, que himnos tales como “Cuán firme cimiento” o “Voy subiendo la escalera”.
Más tarde esta mañana, el Pastor Finley subió a la plataforma para presentar por casi una hora el tema “Hacia la unidad en el cuerpo de Cristo”.
El conocido evangelizador habló sobre cómo los líderes en ambos lados de la discusión sobre la ordenación de la mujer reaccionarían si un potencial voto en la Sesión de la AG el año próximo fuera diferente a sus propias convicciones.
Dijo que el asunto iba más allá de la ordenación de la mujer y tenía implicaciones en cuanto a cómo la iglesia solucionaba sus puntos de desacuerdo. Dedicó la mayor parte de su tiempo en tres “puntos álgidos” o “detonantes” en el libro de Hechos que amenazaron la unidad de la iglesia primitiva. “La disensión te desvía de la misión. Esa es la estrategia del diablo”, dijo.
Dijo que en el Nuevo Testamento, los patrones de resolución de diferencias incluyeron oración, búsqueda de respuestas bíblicas, discusión de los asuntos, consideración de lo que es mejor para la misión de la iglesia y, finalmente, tomar una decisión en conjunto sobre el asunto.
En cierto momento hizo una pausa para expresar sus ideas en cuanto al proceso de seguir adelante.
“¿Puedo hacer una humilde sugerencia? Cuando se ha estudiado un asunto por 40 años y se discute y se discute y se vuelve a discutir, muy pronto la gente toma una decisión respecto a cualquiera de los dos lados del mismo. Los continuos debates y discusión solamente provocan división”.
El Pastor Finley dijo que esperaba que la Iglesia Adventista, como la iglesia primitiva, pudiera aprender a vivir con la decisión sobre un asunto importante, porque las personas de ambos lados del debate “eran personas entregadas al mismo Jesús”.
“Cualquier decisión que se tome en cuanto a la ordenación de la mujer… y oro porque esta iglesia tome la decisión correcta; pero, en cualquier decisión que sea tomada, mi oración es que nada, sino la unida y profética misión de Dios sea el centro focal de nuestra vida”, dijo.
Los delegados tienen hoy la tarde libre y el Concilio Anual continúa esta noche con la primera parte del Concilio de Evangelización y Testificación.
Traducción por Gloria A. Castrejón