24 de noviembre de 2014 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Andrew McChesney/Adventist Review
Jill Biden, esposa de Joe Biden, vicepresidente de los Estados Unidos, expresó simpatía por una familia con dos hijos que huyó de la lucha en Ucrania oriental, y agradeció a ADRA por ayudar a la familia y a muchos otros desplazados por la violencia.
Biden visitó un refugio en las oficinas de ADRA en Kiev el viernes pasado, mientras su esposo se reunía con Petro Poroshenko, presidente del país, para analizar medidas para hacer frente a la tambaleante economía local.
Ucrania enfrenta un duro invierno después de varios meses de conflicto entre los separatistas independentistas y fuerzas del gobierno en Ucrania oriental. La violencia ha producido la muerte de más de 4300 personas e hizo que más de 460 mil huyeran a otras regiones de Ucrania o se cruzaran a Rusia, según las Naciones Unidas.
Después de reunirse con la familia ucraniana desplazada, Biden agradeció a ADRA y a sus socios, a la agencia estadounidense USAID y al Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas, por su obra en el país.
“Mi corazón está quebrantado después de este encuentro”, dijo, según la traducción ucraniana de sus declaraciones brindada por la Unión Asociación Ucraniana de la Iglesia Adventista.
“Muchos desplazados ni siquiera tienen un albergue temporario. Ante la llegada del invierno, esta tragedia podría transformarse en una crisis si no actuamos juntos”, dijo Biden. “Los gobienos y la sociedad civil, los ucranianos y sus amigos de toso el mundo necesitan actuar como equipo, como una sola misión humanitaria”.
Biden preguntó a la familia desplazada —Oleg y Svetlana, y sus dos hijos Katerina, de 13 años, y Andrei, de 12— por sus vidas en Donetsk, y cómo se las habían arreglado desde que huyeron, según la descripción que hizo de la visita Viktor Alyeksyenko, presidente de la Unión Asociación de Ucrania.
Svetlana dijo que había tenido dos trabajos en Donetsk, donde enseñaba psicología en la Universidad Técnica Nacional de Donetsk y ofrecía clases de música a niños talentosos en un colegio. Oleg dijo que tenía un título en música clásica, al igual que su esposa, pero que había trabajado en el negocio de los muebles.
Tanto Svetlana como Oleg agradecieron a la Iglesia Adventista, que opera ADRA, por ayudarlos a reinstalarse en Kiev, y dijeron que estaban volviendo a comenzar con la ayuda de los miembros de la iglesia.
En el presente, Svetlana da clases privadas de música, y Oleg ha regresado al negocio de los muebles. El matrimonio organiza periódicamente conciertos de música para recolectar fondos para otros que han huido de Ucrania oriental.
Jonathan Duffy, el presidente de ADRA Internacional que estaba de visita, dijo a Biden que quedó asombrado por la disposición de los ucranianos comunes de ayudarse mutuamente. Pero dijo que las necesidades superan por lejos los recursos.
“Desafortunadamente, la agencia aún tiene mucho trabajo en Ucrania”, expresó.
Al ofrecer apoyo financiero, E. Jed Barton, un destacado funcionario de USAID, anunció en la sede de ADRA que su agencia contribuirá con tres millones de dólares al Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas para ayudar a unas 120 mil personas desplazadas en Ucrania.
Vladimir Tkachuk, director de ADRA de la División Euroasiática de la Iglesia Adventista, que incluye a Ucrania, dijo que la visita de Biden brindó una bien recibida atención a ADRA, lo que podría ayudarla a incrementar sus esfuerzos.
“Esta clase de encuentro es sumamente importante para todos”, dijo Tkachuk en una entrevista. “La sede de ADRA Ucrania mostró que es una organización seria, que puede hacer bien su trabajo. ADRA Internacional tuvo la oportunidad de mostrar las ventajas de contar con una familia internacional unida. Pero lo más importante es que muchos que están pasando por momentos difíciles están recibiendo y recibirán ayuda”.
En meses recientes, ADRA, la Iglesia Adventista, y el Canal Hope de la iglesia han recolectado y distribuido doscientas toneladas de ayuda humanitaria bajo un proyecto asistencial denominado “Ángel Oriental”. El proyecto también ha reunido unos 505 mil grivnas (unos 35 mil dólares) en ayuda financiera para los desplazados.
En el presente, ADRA alberga a cinco familias en su refugio de Kiev, pero tiene lugar para hasta unas veinte. En los últimos seis meses, ha refugiado a unas cuatrocientas familias por períodos de un día a cuatro meses.
Guillermo Biaggi, presidente de la División Euroasiática de la Iglesia Adventista, agradeció a los donantes que han apoyado a ADRA, y dijo que él y otros líderes de la iglesia estaban orando por ADRA y por Ucrania.
“Oramos para que Dios traiga la paz en Ucrania oriental, y dé sabiduría a las autoridades de todos los países involucrados”, dijo Biaggi por vía electrónica. “También oramos por el proyecto de ADRA”.
Y añadió: “Nos sentimos agradecidos por las donaciones generosas y compasivas que se han sumado a ADRA para ayudar a los desplazados de la región. De esta manera, estamos siguiendo la maravillosa promesa de Cristo en Mateo 25:40 que expresa: “Respondiendo el Rey, les dirá: ‘De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis’”.
Traducción de Marcos Paseggi