15 de julio de 2016 | Niza, Francia | Andrew McChesney, director de noticias, Adventist Review

Los colores de la bandera nacional de Francia. (Pixabay)

Los líderes adventistas hicieron un llamado a los miembros de la iglesia local para que asistan a los afectados por el ataque de un camión que se cobró la vida de al menos 84 personas e hirió a muchas otras, entre ellos a siete adventistas, en la ciudad francesa de Niza.

Un camión grande atropelló una gran multitud que observaba los fuegos artificiales de la celebración del Día de la Bastilla en la noche del 14 de julio, dejando un reguero de muerte hasta que la policía disparó y mató al conductor.

“Queremos transmitir nuestra simpatía más sincera a las víctimas de este atroz acto de violencia y a todos sus seres queridos”, dijo Mario Brito, presidente de la División Intereuropea de la Iglesia Adventista, que abarca a trece países, entre ellos a Francia.

“Oramos por la rápida restauración de todos los que se han visto afectados por este injustificado acto de violencia”, dijo en una declaración.

La División Intereuropea, que citó a un pastor local, dijo que siete adventistas fueron heridos en el ataque. En una declaración posterior, dijo que tres de esos heridos, todos integrantes de la misma familia, habían sido hospitalizados con heridas que no revestían gravedad.

Ruben de Abreu, presidente de la Iglesia Adventista en Francia, dijo que las autoridades locales están buscando donantes de sangre, e instó a los miembros de la iglesia local a que busquen maneras de ayudar a los que estaban sufriendo.

“Esta tragedia tiene que ser una oportunidad para que los adventistas de Niza demuestren su solidaridad e involucramiento social”, dijo. “No alcanza con orar por las familias de las víctimas. Es necesario responder positivamente al pedido de donaciones de sangre. Donar sangre es un acto elemental de compasión, en especial cuando se producen emergencias”.

De conformidad con la decisión francesa de observar tres días de duelo, los líderes de la Asociación Francesa del Sur de la Iglesia Adventista invitaron a todas las congregaciones a que observen un momento de silencio y momentos de oración durante el culto del sábado.

El ataque de Niza, que se produjo durante el feriado nacional más importante de Francia, sigue a otros sucesos violentos en Irak, Turquía, Sudán del Sur, los Estados Unidos y en otros países, que han sacudido al mundo en las últimas semanas.

Ted N. C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista, expresó consternación en su página de Facebook de que “las recientes muertes trágicas de individuos en los Estados Unidos ahoran son seguidas de las terribles muertes en Niza, Francia”.

“Las muertes y circunstancias tremendas parecen estar incrementándose en diversas regiones del mundo. Oren por favor por las familias de los seres queridos que han perdido la vida a ambos lados del Atlántico”, dijo Wilson.

El presidente de la iglesia también solicitó oraciones por paz y estabilidad en todo el mundo.

“Renovemos nuestra relación con el Señor cada día, para que podamos estar listos para dar testimonio a favor de él ante cualquier suceso extraño que pueda producirse no importa dónde vivamos”, dijo. “El Señor quiere usar a su pueblo para que dé una conducta semejante a la de Cristo y una testificación al mundo, para que se puede ver lo que hace una vida transformada en medio de tanto caos y trauma. Permanezcamos firmes en la fe, confiando en el Señor en lo que respecta a nuestra seguridad y testimonio personal a otros, para que podamos señalar a las personas el Príncipe de Paz y su pronta segunda venida”.

Ahora es más importante que nunca hablar de “la gran esperanza de Jesucristo y su pronto regreso”, dijo Raafat Kamal, presidente de la Iglesia Adventista en la División Transeuropea, que tiene su sede en Gran Bretaña, del otro lado del Canal de la Mancha y Francia.

“Es con conmoción y profundo dolor que recibimos la noticia sobre la tragedia de Niza”, dijo Kamal en el sitio web de la división. “Seguimos siendo testigos de la manera en que se desarrolla el gran conflicto en nuestro mundo quebrantado, y se nos recuerda nuestra importante misión de hablar y vivir la gran esperanza de Jesucristo y su pronto regreso. Oramos por los que están de duelo frente a la pérdida de sus seres queridos, para que puedan ser consolados”.

Traducción de Marcos Paseggi

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