18 de diciembre de 2020 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Por: Ministerios de Salud de la Asociación General, Instituto de Investigaciones Bíblicas de la Asociación General, y Facultad de Farmacia y Salud Pública de la Universidad de Loma Linda

Los adventistas del séptimo día aguardan la venida de Cristo como la gran culminación de la historia y el fin de toda enfermedad, sufrimiento y muerte. Al mismo tiempo, se nos ha encomendado el mensaje adventista de salud, encarnado y expandido en los escritos de Elena White, que compendian la vida saludable por medio de conductas prácticas e integrales para un estilo de vida saludable.

Defendemos todas esas prácticas para mantener un sistema inmunitario saludable, y en la pandemia, se necesita hacer aún más. Elena White no fue tan solo un conducto inspirado de información de salud adelantándose a su tiempo, sino que también modeló la prevención práctica ante la enfermedad letal de su era, la viruela, y se vacunó contra ella, como así también lo hicieron los cercanos a ella.1 Hoy día, la viruela ha sido erradicada en todo el mundo.

Esperamos que este artículo responda preguntas, apacigüe los temores y resuelva algunos de los mitos y rumores prevalecientes, brindando de esa manera paz a los corazones de nuestros miembros al momento de tomar decisiones de salud con la orientación de sus profesionales de la salud.

Hay rumores y teorías conspirativas que usan la vacuna contra el COVID-19 como una interpretación y/o cumplimiento de la profecía. Pedimos al Instituto de Investigaciones Bíblicas de la Asociación General que hiciera comentarios al respecto, y a continuación compartimos su respuesta:

“La agitación global causada por la pandemia del COVID-19 ha generado especulaciones considerables relacionadas con eventos para el tiempo del fin e interpretaciones erróneas de la Biblia. Una perspectiva reciente, propaganda a través de los medios sociales y algunos sitios en Internet, ha presentado la teoría de que estas próximas vacunas para combatir el COVID-19 pertenecen a un proceso de control de la aplicación de la marca de la bestia.

Debería destacarse, sin embargo, que los adventistas sostienen la convicción de que la controversia del tiempo del fin se centrará en la ley de Dios, y en particular en el cuarto mandamiento (Apoc. 14:12). Asimismo, el mensaje del tercer ángel advertirá en contra de la recepción de la marca (Apoc. 14:9–11) e iluminará a la humanidad respecto de los temas relacionados con él.

Por esa razón, debería quedar claro que los adventistas entienden que la “marca de la bestia” no es una marca literal sino una señal de lealtad que identifica al portador como leal al poder representado por la bestia.

Desde una perspectiva distinta, otra visión especulativa sostiene que las vacunas hacen que los que las reciben sean impuros porque, supuestamente, se usan sustancias impuras para producirlas. Al respecto, debería clarificarse que las instrucciones bíblicas vigentes que prohíben el consumo de alimentos inmundos y sangre (Lev. 11:1–20; 17:11–12; Hech. 15:20) no se aplican a las vacunas por la obvia razón de que las vacunas son producidas como medicamento para salvar vidas, no para ser usadas como alimento.

Las especulaciones de esta naturaleza hacen que la Palabra de Dios caiga en descrédito y causan confusión entre los creyentes sinceros pero menos informados. Usar la introducción de una vacuna para promover un escenario escatológico de proporcione espirituales y cósmicas, u oponerse a ella sobre la base de una interpretación defectuosa de las Escrituras, solo distrae a los creyentes sinceros de los problemas proféticos reales y del compromiso de la Iglesia Adventista de proclamar el evangelio.

Es de esperar que una vacuna efectiva ayudará a frenar la pandemia actual. Esto protegerá la vida de los que aún necesitan saber del evangelio, como así también de los que ya han aceptado el evangelio y a quienes en consecuencia se les ha encomendado la proclamación del amor infinito de Dios a un mundo que sufre (Juan 3:16).”2

Ministerios Adventistas de Salud se basa firmemente en la Biblia, las enseñanzas del espíritu de profecía por medio de Elena White, y guarda consonancia con la ciencia de la salud con revisión de pares y basada en evidencias. Nos apoyamos en estos fundamentos para formular enfoques y consejos de salud. Ante los millones de contagiados y los muchos muertos, y ante los contagios globales en aumento, se han producido un número de vacunas en tiempo récord. Existen numerosas preguntas que las personas se están haciendo respecto de la vacuna del COVID-19.

Como iglesia, aunque apoyamos las recomendaciones de salud pública basadas en evidencias, también tenemos cuidado de no efectuar pronunciamientos que puedan ser interpretados como un remplazo de las pautas nacionales e internacionales de salud pública. Por esta razón, es importante que nuestros comentarios sean entendidos dentro del marco de nuestra posición oficial de la iglesia sobre la vacunación:

“La Iglesia Adventista del Séptimo Día da un fuerte énfasis en la salud y el bienestar. El énfasis adventista de salud está basado en la revelación bíblica, los escritos inspirados de Elena G. White (cofundadora de la Iglesia Adventista), y en publicaciones científicas con revisión de pares. Como tal, alentamos una vacunación responsable, y no tenemos una razón de índole religioso para no alentar a que nuestros adeptos participen responsablemente en los programas de vacunación protectora y preventiva. Valoramos la salud y la seguridad de la población, lo que incluye el mantenimiento de la ‘inmunidad de grupo’.

“No somos la conciencia del miembro de iglesia individual, y reconocemos las elecciones individuales, que son ejercidas por el individuo. La decisión de no vacunarse no es y no debería ser vista como el dogma o la doctrina de la Iglesia Adventista del Séptimo Día”.

Se han hecho esfuerzos de establecer un enfoque confiable basado en evidencias para el tratamiento del COVID-19. Adicionalmente, y en tiempo récord, se han producido vacunas que ahora están siendo usadas para ayudar a controlar la pandemia. Sin embargo, las personas tienen preocupaciones y preguntas respecto de las vacunas del COVID-19.

La autorización para el uso de emergencia (EUA) de la vacuna de Pfizer/BioNtech fue otorgada el 2 de diciembre de 2020 en el Reino Unido, y el 9 de diciembre en Canadá. En los Estados Unidos, la vacuna de Pfizer fue analizada por la Administración de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) y autorizada provisionalmente el 11 de diciembre. La vacuna de Moderna le seguirá.

En diálogo con la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Loma Linda (LLUSPH), Michael Hogue, decano de la Facultad de Farmacia de Loma Linda, quien cumple funciones en la Comisión Asesora del Grupo de Tareas sobre Prácticas de Vacunación Contra el COVID-19 del Centro de Control de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos, y en el Cuerpo Especial Sobre la Vacuna Contra el COVID-19 del Condado de San Bernadino en California, compartió las siguientes perspectivas relacionadas con las preguntas frecuentes que se hacen sobre las vacunas de Pfizer/BioNtech y Moderna. A continuación se presentan sus perspectivas y explicaciones a las preguntas más comunes.

Preguntas y datos sobre la vacuna

Pregunta: ¿Cambia la vacuna ARN mensajero (Ácido Ribonucleico mensajero) su ADN?

RESPUESTA: Ambas vacunas mencionadas están basadas en el ARN mensajero, que es la primera vez que se aplica a una vacuna, pero la tecnología ha sido usado en tratamientos médicos durante los últimos quince años. La vacuna entra al citoplasma de la célula (el fluido dentro de la célula), donde estimula la producción de anticuerpos para luchar contra el peplómero de proteína del SARS-CoV-2. Dado que no ingresa al núcleo de la célula huésped, no cambia el ADN o una estructura o función genética.

Pregunta: ¿Puede ser segura y efectiva, dado que fue desarrollada con tanta rapidez?

HECHO: Debido a la tecnología actual, el virus del SARS-CoV-2 fue secuenciado en días de ser identificado, y el trabajo para producir una vacuna comenzó inmediatamente. La muestra del estudio grande es de cuarenta mil personas (la muestra de estudio promedio de la FDA suele ser por lo general de solo 27 mil). Han pasado dos meses de un estudio de dos años. Se están monitoreando cuidadosamente los datos.

La primera dosis mostró una protección de respuesta inmune del cincuenta por ciento. La segunda dosis alcanzó una protección del 95 por ciento. (Solo la vacuna contra la Hepatitis A tiene un índice mayor de prácticamente el 100 por ciento). El estudio estuvo bien diseñado y representó en forma muy cercana la demografía de los Estados Unidos, con la excepción de los pueblos indígenas de los Estados Unidos (y el estudio actual está trabajando para rectificar esa situación). La eficacia y los efectos secundarios fueron similares en todos los grupos étnicos.

Pregunta: ¿Son peligrosos los ingredientes y conservantes de las vacunas?

HECHO: No hay conservantes en estas dos vacunas contra el COVID-19. Es por ello que requieren ser almacenadas y transportadas a muy bajas temperaturas. La vacuna es purificada cuidadosamente.

Pregunta: ¿Cuáles son sus efectos secundarios?

HECHO: Hasta el momento, el diez por ciento de los sujetos han reportado fiebre al segundo día, y en 24 horas, entre el 50 al 60 por ciento informó sentir algunos dolores. Hasta el momento no se han producido efectos secundarios serios con la vacuna de Pfizer/BioNtech, lo que incluye tres casos de reacciones alérgicas significativas (inusualmente bajas; probablemente debido a que no contienen conservantes).

El doctor Hogue comentó asimismo que si una persona ya ha tenido un test positivo contra el COVID-19 en el pasado, esa persona aún puede vacunarse; simplemente incrementará los niveles de anticuerpos de la persona. También señaló que recibir la vacuna en los Estados Unidos es voluntario, no obligatorio.

La eficacia de las vacunas de Pfizer/BioNtech y Moderna es similar, pero no son intercambiables (si una persona comienza con una, la segunda dosis tiene que ser de la misma marca). Para la vacuna de Pfizer, hay un intervalo de 21 días entre las dos dosis; se informa que para la vacuna de Moderna, el intervalo será de 28 días entre las dosis. La vacuna no está autorizada para ser usada durante el embarazo o en los menores de 16 años.

Conclusión

La vacunación, junto con la higiene y el agua pura, han sido fundamentales para la longevidad mejorada que se ve en el mundo donde se han aplicado estas intervenciones. Las vacunas han sido usadas desde hace mucho por miembros de la Iglesia Adventista en todo el mundo. Junto con buenas prácticas de salud, han brindado protección contra muchas infecciones y prevenido la enfermedad y la muerte.

Después de ser testigos de la magnitud global de la pandemia, de las muertes, las discapacidades y los efectos a largo plazo del COVID-19 que están emergiendo en todos los grupos etarios, alentamos a nuestros miembros a que consideren la vacunación responsable y la promoción y el apoyo al desarrollo de lo que comúnmente se denomina inmunidad de grupo (inmunidad comunitaria preexistente de aproximadamente el ochenta por ciento de los individuos como resultado de una infección o vacunación previa).

Reiteramos: LA DECISIÓN DE VACUNARSE O NO ES ELECCIÓN DE CADA INDIVIDUO, Y DEBERÍA TOMARSE EN CONSULTA CON EL PROFESIONAL DE SALUD DE CADA PERSONA. ES IMPORTANTE LA INVESTIGACIÓN PERSONAL SOBRE EL TEMA. EN ÚLTIMO TÉRMINO, NOS APOYAMOS EN SEGUIR LAS PRÁCTICAS BÍBLICAS DE SALUD Y EL ESPÍRITU DE PROFECÍA, Y EN SEGUIR LA CONDUCCIÓN DIVINA EN NUESTRA VIDA, LO QUE NOS TRAERÁ PAZ Y SEGURIDAD RESPECTO DE NUESTRA DECISIÓN.

____________________________

1. En relación con la vacunación contra la viruela, D. E. Robinson, uno de los secretarios de Elena White, con fecha del 12 de junio de 1931, escribió lo siguiente respecto de la actitud de la señora White hacia la vacunación:

“Ud. pide información definida y concisa concerniente a lo que la Hna. White escribió acerca de la vacunación y del suero.

“Es posible contestar brevemente esta pregunta, porque hasta donde tenemos registro, ella no se refirió a estas cosas en ninguno de sus escritos.

“Sin embargo, le interesará saber que una vez cuando había una epidemia de viruela en la región, ella misma fue vacunada, e instó a sus colaboradores, los que trabajaban con ella, a que se vacunaran. Al dar este paso, la Hna. White reconoció el hecho de que ha sido demostrado que la vacuna inmuniza contra la viruela o bien atenúa enormemente sus efectos si es que se la contrae. Reconoció también el peligro de contagiar a otros si no se tomaba esta precaución. [Firmado] D. E. Robinson”. (Mensajes selectos, t. 2, p. 348).

2. Instituto de Investigaciones Bíblicas de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día, Diciembre de 2020.

Traducción de Marcos Paseggi

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