Padre e hijo usaron su tiempo de vacaciones para estrechar vínculos y ayudar en la campaña para aliviar el hambre debido a la pandemia.

3 de agosto de 2021 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Por Kimi-Roux James, Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales

Después de enfrentar fuertes corrientes, mosquitos y calores extremos, Hearly Mayr, padre; y su hijo, Andreas, llegaron finalmente al punto final de su jornada de 320 kilómetros en kayak a lo largo de Chesapeake Bay, en Maryland, Estados Unidos, el 31 de julio de 2021.

Chesapeake Bay (Bahía) es el estuario o desembocadura de río más grande en los Estados Unidos y es un sitio considerado como patrimonio mundial, que se extiende por más 11,600 kilómetros cuadrados.

Ambos dieron comienzo a su aventura el 16 de julio en Elk River, en Elkton, Maryland. Tanto familiares, como amigos, representantes de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA), de la Academia Adventista Atholton, de la Iglesia Adventista New Hope, de la División Norteamericana y de la comunidad local, se reunieron con ellos para expresarles sus buenos deseos en la jornada, orar con ellos y darles ánimo.

Andreas y Hearly Mayr remaron en kayak hasta el último final de su Bay 200 Challenge. [Imagen: Pedro Zavarce]

Al avanzar en su jornada, corriente abajo, por la bahía, padre e hijo hicieron algunas cuantas paradas para descansar. En algún punto, su viaje tuvo que retrasarse por motivo de fuertes lluvias, por lo que decidieron esperar un día para evitar tales condiciones. El objetivo era llevar a cabo el viaje en 12 días, pero tuvieron que terminar la jornada en 15. El padre estuvo poniendo al tanto a sus seguidores en Instagram y Facebook casi diariamente y animando a la gente a hacer donaciones en favor de la causa de ADRA.

Hacer una diferencia . . . haciendo

“Hay tantas cosas por las que debemos estar agradecidos”, dijo el Sr. Mayr. “Tenemos empleos, servicios de salud, acceso a la escuela, una casa, alimentos y muchas otras cosas. Tristemente, muchas personas aquí en los Estados Unidos y en todo el mundo, no pueden decir lo mismo. Al contar nuestras bendiciones, sabíamos que teníamos que hacer algo para ayudar a otros. Esa es la razón por la que decidimos usar nuestra vacación de verano para lanzar el “Bay 200 Challenge” para hacer que nuestra comunidad sepa que, aun cuando la pandemia está posiblemente mejorando en los Estados Unidos, personas aquí en nuestro país y en otros países están todavía enfrentando diariamente muy serios desafíos relacionados con la pandemia de COVID-19, especialmente el hambre”.

Gracias a Hearly y Andreas Mayrs, a quienes apoyaron el Bay 200 Challenge y a quienes apoyan la campaña de ADRA para aliviar el hambre debida a la pandemia, ADRA sobrepasó su blanco de colecta de fondos financieros, con un total de US$ 9.9 millones, el 31 de julio. Los ingresos ayudarán a familias en todo el mundo a tener acceso a alimentos y otros artículos esenciales al haber sido golpeados duramente por la pandemia de COVID-19.

Simpatizantes viajaron muchas millas para dar la bienvenida a los remeros en la costa oriental de Virginia. [Imagen: Pedro Zavarce]

“Felicitamos a Hearly y Andreas por su enorme logro”, dijo Matthew Siliga, vicepresidente de ADRA para mercadeo y desarrollo. “Hay tantas otras formas como hubieran podido pasar el verano, pero ellos eligieron crear conciencia y levantar fondos financieros en favor de comunidades que día a día deben viajar largas distancias para tener acceso a agua, educación y cuidados de salud. ADRA agradece a Hearly y Andreas por su apoyo; pero, sobre todo y más importante, por su compromiso a la tarea de aliviar la pobreza”.

“Lo que Andreas, un Conquistador del Club de Conquistadores New Hope Nighthawk, ha hecho en las últimas semanas, ha sido extraordinario”, dijo Armando Miranda Jr., director asociado de ministerio de jóvenes y adultos jóvenes de la División Norteamericana. “Su resiliencia y creciente deseo de hacer una diferencia, es un ejemplo para muchos.

“Los Conquistadores están orgullosos de Andreas por la diferencia y el impacto que él y su padre, Hearly, fueron capaces de hacer a través de este desafío”, añadió Armando Miranda. “Esperamos que muchos Conquistadores más se den cuenta de que también ellos pueden ser influenciadores y agentes de cambio y que no necesitan tener un kayak o hacer algo grande, sino que pueden hacer cosas similares en su comunidad para crear conciencia acerca de asuntos importantes”.

Padre e hijo llegaron al final de la jornada y se abrazaron por la faena bien lograda. [Imagen: Pedro Zavarce]

Remando hasta llegar al final

Simpatizantes del padre y del hijo viajaron en automóvil por varias horas hacia la costa oriental en Virginia para celebrar en persona el logro alcanzado por la familia al llegar a su meta final. Estuvieron presentes la directora, estudiantes y personal de la Academia Adventista Atholton, la pastora y miembros de la Iglesia Adventista de New Hope, donde asiste la familia Mayr, miembros del personal de ADRA y representantes de la Iglesia Adventista del Séptimo Día Cornerstone, la congregación en esa zona de Virginia.

“Los compañeros de escuela y maestros de Andreas están orgullosos de él por haber remado todo este impresionante kilometraje a través de Chesapeake Bay bajo algunas agotadoras condiciones”, dijo Miya Kim, directora de la Academia Adventista Atholton “Qué forma tan maravillosa de ayudar a otros, en todo el mundo, en sus problemas debidos a los devastadores efectos del COVID-19. El valor y la determinación de Andreas va a ser de inspiración para los jóvenes y van a usar su experiencia como forma de hacer una enorme diferencia en la vida de otras personas”.

“Oramos en favor de ellos a través de la jornada y estamos felices de que regresaron sanos y salvos”, dijo Marilyn Scott, pastora para asuntos familiares de la Iglesia New Hope. “No podríamos estar más orgullosos. Con increíble resistencia y resolución, Hearly y Andreas demostraron lo que significa ser un miembro de New Hope  —vivir el reino de Dios en la práctica en dondequiera que estemos—, mostrando empatía, protegiendo y amando a nuestros  prójimos”.

El dúo de remeros recibió varios reconocimientos y fueron honrados por su sobresaliente logro. [Imagen: Pedro Zavarce]

ADRA premió a ambos con un trofeo de cristal, de estrella azul, como expresión pública de aprecio por su forma creativa de hacer despertar la conciencia acerca de la campaña de alivio al hambre y la pobreza debido a la pandemia y por lograr la hazaña a pesar de los obstáculos..

La estación radial WGTS 91.9 reconoció también el logro de padre e hijo con la presea “Hometown Heroes” (héroes comunitarios) en una presentación por radio por haber “ido más alto y más allá para hacer una diferencia”.

Adicionalmente, Andreas fue honrado con un distintivo de kayak, de manos de la pastora Scott, a nombre del club de Conquistadores de la iglesia, por haber cumplido satisfactoriamente los requisitos de la especialidad de kayak recreacional. Los honores de Conquistadores, que suman un total de  693, se entregan a jovencitos de entre 10 y 15 años que demuestren conocimientos y habilidades en función del crecimiento personal de la persona, descubrimiento espiritual, servicio a los demás, salud y aptitud física, vida campestre y estudio de la naturaleza.

Andreas recibió también un certificado de aprecio por parte de la Academia Adventista Atholton, juntamente con un obsequio monetario no especificado.

Verdaderos vencedores

Al acercarse los dos a la orilla, donde los recibió el pequeño grupo de simpatizantes, fue Andreas el que llegó primero, a pesar de la expresión de cansancio de su rostro. El padre y el hijo se abrazaron antes de dirigir algunas palabras de agradecimiento.

“Aprendimos mucho acerca de la bahía, conocimos a personas maravillosas y amables y nos sentimos sumamente motivados cada día por nuestros seguidores en los medios sociales como para seguir adelante y terminar lo que habíamos comenzado”, dijo el padre. “Animo a más familias a encontrar formas creativas de pasar tiempo con sus hijos y aportar algo a la comunidad. Es una inversión que vale la pena”.

Añadió que aunque cumplieron con su desafío, la pandemia sigue siendo una lucha continua y que las personas más vulnerables en el mundo han sido las más golpeadas por ella.

Por lo menos 155 millones de personas en 55 países sufrían de aguda inseguridad alimentaria en 2020 y en necesidad de asistencia urgente; y esas cifras podrían continuar aumentando, afectando desproporcionalmente a mujeres y niñas y a comunidades de ingresos bajos y medianos. Además, por causa de las perturbaciones relacionadas con la pandemia, conflictos, y cambios en el clima, se espera que los niveles del hambre en docenas de países con inseguridades de alimentación, aumenten a una proporción de cinco años en 2021, de acuerdo con el  Informe Global sobre Crisis Alimentaria 2021.

Padre e hijo tienen planes de tomar unos cuantos días para descansar y pasar tiempo con el resto de su familia.

La versión original  de esta historia la publicó la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales.

Traducción – Gloria A. Castrejón

 

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