22 de noviembre de 2022 | St. Catherine, Kingston, Jamaica | Kimarley Medley y Noticias de la División Interamericana
No satisfecho con tan solo servir en la Iglesia Adventista del Séptimo Día mediante la predicación, la enseñanza y la consejería en su país nativo de Jamaica, el pastor Kemar Douglas completó la carrera de medicina.
Después de cuatro años de estudio, Douglas es un residente médico en el Hospital May Pen, después de graduarse de la Escuela de Ciencias Médicas del Caribe en Kingston, Jamaica, el 30 de octubre de 2022, con honores, y también es receptor de un Premio del Rector por Desempeño Académico y Liderazgo.
Douglas, de 43 años, completó su título médico mientras era pastor de un distrito de cinco iglesias y 2100 miembros.
“Hallar el equilibrio no fue fácil”, dijo Douglas. “Le había encomendado mi vida a Dios y al ministerio del evangelio, y que cuidara a mi familia, y tuve que asegurarme que ninguno sufriera, aun si no podía hacer todo”. Tuvo que ver con depender de Dios, su esposa y los ancianos de iglesia para que lo ayudaran en el ministerio, añadió.Respetado y querido
Joyce Tennant Stewart, primera anciana de la iglesia adventista en Linstead, tiene mucho positivo que decir de la obra del pastor Douglas.
“Es muy trabajador, y está sumamente interesado en la misión. Se dedica a equipar a los miembros y otros para que impartan correctamente la Palabra de Dios”, dijo Stewart. “Es muy respetado, querido, humilde, amable y apreciado, y jamás duda en servir a la iglesia y a la comunidad”.
Después de graduarse de la Escuela Secundaria Calarbar en Kingston, Douglas siguió la carrera de teología en la Universidad Norteña del Caribe (NCU) en Mandeville, donde obtuvo un título de grado en religión y teología en 2001, y entonces una maestría en religión en 2022. Asimismo, obtuvo un doctorado en ministerio (en liderazgo) del Seminario Teológico Adventista Latinoamericano en 2017.
El deseo de ser médicoEl deseo de ser médico siempre había estado presente, pero Douglas había sentido el llamado al ministerio, dijo. Pero lo que finalmente lo llevó a seguir medicina fue una profunda convicción de parte del Señor de que había llegado el momento.
“En mi graduación con el título de doctor en ministerio, sentí que había hecho todo lo que el Señor había requerido de mí académicamente para servir en su causa y en la iglesia, pero al saludar a las personas después de la ceremonia, uno de mis colegas graduandos que conocía mi pasión por la salud y el bienestar dijo que ahora era hora de que siguiera medicina”. Otros me animaron a buscar el título médico.
Douglas describe su travesía como una en la que Dios le fue abriendo puertas y el camino cuando parecía que no los había.
Llegar hasta este momento no ha sido fácil para Douglas. Fue una experiencia estresante, admitió, al vivir y trabajar, con una familia de tres varones de 10, 11 y 15 años, y teniendo que dedicarme al estudio. También enfatizó que en muchas ocasiones tuvo que ponerse de parte de su fe durante su carrera. “A menudo, como resultado de mis convicciones bíblicas, la cuestión del sábado, el creacionismo y la reforma prosalud, pasé por momentos tensos, porque jamás comprometí mi fe por las actividades relacionadas con el estudio”.
Nada que lamentarEl estudio ha hecho que Douglas llegue a apreciar plenamente el mensaje de salud presentado por Elena G. White, una de las fundadoras de la Iglesia Adventista. “Estudiar también me ha ayudado a sentirme autorrealizado, y ha profundizado mi dependencia de Dios”, añadió Douglas. “En esas instancias pude ver que Dios obró milagro tras milagro en mi favor, y me fue abriendo puertas que jamás pensé que existían”.
La salud y el bienestar en una necesidad que todos sienten, dijo Douglas. “Dios me ha preparado para servir a su iglesia y la comunidad de una manera que combina la mente, el cuerpo y el espíritu de manera integral y que le da gloria a su nombre”.
Ser capaz de satisfacer las necesidades de las personas, ofrecer una comprensión de cuál es su afección física, y entonces brindar orientación espiritual, además de instrucciones para la reforma prosalud, constituye una bendición y un gozo maravillosos para él, explicó Douglas.
Douglas ha prometido que dedicará su vida al ministerio del evangelio, pero que también utilizará su preparación para beneficiar a la iglesia y la comunidad.
“No tengo intenciones de dejar de ser pastor”, dijo. “Me encanta enseñar y liderar al pueblo de Dios. Sin embargo, ahora me encuentro en el primer año de entrenamiento después del título médico, como residente en el Hospital May Pen en Clarendon, y estoy aguardando con ansias conseguir una licencia, de manera que pueda ver pacientes y logre ayudarlos a lograr y conservar una salud óptima.
Un prodigio adventistaLa preocupación sobre cómo atender a la familia, la obra pastoral y el estudio estuvo presente en la mente de los líderes de la iglesia en la Asociación Central de Jamaica, donde Douglas también es director de ministerios de salud. “Ahora es un prodigio adventista, y lo probó destacándose en todos los desafíos del trabajo en la iglesia, mientras que conservó su promedio y se graduó con honores”, dijo el pastor Nevail Barrett, presidente de la Asociación Central de Jamaica. “Celebramos y lo felicitamos, y nos sentimos muy orgullosos de él y sus logros”.
El doctor Douglas es pastor principal de la iglesia adventista de Portmore, en St. Catherine, la iglesia adventista más grande de Jamaica. Antes prestó servicios como director del departamento de comunicación, relaciones públicas y libertad religiosa. Douglas ha estado prestando servicios a la Iglesia Adventista por más de 21 años.
Douglas también encuentra tiempo para ofrecer servicios a la comunidad como Juez de Paz de la parroquia de St. Catherine, y capellán voluntario de la Fuerza Policial de Jamaica en St. Catherine.
“Si sienten el llamado de Dios para seguir un determinado curso y eso está de acuerdo con la Biblia y el espíritu de profecía, avancen por la gracia de Dios”, dijo Douglas. “Confíen en Dios y en los tiempos de Dios. Agradezco a Dios por sus bendiciones en mi vida, porque le debo todo a él”.
Traducción de Marcos Paseggi