Silver Spring, Maryland, Estados Unidos … [Ansel Oliver/ANN]

«Pregúntele a un joven: ‘¿Son malas las drogas?’ Ellos dirán: ‘Sí’. Pero ¿Qué haces cuando estás solo?», dice la Doctora Kathleen Kuntaraf, médico y directora asociada del ministerio de salud de la Iglesia Adventista del Séptimo día.

«Usted no puede decirle a un adolescente que ame –ellos no saben cómo. Por naturaleza, ellos se menosprecian unos a otros a causa de la inseguridad. Así que con este curso ellos están siendo aceptados con honor, dignidad y respeto como hijos de Dios, y tienden a unirse hacia el final de la semana”, dice Kuntaraf.

La conferencia de formación Youth Alive (Juventud Viva), un taller de seis días, está basada en el programa original adventista Youth-to-Youth (De Joven a Joven), creado por la Dra. Patricia B. Match, del ministerio de salud de la iglesia, para crear influencias positivas de compañeros. Fue lanzado nuevamente en 2001 bajo su nuevo nombre con el esfuerzo cooperativo de los departamentos de Familia, Salud, Jóvenes y Educación, de la iglesia.

Aunque no es un programa para tratar a aquellos que abusan de las drogas, Kuntaraf dice que este programa busca prevenirlos de envolverse en ellas.

Ella dice que mucha gente usa drogas para escapar de sus problemas. “Este programa va más allá de las drogas, a los síntomas”, dice.

Las reglas de Juventud Viva (Youth Alive) no permiten insultos –no debe haber un hablar degradante. Su propósito es construir buenas relaciones entre los jóvenes. Los chicos son divididos en “grupos de amistad” no mayores de 12 miembros. A cada participante se le da un nombre «para pensar»: Edwin, enérgico; el popular Aaron; la tierna Karen –de modo que la gente pueda concentrar su atención en la parte positiva de cada participante. Los juegos son cooperativos, no competitivos.

“Usualmente toma unos pocos días para que los chicos se sientan interrelacionados”, dice Kuntaraf. “No puedo decirles cuántas veces he visto un cambio en el rostro de alguien. Algunos participantes caminan después a través del salón, abren sus libros de tareas, leen algo, lo cierran y continúan caminando. Se sienten tan felices de ser apreciados.” Dice Kuntaraf.

“Otros chicos oyen acerca de este programa y desean poder unirse también. La gente quiere estar en este ambiente de ser apreciados”, dice Kuntaraf.

Ella dice que el programa Youth Alive más exitoso fue en Mongolia, donde 204 jóvenes –la mayoría no miembros de la Iglesia Adventista del Séptimo Día –participaron. También estaban entre los asistentes los dos primeros adventistas en Mongolia. Hoy hay 524 adventistas –el 95 por ciento jóvenes –en Mongolia, el más alto índice de crecimiento para cualquier nación donde exista la Iglesia Adventista. “Hay un crecimiento del 100 por ciento cada año, y para pensar, ellos son mayormente jóvenes”, dice Kuntaraf.

El club regular Youth Alive puede ser incorporado a cualquier programa juvenil existente, manteniendo el ambiente de “conexión con Dios y los unos con los otros”, los cuales son los dos factores vitales que protegen a la juventud de verse envuelta en relaciones de riesgo, de acuerdo con Kuntaraf.

Youth Alive ha llegado a ser un programa constante en las Filipinas desde que fue introducido allí. El más grande desafío que enfrenta Youth Alive es el establecimiento de un club local permanente de Youth Alive, de acuerdo con Abraham T. Carpena, el director de ministerios de salud para la Iglesia Adventista en la región. “Esta es la clave para este programa, a fin de ver la efectividad continua. Pero el problema que estamos encontrando es el rápido cambio de liderazgo en las regiones locales –[más o menos] una vez cada tres años. Por causa de esto, la próxima persona en el cargo puede no tener suficiente conocimiento del programa. Esa es una de las causas de la irregularidad del programa”. Carpena tiene cuatro programas Youth Alive previstos para el próximo año.

Youth Alive tomó lugar en casi cada distrito local de la región Euro Asiática de la iglesia este año, de acuerdo con Nadezhda A. Ivanova, director de ministerios de salud para la iglesia en esa región. El programa allí involucra de 150 a 200 adolescentes.

“He visto un extraordinario cambio en nuestra gente joven al final del programa, dice Ivanova. “No sólo es una acción preventiva contra la droga, sino también una manera de ayudar a nuestros adolescentes a aprender más acerca de sí mismos, mejorar sus relaciones con otras personas y desarrollar habilidades de liderazgo”.

La próxima sesión de Youth Alive tendrá lugar en Hong Kong, del 5 al 11 de julio de 2004.

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