Bonao, Monseñor Nouel, República Dominicana…[Libna Stevens/ANN]

 

La policía llevó de vuelta a casa de sus padres, completamente ileso, a un niño de siete años de edad, 16 horas después de haber sido secuestrado el 7 de diciembre. El niño fue raptado luego de que sus secuestradores lo forzaran a desviarse de su camino a casa, en el recinto de la Universidad Adventista de República Dominicana, en Bonao, capital de la provincia de Monseñor Nouel, a 89 Km. de Santo Domingo, capital del país.

“Es un milagro que nuestro hijo esté vivo”, dijo el padre del niño, Ysaias Javier Domínguez, vicerrector financiero de la universidad… “Dios es el único que ha obrado en toda esta situación”.

“Horas después que el niño fue secuestrado, Javier recibió una llamada de los delincuentes, quienes le pidieron pagar la suma de 800.000 pesos (3.000 dólares).

Javier inmediatamente se dirigió a la policía. Luego recibió una segunda llamada de uno de los secuestradores, quien amenazó con matar a su hijo si la suma no era pagada. Javier dice que reconoció la voz al teléfono como la de un guarda nocturno de seguridad empleado por la universidad dos años atrás. Habiendo provisto este dato a la policía, ellos localizaron al niño rápidamente, en una casa ubicada a seis 10 kilómetros de la universidad.

El antiguo guarda de seguridad, quien según informes de la policía tenía un récord criminal, y otro de los presuntos delincuentes, fueron asesinados en un intercambio de disparos con la policía.

Javier dice que notificó a la sede de la iglesia en Santo Domingo inmediatamente después que su hijo desapareció. La noticia se regó rápidamente por todo el recinto universitario, y los adventistas de toda la isla oraron por el regreso seguro del niño.

“Nuestra iglesia nunca había experimentado algo así con uno de sus miembros, y alabamos al Señor por su intervención”, dice Silvestre González, director de comunicación para la iglesia en la República Dominicana.

“Este es el primer secuestro de un menor en nuestra ciudad”, agregó Javier.

Javier dice que se sorprendió de la rapidez con la cual su hijo regresó a casa, y agregó que los oficiales de la policía le dijeron que normalmente las negociaciones con los secuestradores toman tres días.

El incidente obligó a los líderes de la universidad a  implementar más medidas de seguridad en el campus. La universidad ha contratado a una agencia de seguridad, para trabajar en conjunto con el equipo interno de seguridad de la institución, a fin de hacer más efectiva la protección de los más de 1000 estudiantes y directivos que viven en el recinto universitario.

El niño, quien es el mayor de tres hermanos, dice que está feliz de volver a ver a sus padres y demás allegados. Él volverá a la escuela en Enero.

Derechos Reservados ® 2004 por Adventist News Network.

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