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27 de febrero, 2009 – Kingston, Jamaica…Mark A Kellner, Editor de Noticias de Adventist World (Mundo adventista)

La transición llegó apacible en una brisa caribeña el 26 de febrero cuando el país de Jamaica instaló a un pastor adventista del séptimo día como su Gobernador General, o jefe de estado, en una solemne ceremonia a la que asistieron miles y fue transmitida a nivel nacional.

El doctor Patrick Linton Allen, hasta hace poco presidente de la Unión de las Indias Occidentales de la Iglesia Adventista del Séptimo Día y un veterano pastor de iglesia y administrador, se convirtió en el sexto Gobernador General, al tiempo que una banda de las Fuerzas de la Defensa de Jamaica tocaba el himno nacional y cantaba un coro de la Universidad Adventista del Norte del Caribe.

Allen fue nombrado para la posición el 13 de enero por la recomendación del Primer Ministro de Jamaica, Bruce Golding y la aprobación de la Reina Elizabeth II, a quien Allen representará en la isla. El remplaza a Sir Kenneth Hall, un profesor y administrador educacional que se retira por cuestiones de salud.

El nuevo desempeño de Allen también implica nombrar y disciplinar a oficiales del servicio civil, y convocar o dejar ir el Parlamento. Como lo puntualizó el Daily Observer en una historia que anunciaba la inauguración de Allen, su consentimiento es necesario para implementar las leyes» y «sólo en pocos casos está habilitado para actuar a discreción propia.

Allen es oriundo de Fruitful Vale, en el distrito de Portland, y un triple graduado de la universidad adventista Andrews University en Berrien Springs, Michigan, Estados Unidos. Se desempeño como presidente de unión desde el año 2000 y como presidente de la North Caribbean University (NCU). El pastor Derek Bignall, que ofreció la bendición en la toma de posesión de Allen, asumió las dos posiciones.

La instalación eleva a dos el número de personas de la Iglesia Adventista del Séptimo Día para servir como Gobernador General en el Caribe. El otro fue Sir James Carlisle, un odontólogo y laico que es el anterior Gobernador General de Antigua y Barbuda, habiendo servido de 1993 a 2007.

Ceremonia y tradición fueron sellos del evento, que empezó soleado, seguido por una lluvia a media tarde y terminó después de la puesta del sol. El Primer Ministro Golding y su esposa, Lorna, una adventista del séptimo día, estuvieron presentes, junto con el líder de la oposición, Portia Simpson Miller, M.P., anterior Primer Ministro Edward Seaga, anterior Gobernador General Sir Howard Cook, y una fuerza de otros líderes nacionales. Dignatarios regionales incluyeron al Gobernador General de St. Kitts y Nevis, y los presidentes de Dominica y Trinidad y Tobago.

Allen llega a su puesto en un tiempo de gran preocupación nacional aquí: la economía, como con muchos de los comercios mundiales, está en conmoción, con el turismo y el comercio afectados por la desaceleración en Estados Unidos, Inglaterra y Europa. También son problemas el crimen y la violencia. La mañana de la inauguración de Allen trajo consigo titulares sobre una muerte violenta en una fiesta batel en el puerto de Kingston

«Los jamaiquinos están afectados – en lo económico, financiero, social, mental y espiritual», concedió Allan en un discurso pronunciado al final del acto de toma de posesión. Su discurso era el eco de diversos temas tradicionales adventistas, aun si en forma apropiada implicaba un lenguaje secular.

Trayendo a colación la situación económica, señaló: «¿No debería esto retarnos a encontrar formas alternas de proveer para nosotros mismos al usar los recursos naturales con los que somos bendecidos: el agua, la tierra, el suelo fértil y el buen clima todo el año? Esta podría también ser la oportunidad para alimentarnos a nosotros mismos, depender menos de los bienes importados, promover un estilo de vida más saludable y mejorar la calidad de nuestra dieta al comer más de lo que cosechamos de la tierra».

En la continua violencia en Jamaica, dijo que la nación tiene espacio «para diálogos…a fin de resolver nuestras disputas sin recurrir al uso de la violencia. Tenemos una reputación de ser amigables hacia los visitantes. ¿Por qué no podríamos llevarnos bien unos con otros y ayudarnos mutuamente?

Y dijo, «Debemos abrazar los valores que desarrollará una sociedad justa y nos definirá como un pueblo -respeto, equidad, puntualidad, perdón, compartir, preocupación y dando una mano ayudadora».

«Cada uno de nosotros tiene que participar en este sanidad, la restauración, y en su momento, la prosperidad de esta nación. No hay nada equivocado con Jamaica que no pueda ser arreglado con lo que está correcto en Jamaica.

El Primer Ministro Golding dijo, «Nuestro Gobernador General sirve como un icono de unidad nacional, alguien que se coloca por encima de las diferencias partidistas y sectoriales (STET), alguien que abraza al país completo y a quien el país entero puede abrazar».

El nombramiento de un pastor adventista del séptimo día a esta posición – que Golding dijo se convertiría en Presidente si los jamaiquinos ratifican un referendo que cambie la nación a una república – «es un testimonio al carácter pluralista, de diversidad confesional de nuestra sociedad y refleja el verdadero espíritu y esperanza de nuestro país. Cualquier persona, sin reparos en el color de la piel, clase o credo, cuán humilde sean sus comienzos, puede surgir para ocupar la posición más alta en nuestra tierra».

Allen mismo mencionó esto diciendo, «Sería dejadez de mi parte no mencionar las personas en esta audiencia y fuera quienes han contribuido, de una forma u otra», al desarrollo de su vida.

«Como chico proveniente de una modesta familia en el extremo de la comunidad de Portland de Fruitful Vale, he dado un paso a la vez hacia mis objetivos», dijo Allen, «…sin preocuparme a dónde me llevará el próximo paso».

Al comienzo de la semana, según el Servicio de Información de Jamaica, la agencia noticiosa del gobierno, Allen le dijo a los líderes adventistas en la Universidad Norteña del Caribe, «La decisión de aceptar el ofrecimiento del Primer Ministro no fue tomada con facilidad, pero es el resultado de mucha oración y congoja.

«´Confiamos en que la senda que estamos listos a seguir, será correcta porque Dios es el que dirige. Es la acción del Señor, no la nuestra'», JIS citó lo afirmado por Allen.

Y como concluyeron los comentarios de Allen, él ofreció una dedicación a su nación y a su pueblo, al decir, «Creo en Jamaica. Creo en la gente de Jamaica. Mi cometido es hacer lo mejor al cumplir con mis responsabilidades. Confío en el apoyo de mi esposa y mejor amiga, Patricia, al enarbolar la dignidad de este puesto, y la confianza que se ha depositado en mí».

La iglesia adventista del séptimo día en Jamaica mantiene una larga tradición y los miembros de la iglesia componen cerca de 12 por ciento de la población aquí. Las raíces religiosas de Allen estimuló cierta controversia sobre su nombramiento, pero en un editorial, el periódico local Gleaner «nosotros, sin embargo, no compartimos los temores expresados respecto al doctor Allen, un ser humano altamente inteligente y decente, quien será guiado por la constitución y la ley y el equilibrio apropiado del sentimiento público».

El periódico también publicó una carta al editor deseándole bien a Allen: «Espero que la misma simpatía y esmero que él evidenció como pastor sea transferido a su nuevo desempeño», escribió Dave McFarlance de Manchester.

Image by ANN. Mark Kellner/Adventist Review
Image by ANN Mark Kellner/Adventist World

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