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10 de febrero de 2021 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | By: César Gómez

Aurelio Jiménez Toledo era un miembro laico que, gracias a sus esfuerzos y dedicación, llevó el mensaje adventista a muchas partes del sur de México y llegó a ser un pastor ordenando de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

Early Life

Aurelio Jiménez nació el 12 de noviembre de 1885 en Ixtaltepec, Itsmo de Tehuantepec, Estado de Oaxaca, México.1 Sus padres fueron Domingo Jiménez y Antonia Mejía. Tuvo cinco hermanos y dos hermanas, y pasó su niñez en Ixtaltepec. El primer contacto que tuvo con la Iglesia Adventista del Séptimo Día fue en 1905, cuando tenía 20 años. Le llegó por medio de la revista “El mensajero de la verdad que Aurelio y su hermano Juan habían recibido como envoltorio de una mercancía que habían comprado en Juchitán, un pueblo cercano. Debido al interés que esas páginas sueltas de la revista despertó en ellos, pasaron dos años buscando información sobre el origen de la revista, queriendo saber quién la publicó, pero no lograron saber de dónde había salido.2

Mientras buscaban, su padre, que había adquirido el hábito de beber alcohol, se enfermó gravemente. Mientras Aurelio buscaba la manera de curar a su padre, descubrió en el periódico regional un aviso de una clínica que prometía curar el alcoholismo. Aurelio y su hermano solicitaron el medicamento desde Ciudad de México. Cuando llegó, estaba envuelto en casi dos números completos de la revista El mensajero de la verdad. Eran los números de Marzo y Abril 1907.3

Desde el comienzo de su obra en México, la Iglesia Adventista había publicado El mensajero de la verdad en Ciudad de México. El editor era el pastor George Washington Caviness, y sus asociados era los pastores George M. Brown, A. N. Colunga y Marcial Serna. Aurelio y su hermano Juan se dieron cuenta de que las revistas que envolvían el medicamento que habían recibido de Ciudad de México estaban conectadas con los fragmentos de revista que había leído casi dos años antes. El contenido de los números de marzo y abril convencieron a Aurelio y su hermano de que era importante aceptar y obedecer el mensaje que contenía.4

En el número de marzo había un artículo sobre el ministerio del Espíritu Santo, escrito por A. G. Daniels. Había también un artículo de Elena G. White sobre la salud y la temperancia, con un énfasis en la relación entre la dieta y la salud. El número de abril hablaba del sábado como día de reposo que Dios había establecido, y de cómo Jesús y los apóstoles lo habían enseñado y practicado. Aurelio y Juan pidieron suscribirse a la revista y más tarde pidieron una Biblia. Entretanto, comenzaron a contar a sus familia y amigos con alegría de las buenas nuevas que habían descubierto.5

Unos meses después, un grupo de personas comenzó a reunirse cada sábado en la casa de Aurelio para estudiar la Biblia y guardar el día de reposo. El grupo acordó preguntar a los editors de El mensajero de la verdad si podían enviar un representante a visitarlos. El doctor W. S. Swayze llegó como representante de la Iglesia Adventista.6

Cuando llegó al sur de México descubrió, para su sorpresa, que varios grupos se estaban reuniendo cada sábado para estudiar la Palabra de Dios. Cuando regresó a Ciudad de México, el doctor Swayze invitó a Aurelio para que asistiera a las reuniones anuales de la Iglesia Adventista en México. Cuando los líderes escucharon el testimonio de Aurelio, se sorprendieron y alabaron a Dios porque la Palabra había llegado a esa región del país y se estaba esparciendo con rapidez. En 1911, Aurelio fue bautizado y se unió a la Iglesia Adventista.7 La primera iglesia adventista en el sur de México fue organizada en 1912, y Aurelio Jiménez fue ordenado anciano de la iglesia de Ixtaltepec.8

Matrimonio

El 24 de diciembre de 1915, Aurelio contrajo matrimonio con María T. Mejía en la ciudad de Tonalá, Estado de Chiapas, México. Tuvieron seis hijos, todos miembros de la Iglesia Adventista, cuyos nombres, del mayor al menor, fueron Loyda, Erasto, Eunice, Noemí, Esther y Elisa.9

Ministerio

Aurelio fue ordenado pastor adventista, el primero del sur de México.10 Tuvo un ministerio exitoso, aún más por el interés que Aurelio tenía en el tema de la salud que El mensajero de la verdad había despertado en él. Casi cada número contenía artículos sobre la dieta y la salud. Más tarde, como autodidacta, adquirió los libros Guía práctica de salud y El hogar y la salud. Los leyó con detenimiento, poniendo en práctica los principios que había aprendido de ellos. En sus visitas y contactos con la gente, enseñó y predicó sobre la salud y ayudó a curar algunas enfermedades. Sus viajes duraban de tres a cuatro meses, porque cubría un territorio extenso y, durante la estación de las lluvias, algunos de los ríos de Chiapas crecían hasta el punto que no se podía volver a cruzar de regreso hasta que las aguas bajaran a niveles normales.
Aurelio tenía su sede central en Ixtaltepec, pero desde allí viajó a pueblos y ciudades como Tonalá, Copainalá, Tapachula, Tecpatán, Pijijiapan, Simojovel y Tapilula en el estado de Chiapas; y Salina Cruz, Tehuantepec, Juchitán, Espinal, Ixtepec y otros pueblos del estado de Oaxaca, dejando en cada lugar grupos establecidos y familias interesadas en estudiar la Palabra de Dios.11

Años posteriores y legado

Después de 25 años de servicio, Aurelio se jubiló y regresó a su pueblo natal donde continuó ayudando a la iglesia hasta el día de su muerte, el 13 de agosto de 1973. Tenía 88 años. Su vida, su ejemplo y su ministerio fueron instrumentos directos para la predicación del evangelio en los estados de Chiapas y Oaxaca. Estableció muchas iglesias y congregaciones en Chiapas, que es sede de la Unión Asociación Mexicana de Chiapas, y en Oaxaca, que ahora es sede de dos asociaciones. Es considerado fundador de la Iglesia Adventista en el sur de México.

Por fuentes y notas de este artículo, entre AQUÍ

Traducción de Marcos Paseggi

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