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22 de junio de 2022 | Kimberly Luste Maran, Noticias de la División Norteamericana

La Convención de la Familia Pastoral CALLED 2022 se inició el 19 de junio de 2022 en Lexington, Kentucky, Estados Unidos, con la sesión previa especial dedicada a la salud mental. De los casi seis asistentes que se esperaban en la convención, más de 1100 se registraron para el Seminario de Salud Mental de Kettering, que fue ofrecido de 13:00 a 16:00 en dos partes. La tercera y última sesión, dedicada a la salud mental de los pastores, está planificada para el 21 de junio.

“La pandemia ha reforzado la necesidad de que los pastores sean conscientes de las necesidades de salud mental y de cómo garantizar que sus miembros reciban atención de su salud mental”, dijo Ivan Williams, director de la Asociación Ministerial de la División Norteamericana. “La pandemia también ha demostrado que los pastores también necesitan apoyo a su salud mental. Nos sentimos honrados de asociarnos con Kettering Health para brindarles esto a los asistentes de CALLED”.

El primer segmento se tituló “La mente: El diseño divino, qué salió mal, y qué podemos hacer al respecto”. Sul Ross Thorward, un psiquiatra de Sitka, Alaska, coordinó la discusión con los presentadores y panelistas Torben Bergland, psiquiatra y psicoterapeuta y director asociado de Ministerios de Salud de la Asociación General; Daniel Xisto, pastor de la iglesia adventista de Takoma Park en Maryland; Andrea Xisto, psiquiatra clínica; y Andrea Jakobsons, pastora principal de la iglesia adventista de Kettering en Ohio. Varios compartieron sus historias, de momentos en que tuvieron que enfrentar el extremismo, el racismo y la polarización, y la manera en que esto los ha afectado personalmente, además de sus experiencias en la iglesia.

En la Convención de la Familia Pastoral CALLED 2022 el pasado 19 de junio, los panelistas de la sesión preliminar del Seminario de Salud Mental Kettering comparten sus historias durante el primer segmento del programa. [Fotografía de Kate Wolfer, División Norteamericana]

Los panelistas Daniel y Andrea Xisto hablaron de sus experiencias con el racismo. “La supremacía blanca […] es un importante punto ciego que nuestra iglesia necesita enfrentar”, dijo Daniel. “Necesitamos reconocer el impacto que tiene sobre nuestra iglesia y tener el valor de hacerle frente y hablar de ello”.

Los Xistos se han encontrado con el racismo por parte de familiares y miembros de iglesia en el curso de su relación y matrimonio interracial. Andrea habló del dolor que ha experimentado a lo largo de su vida, y contó cómo le dijeron que no podía asistir a una universidad de primera categoría. “Me dijeron que no presentara una solicitud para ingresar a las mejores universidades, porque esas son solo para cierto tipo de personas. Pero les cuento que terminé asistiendo a una de esas universidades, y también estudié leyes. Terminé siendo psicóloga clínica con un doctorado en psicología”.

Y añadió: “Hay muchos niños por allí, muchos a los que se les ha impedido proseguir sus sueños porque alguien con influencia les dijo lo que no podían hacer. El trauma de base racial —la depresión, los trastornos de ansiedad, los trastornos alimentarios, el abuso de sustancias— todas estas cosas pueden acompañar a algunas de las cosas polarizadas y racistas que experimentan, lo que incluye lo que experimentamos en o por medio de la iglesia”.

Los Jakobson, que crecieron en la República Checa, contaron que la cultura checa está impregnada por el racismo hacia las personas conocidas como gitanos. Esas creencias “se cuelan en la iglesia […]. No nos damos cuenta de que lo que decimos lastima a otros. Tenemos que tener la capacidad de hablar y compartir las cosas. Todos cometemos errores, pero tenemos que trabajar sobre eso”, dijo ella.

Nestor Bruno, psicólogo y director de la Línea de Atención Ministerial de la Red Kettering Health, presenta durante el seminario previo de salud mental en la Convención de la Familia Pastoral CALLED 2022. [Fotografía: Pieter Damsteegt, División Norteamericana]

Al referirse a otro tema, añadió: “He enfrentado la polarización de las mujeres en el ministerio: Sabía que jamás llegaría a ser pastora debido a la lucha que tendría que enfrentar. No importa cuánto sintiera el llamado de Dios, dije que no hasta que ya no pude sacarme de encima la presión de Dios sobre mí”. Los Jakobson hablaron sobre cómo el padre de ella la apoyó y la instó a ingresar al ministerio, dándole este consejo: “Escucha lo que dicen, y entonces déjalo correr”.

Después de que los participantes de la plataforma contaron sus historias, Bergland compartió una presentación sobre la polarización y el extremismo desde la perspectiva de los expertos en salud mental, los escritos de Elena G. White, y los recursos bíblicos, lo que incluye un pasaje bíblico como el de 2 Timoteo 4:3-5: “Estas cuestiones de extremismo, polarización y fanatismo son cosas con las que realmente tenemos que luchar, tanto en la sociedad como en nuestra iglesia”, dijo Bergland.

“Todos necesitamos un lugar donde ir y mostrarnos totalmente vulnerables, sentir lo que queremos sentir, compartir todo sobre el proceso y llegar a procesarlo junto a otra persona, para que podamos regresar al mundo y hacerle frente”.

El panel respondió preguntas que formuló Thorward, quien más tarde participó de un panel, después de un rápido receso de ejercicios físicos a cargo del equipo Desafío F5.

La segunda parte de la sesión previa, titulada, “Bienestar en las relaciones: La familia pastoral; cómo respirar otra vez”, incluyó una entrevista con Jonathan Duffy a cargo de Mary Ann Schaepper, psiquiatra de niños y adolescentes del Centro Médico de la Universidad de Loma Linda, a la que le siguió un panel de discusión, y consejos y recursos en una presentación a cargo de Néstor Bruno, psicológo y director la Línea de Atención Ministerial de la Red Kettering Health.

Duffy, director ejecutivo de Misión y Ministerio de la Red Kettering Health, contó como el suicidio de su hijo los afectó tanto a él como a su familia. Duffy se sumó entonces al panel, moderado por Bruno, que también incluyó a Schaepper, Thorward y Rob Lang, director de ministerios jóvenes de la Unión del Pacífico Norte.

Al hacer frente a las consecuencias del suicidio, Thorward habló de las reacciones comunes de los sobrevivientes. “Tienen que esperar que los sobrevivientes sean un conjunto inusitado de emociones, que estén enojados y tristes al mismo tiempo; que se sientan aliviados y decepcionados al mismo tiempo”, expresó. “Ellos mismos no entienden todos esos cambios. Y no se puede entender esos cambios bruscos más allá de saber que son parte del del proceso […]. Los sobrevivientes buscarán un significado. Y los sobrevivientes tienden a sobreestimar mucho su propia contribución al evento. Lo que se puede hacer es permanecer al lado de ellos y sostener sus manos mientras van pasando por esas variaciones, para así reducir el aislamiento que sienten, y brindarles apoyo”.

Lang compartió un informe de que durante el período de la pandemia del COVID-19, uno de cada cuatro adolescentes pensó en el suicidio. “¿Qué decir del papel que juega la iglesia? Como pastores, nos sentimos responsables de esas cosas […]. Solo quiero decirles algo hoy: Si han estado tratando de cargar todo eso en nombre de su iglesia, eso terminará aplastándolos.

“Qué pasaría si la iglesia puede llegar a ser lo que Dios procuró que sea: una comunión de personas que viajan juntas y cuentan con esas relaciones que ayuda a desarrollar la resiliencia?”, preguntó Lang, al contar del movimiento Crecer Juntos, en el que los pastores invitan a que sus líderes de la iglesia, jóvenes y otras personas creen un diálogo intergeneracional en sus iglesias.

“La enfermedad mental es enfermedad. Es una batalla”, dijo Schaepper. “El Dios que conozco y amo es Aquel que, dijo mi madre, la llevó a las Escrituras de tal manera que llegó a conocer a este Dios amante en quien ella pudo confiarle todas esas situaciones increíblemente complejas, y que su gracia nos basta”.

Bruno terminó el segmento con recursos, consejos y una actividad para la audiencia. “No existe tal cosa como un problema espiritual”, dijo Bruno. “Hay problemas humanos que pueden ser espirituales, conductas cognitivas y emocionales de índole social, médica y de otras variables, pero esto solo busca ponerlo en un contexto. Son problemas humanos”.

Pidió a los asistentes que terminen tres oraciones que comiencen con “Tengo que…”. Entonces hizo que el grupo cambie esas palabras a “Elijo…”. Preguntó a la audiencia si eso cambiaba su percepción y sentimiento sobre las declaraciones. “Trabajo con pastores, y tenemos el mundo sobre nuestros hombros; tenemos que ser todo para todos. Pero podemos elegir. Y podemos elegir buscar ayuda; podemos levantar la lupa de la soledad […] y conectarnos”.

La versión original de esta noticia fue publicada en el sitio de noticias de la División Norteamericana.

Traducción de Marcos Paseggi

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