11 de junio de 2023 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día
La Iglesia Adventista del Séptimo Día ha publicado declaraciones claras respecto de la sexualidad humana, la homosexualidad y las personas transgénero. Todas estas declaraciones fueron publicadas después de un cuidadoso estudio de la Palabra de Dios en las Sagradas Escrituras, que ofrece una base de autoridad para comprender apropiadamente su voluntad en todos los temas que enfrenta la humanidad, lo que incluye la sexualidad humana. A partir de nuestro estudio de la Palabra de Dios, y sumado a la lectura del espíritu de profecía, vemos que la sexualidad humana es descrita como la institución del matrimonio ordenada por el cielo entre un hombre y una mujer. Al expresar nuestra compresión de la voluntad de Dios sobre la sexualidad humana, lo hemos hecho con el amor y la compasión de Cristo, sabiendo que todos hemos pecado y quedado destituidos de su norma gloriosa de vida (Romanos 3:23). Como familia de la iglesia, tenemos que ser una extensión del amor de Dios para toda la humanidad, y actuar de manera deliberada para apoyar a los que luchan con el pecado en todas sus formas, mientras cultivamos de vida que está en armonía con la Palabra de Dios. Creemos que todos los seres humanos pecaminosos pueden ser nuevas criaturas en Cristo, como lo señala 2 Corintios 5:17: “De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; todas son hechas nuevas” (NRV1995).
En semanas recientes, algunos individuos o en ocasiones iglesias locales, dentro de sus marcos locales, han buscado ofrecer apoyo a los que viven estilos de vida alternativos de sexualidad humana que no concuerdan con nuestra comprensión bíblica de este tema y de las declaraciones votadas por la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Para algunos dentro de esos contextos locales, se han llevado a cabo esfuerzos deliberados de hacer avanzar la causa de estilos de vida alternativos de sexualidad humana sin tener en cuenta la autoridad de la Palabra de Dios y los consejos que brinda el espíritu de profecía. Aunque esas actividades han sido patrocinadas a nivel local, han sido ampliamente promocionadas mediante los medios sociales, creando confusión y preocupación entre los miembros de iglesia, que han estado solicitando una posición clara pero bondadosa sobre el tema, de parte de los líderes de la iglesia en diversos niveles.
La Asociación General afirma las declaraciones votadas sobre la sexualidad humana, la homosexualidad, y las personas transgénero publicadas por la Iglesia Adventista del Séptimo Día, y no apoya, suscribe o aprueba actividades que busquen promover conductas de sexualidad humana que no estén de acuerdo con la Palabra de Dios. Bajo la conducción del Espíritu Santo, la Asociación General y sus divisiones seguirán trabajando con los diversos niveles de la estructura eclesiástica para resolver las cuestiones que emerjan de esas actividades de patrocinio local, manteniendo al mismo tiempo el amor y la compasión de Cristo por todas las personas. La Asociación General y otras entidades de la iglesia trabajarán con diligencia, según los preceptos e instrucciones de la Santa Palabra de Dios, para ofrecer aclaraciones y resoluciones a los desafíos que se enfrentan. Cada miembro de la iglesia mundial debería mantenerse cerca de la Palabra de Dios en la vida diaria y, mediante la oración sincera, pedir que Dios intervenga en situaciones donde se produzca una desviación de sus instrucciones divinas en la Biblia y el espíritu de profecía. Sin duda que se producirán más intentos de diversos grupos de socavar las claras instrucciones de la Palabra de Dios y las declaraciones votadas de la iglesia mundial sobre estas cuestiones. Cuando los individuos deseen compartir sus preocupaciones, deberían trabajar de manera estrecha con los líderes de la iglesia local, la asociación, la unión o la institución correspondiente con el amor y la compasión de Cristo para responder a esas actividades que no estén en armonía con la Palabra de Dios.
Aferrémonos a la preciosa Santa Palabra de Dios, la Biblia, aceptando la justicia de Cristo que nos justifica y santifica, mientras aguardamos su pronta segunda venida.
Traducción de Marcos Paseggi