Merlin Burt, presidente de la junta del ministerio, lo denomina ‘una manera práctica de conectarse con la conducción divina’.

14 de octubre de 2024 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Marcos Paseggi, Adventist Review

Ministerios de Herencia Adventista (AHM) “es una manera práctica de conectarse realmente con la conducción divina y su obra en el pasado, y de mostrar la manera en que él puede obrar por nosotros hoy y en el futuro”, dijo Merlin Burt, presidente de la junta de AHM en el primer día de asamblea del Concilio Anual de la Junta Directiva de la Asociación General, en la sede de la Iglesia Adventista del Séptimo Día el pasado 11 de octubre.

Burt presentó al presidente de AHM Markus Kutschbach, y Kutschbach compartió información sobre sitios históricos adventistas en los Estados Unidos y en diversas partes del mundo. Reportó sobre varias iniciativas que buscan destacar el legado de los pioneros y transmitir conocimiento sobre la historia temprana de la denominación a las nuevas generaciones.

El presidente de Ministerios de Herencia Adventista, Markus Kutschbach, muestra un ladrillo de uno de los primeros edificios adventistas, durante su presentación en el Concilio Anual el pasado 11 de octubre. [Fotografía: Tor Tjeransen / Adventist Media Exchange (CC BY 4.0)]

Evangelismo de herencia adventista

Kutschbach describió lo que se conoce, en el ministerio que dirige, “evangelismo de herencia adventista”, lo que, dijo él, es una manera singular de acercarse a la gente. Implica darles la bienvenida a las personas a los sitios históricos, contándoles historias sobre los pioneros, lo que incluye sus momentos de éxito y sus luchas y, dentro de ese contexto, analizar las creencias de la denominación.

En esas circunstancias, a las personas “no les interesa si ustedes hablan sobre el sábado como día de reposo, […] el santuario celestial, la segunda venida, o el gran chasco”, dijo Kutschbach. “Están escuchando, están pensando en ello, y entonces comienzan a hacer preguntas”. Y añadió: “Las propiedades históricas son terreno neutral”.

Una experiencia de inmersión

Pero hay algo más, expresó. Hoy día, explicó Kutschbach, los museos se esfuerzan por sujetar a los visitantes a una experiencia de inmersión, en la que pueden tocar, escuchar, sentir y aún olfatear. “De esa manera, podemos estar sujetos a una experiencia que no es tan solo bidimensional”, explicó. “Te deja entrar en la historia”.

Ministerios de Herencia Adventista “es una manera práctica de conectarse realmente con la conducción divina y su obra en el pasado, de mostrar cómo él puede obrar por nosotros en el presente y en el futuro”, dijo Merlin Burt, presidente de la junta. [Fotografía: Tor Tjeransen / Adventist Media Exchange (CC BY 4.0)]

Es un método que puede ayudar a que los niños y otros se conecten con experiencias reales y multidimensionales, expresó. Y lo mismo se aplica a objetos y otros artefactos históricos. “Las piedras pueden ayudarnos a contar historias, en especial a los niños”, dijo Kutschbach dijo, en referencia a las doce piedras del monumento mencionado en Josué 4 en la Biblia. La lección a los israelitas fue: “No olviden los actos poderosos de Dios”, enfatizó. “Por ello, el monumento que [Josué] erigió fue un recordatorio para futuras generaciones, para que mantengan viva la historia de los poderosos actos de Dios”.

Lo mismo debería decirse de nosotros, dijo Kutschbach. “No olviden los actos poderosos de Dios en sus vidas”.

Una lucha por no olvidar

Dado que los seres humanos tienden a olvidar, los sitios y artefactos históricos son importantes para recordar nuestra historia temprana y transmitir ese conocimiento a las generaciones futuras, dijo Kutschbach. Citó a Elena White, cofundadora de la Iglesia Adventista, que en 1890 escribió: “La historia pasada de la causa de Dios necesita ser presentada ante nuestro pueblo, sean jóvenes o ancianos, para que puedan familiarizarse con ella” (Cartas y manuscritos, tomo 6 [1889-1890], Carta 33, pár. 7).

Markus Kutschbach explica que los niños y los jóvenes están acostumbrados a experiencias bidimensionales detrás una pantalla. El desafío es ahora animarlos a sumergirse en experiencias multidimensionales. [Fotografía: Tor Tjeransen / Adventist Media Exchange (CC BY 4.0)]

En otra instancia, White llamó a “los ministros y las personas” para que estudien la historia “de la causa y del pueblo de Dios”, y a no “olvidar la forma en que en lo pasado Dios trató a su pueblo”, de “revivir y relatar las verdades” dadas, para entonces dárselas al mundo (Mensajes selectos, t. 1, p. 185). White “está vinculando una misión exitosa, poderosa, con un conocimiento sólido de nuestra historia”, dijo Kutschbach. Pidió que “alcemos nuestros pilares monumentales […] con la historia preciosa de lo que Dios ha hecho por nosotros” (Cartas y manuscritos, tomo 6 [1889-1890], Manuscrito 22 [1889], pár. 23).

Un potencial sin realizar

En la siguiente sección, Kutschbach describió algunos de los pilares adventistas de la historia temprana de la denominación. Incluyen un monumento sobre la segunda venida en la granja de Guillermo Miller, un monumento del santuario celestial en la granja de Hiram Edson, una piedra recordatoria sobre el sábado como día de reposo, y los mensajes de los tres ángeles en el hogar donde se crio José Bates, además de un recordatorio sobre el espíritu de profecía en uno de los hogares de Jaime y Elena White en Battle Creek, Míchigan. La aldea de Battle Creek también cuenta la historia del movimiento adventista, enfatizó Kutschbach.

Kutschbach contó cómo un número cada vez mayor de personas, muchas que no son miembros de iglesia, están visitando esos lugares porque están interesadas en las historias detrás de ellas.

Se puede ver, tocar, escuchar y aun olfatear algunos objetos o artefactos conectados con la historia adventista temprana, dijo Markus Kutschbach. [Fotografía: Tor Tjeransen / Adventist Media Exchange (CC BY 4.0)]

Explicó que algunos de esos lugares tienen mucho potencial, como la posibilidad de colocar un campamento adventista temprano en la granja de Miller, en la que jóvenes y mayores puedan ir a aprender sobre los comienzos del movimiento adventista. “¿Y qué decir si construimos un centro de visitas, un centro de bienvenida, que pueda contar la historia de una manera envolvente?” preguntó con entusiasmo. “Estas son ideas preliminares de lo que podríamos hacer”, dijo Kutschbach, explicando que las posibilidades para cada uno de estos sitios históricos adventistas son interminables.

Conocimientos transformadores

Kutschbach terminó con su experiencia personal, reconociendo que él no estaría allí hablando a la audiencia de no ser por la historia de la Iglesia Adventista. “Es tan poderosa que cambió mi vida”, expresó, revelando que creció en la Alemania Oriental comunista, pero que se distanció de la Iglesia Adventista después de que cayó el Muro del Berlín y experimentó “libertad”. Pero un día encontró un ejemplar de El conflicto de los siglos y, con el tiempo, regresó a la iglesia. Kutschbach siguió leyendo libros con relatos sobre la historia adventista. “Nuestra historia importa”, expresó. “Cuénteles a sus hijos narraciones sobre nuestros comienzos. [Esas historias] los acompañarán”.

Concluyó con un consejo. “Asegúrense de que los relatos de nuestros pioneros […] están a disposición de nuestros hijos. Eso cambiará a su iglesia. Si están familiarizados con estos relatos, verán que la próxima generación terminará esta obra”.

Traducción de Marcos Paseggi

Top news

Informe del tesorero destaca compromiso para apoyar la misión de vanguardia
Patrones de envío de misioneros revelan esperados cambios y posibilidades
Secretario de la Asociación General llama a que los líderes redoblen esfuerzos, enfrenten los desafíos del campo misionero