Miembros de la comunidad de Dunkirk, en Kingston, Jamaica, junto con la Fuerza Policital de Jamaica y un grupo de pastores inclinan la cabeza mientras el presidente de la Iglesia Adventista en Jamaica Oriental, el pastor Adrian Cotterell (con las manos en alto) eleva una oración el pasado 20 de febrero por las familias y los miembros de la comunidad que sufren. La oración y la visita a la comunidad siguieron a los episodios de violencia que se registraron el pasado 14 de febrero en Dunkirk, que dejaron dos muertos (entre ellos, un bebé de 17 meses) y otras dos personas con heridas graves. Imagen de Phillip E. L. Castell/DIA

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