Unidos en la misión

Entre los muchos asuntos considerados y votados por los representantes de la iglesia procedentes de todo el mundo, tal vez ninguno recibió más atención que el documento “Unidos en la Misión: Procedimientos de Reconciliación en la Iglesia”.

Este documento describe un cuidadoso proceso de conversación, oración y diálogo entre los dirigentes de la iglesia, cuando se van a atender varios asuntos relacionados con incumplimiento. Puede leerse el documento entero, en https://www.adventistarchives.org/unity-in-mission.pdf.

Este documento, el cual fue preparado y revisado por varias comisiones y grupos representativos de ciertas ramas de la administración, les fue presentado a los 78 miembros de la reunión de dirigentes máximos de la AG y de las Divisiones (GCDO), en donde fue enteramente discutido, revisado y votado, antes de ser presentado al Concilio Anual.

“En todo este proceso, el objetivo ha sido encontrar formas de mantener a la Iglesia tan unida como sea posible”, dijo Tom Lemon en un email. Tom Lemon, un vicepresidente general de la Iglesia Adventista mundial, presidió la sesión del Concilio Anual en donde se aprobó el documento Unidad en la Misión

Cuál es el Proceso

Siendo que dicho documento establece algunos pasos específicos que deben darse en torno a las reuniones del Concilio Anual 2017, a celebrarse en el mes de octubre de 2017, se han levantado algunas interrogantes en cuanto a en qué punto se encuentra actualmente la iglesia en este proceso.

Al responder a esta interrogante, podría ser de utilidad repasar el documento mismo que fue aprobado. El documento comienza señalando que “la unidad puede ser todo un desafío para una unidad local —cuánto más para una familia mundial compuesta de casi 20 millones de personas . . . y, sin embargo, ¡este es el elevado ideal al que hemos sido llamados!”[i]

Y continúa diciendo: “Es muy importante reunirse para orar, planificar y aprobar reglamentos y pautas formales. Estos proporcionan un marco de referencia que ayuda a mantenernos unidos como una sola persona, unidos en la misión y el mensaje profético”.[ii]

Este documento levanta la pregunta acerca de cómo debe responder la Iglesia cuando una entidad decide “seguir sola su camino” y no seguir aquello en lo que ha estado de acuerdo la iglesia mundial. Estos acuerdos están claramente precisados en el Reglamento Operativo de la Iglesia y proveen un marco normativo acerca de la forma en que la Iglesia lleva a cabo sus actividades en forma unida.

¿Qué es un Reglamento?

Además de contener la Constitución y los Estatutos de la Asociación General y la Declaración de Misión de la Iglesia, el Reglamento Operativo de la misma incluye “reglamentos adoptados en las Sesiones y Concilios Anuales de la Junta Directiva de la Asociación General. Por lo tanto, se constituye en la voz autorizada de la Iglesia en todos los asuntos que tienen que ver con la misión y la administración de la obra de la denominación adventista del séptimo día en todas partes del mundo”.[iii]

Declara que, a estos reglamentos aprobados por votación, “deben adherirse estrictamente todas las organizaciones en cada parte del campo mundial” y que, “solamente así puede mantenerse un espíritu de estrecha cooperación y unidad, en la obra de la Iglesia en todas partes del campo mundial”.[iv]

El propósito del documento Unidad en la Misión es poner en práctica Mateo 18 en el caso de entidades que han elegido el sendero de la divergencia respecto a los reglamentos establecidos, aprobados colectivamente por la iglesia, especialmente los acuerdos votados en la Sesión de la Asociación General de 2015”, dijo G.T. Ng, secretario de la iglesia adventista mundial. “Se pasará un año orando, dialogando y escuchándose unos a otros. No se escatimará ningún esfuerzo con tal de lograr la unidad tanto en misión como en propósito”, añadió.

El documento Unidad en la Misión presenta dos recomendaciones al atender asuntos de incumplimiento o no conformidad a los reglamentos establecidos.

Primera Recomendación

La primera es: “Adoptar los siguientes pasos de reconciliación con entidades que aparentemente han pasado por alto o ignorado los principios bíblicos según se expresan en las Creencias Fundamentales, en votos aprobados o en los reglamentos operativos de la Iglesia”.[v]

De acuerdo con Myron Iseminger, subsecretario de la iglesia adventista mundial, esto no equipara las Creencias Fundamentales con votos tomados o reglamentos de la iglesia. La redacción hace recordar el Reglamento Operativo de la Asociación General, en donde se da una lista similar, dijo también Myrnon Iseminger, citando el reglamento B 05 sobre “Principios de Organización y Operación de la Estructura de la Iglesia Adventista del Séptimo Día”:

“La membresía y estatus en la organización se les confían a entidades que reúnen ciertas calificaciones, incluyendo su fidelidad a las Creencias Fundamentales adventistas del séptimo día, su adherencia a las prácticas y reglamentos de la denominación, liderazgo adecuado y capacidad financiera . . .”[vi]

Pasos de Reconciliación

Los pasos de reconciliación señalados en el documento Unidad en la Misión, incluyen lo siguiente:

1. Escuchar y orar. Este primer paso comienza cuando los directores ejecutivos u organismo gobernante llegan a reconocer que tal vez haya “razón para preocuparse en relación con las acciones de una entidad subsidiaria”.[vii] A este punto, los directivos deben reunirse para orar con los líderes de la entidad en cuestión.
“La oración no es simplemente algo que se “añade” para comenzar y dar fin formalmente a una reunión”, dijo Mark Finley, conocido orador, escritor y evangelizador, quien actualmente presta sus servicios como asistente especial de evangelización. “Ocupa un lugar central en toda consulta y reconciliación. La oración une los corazones. Nos capacita para ver más claramente los asuntos y para discernir más perceptiblemente la voluntad de Dios”.

2. Consulta con un grupo más amplio. Si el primer paso no resuelve el asunto en cuestión, los oficiales ejecutivos deben “establecer un grupo más amplio para discutir el mismo. Este grupo —que debe incluir miembros laicos, pastores y administradores de la entidad y de la Iglesia en general— deberá reunirse por lo menos dos veces en un periodo de seis meses . . .”[viii]

3. Escribir cartas pastorales Si después de seis meses, los dos pasos anteriores no han resuelto el asunto, entonces se deberán tomar los pasos siguientes:

“ . . . los oficiales ejecutivos de la organización inmediata superior deben escribir cartas pastorales, animando a los ejecutivos y a las juntas de gobierno de la entidad a dirigir a su organización en la senda de la fidelidad. . .”[ix]

Mark Finley explicó que: “Una carta pastoral formaliza el proceso al repasar las discusiones previas, señalar las preocupaciones, sugerir posibles soluciones y animar al fiel cumplimiento. Alentará a los líderes a ser fieles a la sagrada confianza puesta en ellos por sus organismos representativos para que actúen en armonía con los acuerdos o reglamentos mutuos votados por la iglesia”, dijo.

4.Escuchar y orar nuevamente. Si la situación todavía no se resuelve después de haberse recibido las cartas pastorales, entonces los oficiales ejecutivos de la organización inmediata superior deben “reunirse nuevamente con los oficiales ejecutivos y la junta de gobierno de la entidad en cuestión para instarlos y animarlos a reconsiderar su situación . . .”[x]

5. Iniciar la fase dos de la reconciliación. Si, después de seguirse todos los pasos mencionados anteriormente, todavía no se ha resuelto el problema, “la junta directiva de la organización inmediata superior necesita considerar los procedimientos de resolución de conflictos a los que se refiere la recomendación 2 siguiente.”[xi]

Segunda Recomendación

La segunda recomendación es “Solicitar a la Junta Administrativa de la Asociación General que recomiende al Concilio Anual 2017, los pasos del procedimiento que deben darse en caso de que no se logre la resolución del conflicto al haberse seguido los procedimientos señalados en la recomendación número 1”.[xii]

Además, el documento autoriza a las entidades de la iglesia a:

• “poner en ejecución el proceso en los casos donde se presenten asuntos de no adherencia en relación con principios bíblicos, como se expresan en las Creencias Fundamentales, votos tomados o reglamentos operativos de la Iglesia” y,
• “proveer un informe a través de la División, o, en el caso de una institución de la Asociación General, a través de la Junta Administrativa de la Asociación General, en el siguiente Concilio Anual de la Junta Directiva de la Asociación General”.[xiii]

De acuerdo con Tom Lemon, aunque ya existen en el Reglamento Operativo de la AG varias medidas para atender situaciones de incumplimiento, este proceso paso por paso tiene el propósito de “mover de abajo hacia arriba la conversación, a partir del proceso delineado en el Reglamento Operativo, en un intento de reconciliación y, de esa manera descartar, de ser posible, la necesidad de la aplicación de los pasos del reglamento”.

“Tiene que ver también con la responsabilidad de rendir cuentas, de respetar los acuerdos que la iglesia tiene . . . con su comunidad de fe”, añadió el secretario Ng. “Tiene que ver con avanzar al unísono para cumplir con la misión apocalíptica antes del retorno inminente del Señor a nuestro planeta”.

Implementación del Proceso

Después del voto tomado en el Concilio Anual 2016, la Junta Administrativa de la AG votó establecer una Comisión de Supervisión de la Unidad. Esta comisión, compuesta por 14 miembros y presidida por Lemon, está formada por representantes de varios departamentos de la iglesia mundial.

Como una de sus responsabilidades, esta comisión tiene la tarea de revisar “el proceso señalado en el acuerdo tomado en el Concilio Anual 2016 sobre ‘Unidad en la Misión: Procedimientos en la Reconciliación’ y vigilar su progreso con los administradores de división”,[xiv] asistiendo a las divisiones en la discusión, siempre que se solicite o se necesite. Siendo que el proceso apenas se está poniendo en marcha, la comisión todavía no ha dado un informe.

“Los reglamentos de la iglesia no están en el mismo nivel que las Creencias Fundamentales”, afirmó Mark Finley, quien es uno de los miembros de la Comisión de Supervisión de la Unidad. “Los reglamentos son acuerdos mutuos basados en la confianza, votados por organismos representativos de dirigentes de la iglesia y miembros laicos”, dijo. “Estos reglamentos definen un curso de acción en un asunto específico. Es esta confianza que se basa en una comprensión común, la que constituye uno de los elementos vitales que mantiene unida a la iglesia, permitiéndole enfocar su atención en su misión de salvar a las personas que están perdidas y preparar al mundo para la pronta venida de Jesús.

“El documento Unidad en la Misión hace un llamado a los dirigentes en todos los niveles, a respetar la confianza puesta en ellos por la iglesia mundial y a guiar a su constituyente para que esté en armonía con los acuerdos votados por la iglesia”, dijo para concluir Mark Finley.

Los dirigentes de la Iglesia invitan a los miembros a orar por este proceso de reconciliación al entrar en un nuevo año y a seguir avanzando en la misión de dar a conocer a Cristo a otros y de proclamar su pronta venida.

[i] “Unidad en la Misión: Procedimientos de Reconciliación en la Iglesia”, documento aprobado en el Concilio Anual de la Junta Directiva de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día, 11 de octubre de 2016. En https://www.adventistarchives.org/unity-in-mission.pdf, 20 de diciembre de 2016.

[ii] Ibíd.
[iii] “Voz Administrativa Autoritativa de la Iglesia”, B 15 05, Reglamento Operativo de la Asociación General 2015-2016, p. 61.
[iv] “Adherencia Requerida al Reglamento”, B 15 10, Ibíd.
[v] “Unidad en la Misión: Procedimientos de Reconciliación en la Iglesia”.
[vi] Reglamento Operativo de la Asociación General 2015-2016, pp. 51, 52.
[vii] “Unidad en la Misión: Procedimientos de Reconciliación en la Iglesia”.
[viii] Ibíd.
[ix] Ibíd.
[x] Ibíd.
[xi] Ibíd.
[xii] Ibíd.
[xiii] Ibíd.
[xiv] Términos de Referencia de la Comisión de Supervisión de la Unidad, Secretaría de la Asociación General.