Busi Khumalo inicia el desempeño de su nuevo papel mirando hacia Dios y los jóvenes de la iglesia.

10 de junio de 2022 | San Luis, Missouri, Estados Unidos | Wilona Karimabadi

Busi Khumalo está de pie a la entrada de la amplia sala en donde se prestan los servicios de alimentación durante la Sesión de la Asociación General. La expresión de su rostro revela en parte asombro y sorpresa, a la vez que conmoción, mientras la gente se acerca a saludarlo. Múltiples textos y mensajes en WhatsApp lo felicitan por haber sido elegido director mundial de Jóvenes. Pero no hay tiempo de responder ahora a todos los mensajes.

Para este hombre que escuchó el llamado al ministerio siendo todavía muy joven, el trabajar con los jóvenes no estaba precisamente en el tope de su lista de deseos. De hecho, hubo un momento en su vida cuando hasta el llamamiento al ministerio fue puesto a un lado. “Cuando terminé la educación secundaria pensé que debía aventurarme en el ramo de la medicina”, dijo el nuevo director Khumalo.
Algunas veces, cuando le comunicas a Dios tus planes, simplemente lo haces sonreír. “Esa no fue nunca mi ambición”, dice con una sonrisa. “Hace unos años le aseguré a mi esposa que yo no tenía las cualidades necesarias para ser un director de jóvenes. Pero Dios estaba escuchando eso y seguramente ha estado diciendo: ‘Le voy a enseñar una lección’”.

El presidente de la Unión Asociación del Sur de África lo llamó a llenar la posición vacante del ministerio de jóvenes. Busi Khumalo no estaba seguro de hacerlo, pero el presidente de esa Unión le aseguró que Dios habría de equiparlo para esa función. Muy pronto se enamoró de la forma como es esa maravillosa juventud adventista. El resto, como dice el dicho, es historia.

Pero lo menos que el director desea es que cualquier cosa tenga que ver más con él que con los jóvenes mismos. Es la juventud de la iglesia la que importa. Lo importante es la juventud adventista y lo que Dios pueda hacer a través de ella. Su primer mensaje a la juventud adventista de todo el mundo subraya lo anterior:

“No soy merecedor de este nombramiento; y eso prueba que Dios puede designar a cualquier persona”, dijo. “Siempre que estés dispuesto a ser usado por Dios, puedes estar sintonizado con la voz de Dios. De la misma manera que Samuel, quien era un niño pequeño que vivía con el veterano sacerdote Elí cuando Dios lo eligió, tú también puedes sentir que eres demasiado insignificante en tu iglesia o en dondequiera que te encuentres, pero Dios puede usarte”.

“Cuando consideramos el caso de aquellos que llamamos nuestros pioneros, vemos que Elena G. White tenía solamente 17 años cuando fue llamada. La mayoría de nuestros pioneros eran muy jóvenes. Así que Dios puede usarte en tu particular esfera de influencia. Y muchos de ustedes son muy, muy talentosos. Necesitas estar dispuesto a ser sensible a ese silbo suave, esa quieta  voz del Espíritu Santo que está llamando a cada uno de ustedes a conectarse con Jesús. Ve a hacer mandados para Dios, porque de eso es de lo que se trata el ministerio de jóvenes”.

  Traducción – Gloria A. Castrejón

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