Nairobi, Kenya, 10 de abril, 2008… Ansel Oliver/ANN
Los Adventistas del séptimo día en Kenya ,están criticando al gobierno por la propuesta de seis días laborables a la semana que haría requerir a los criados civiles trabajar en sábado, el sábado bíblico y día de reposo, para más de cerca 16 millones de miembros de la denominación global.
El Ministro de Estado para asuntos públicos de Kenya, introdujo la propuesta después que el equipo de gobierno examinó el nuevo modelo de trabajo.
Los líderes de la iglesia adventista reclamaron al gobierno para la suspensión de la propuesta, exponiendo que, al requerir a miembros empleados como criados civiles trabajar en sábado, puede crear conflicto con la garantía constitucional de libertad religiosa.
«Aunque apreciamos el celo del ministro por conducir nuestra nación a una economía de 24 horas, nosotros somos de la opinión que cualquier movimiento en esa dirección deberá ser sensitivo a los derechos fundamentales y dados por Dios a todos los ciudadanos de Kenya», Paul Muasya, director ejecutivo para la iglesia en la Unión-Misión del Este de África, dijo en una declaración durante la conferencia de prensa en Nairobi la semana pasada.
Su declaración completa (entire statement) también aparece como carta abierta de propaganda en los periódicos nacionales del día, incluyendo el Daily Nation y The Standard.
Los líderes de la iglesia en Kenya opinan que la propuesta puede afectar el 15 por ciento de los criados civiles del país. Los representantes de la Unión de Criados Civiles de Kenya, dijeron que ellos podrán aceptar el trabajar en sábado, si se les permitía como tiempo extra, de acuerdo a la nación.
La semana pasada, el periódico The Nation informó a Asman Kamama, Ministro de Estado para Servicios Públicos, como diciendo que él había urgido a los sirvientes públicos a dejar de conducirse como «conservadores» y «adoptar el cambio».
Kamama no estuvo disponible de inmediato para comentar.
Kenya, un país de cerca de 37 millones de habitantes, tiene más o menos unos 565,000 adventistas. Los líderes de la iglesia estiman que esa cantidad se eleva a cerca de 3 millones cuando se incluye a los niños, quienes no han, aún, decidido unirse a la iglesia por medio del bautismo.