Líder adventista ora por las familias afectadas en el incendio forestal de Fort McMurray
12 de mayo de 2016 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Dan Jackson, presidente de la División Norteamericana
Imagen de Darren RD, por vía de Wikimedia Commons
Dan Jackson, presidente de la Iglesia Adventista en Norteamérica, dio a conocer una declaración en respuesta a los devastadores incendios forestales en Fort McMurray que comenzaron el 1 de mayo y que han desplazado a casi 90 mil residentes y destruido 229 mil hectáreas.
La Iglesia Adventista de Norteamérica continúa orando por todas las mujeres, niños y hombres que se han visto forzados a huir de sus hogares y buscar refugio de los incendios forestales que devastaron la ciudad de Fort McMurray, en Alberta, Canadá.
Elevamos nuestras oraciones de acción de gracia, dado que todo indica que no se ha producido pérdida de vidas, y que los bomberos han logrado salvar al menos el 85 por ciento de la ciudad de Fort McMurray. Nos sentimos agradecidos de que, hasta el momento, las vidas de los valientes hombres y mujeres que luchan contra las llamas están a salvo. Pedimos a Dios que proteja a los servicios de emergencia que están luchando para controlar el fuego.
Oramos por las casi 90 mil personas que tuvieron que huir, muchos de ellos en condiciones desgarradoras, de las mortales llamas que amenazaban sus hogares. Oramos por protección en el viaje, ahora que los desplazados se preparan para regresar a sus hogares y, para muchos de ellos, por valor, ahora que comenzarán a reconstruir su vida.
Oramos por las iglesias y las organizaciones asistenciales, como por ejemplo los Servicios Comunitarios Adventistas (ACS) y la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) Canadá. Estos obreros han estado allí desde el comienzo, brindando asistencia y refugio a los necesitados.
A los que han estado orando por los todos afectados por la tragedia, les pido que por favor sigan orando.
Y a los que han apoyado los esfuerzos asistenciales de ACS y de ADRA Canadá, les expreso mi agradecimiento.
Traducción de Marcos Paseggi