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5 de noviembre de 2020 | California, Estados Unidos |Por: Julie Z. Lee, Maranatha Volunteers International

Como en muchos países en todo el mundo, el brote de COVID-19 en Zambia puso un alto a todas las actividades a principios de este año, mientras los gobiernos se esforzaban por evaluar los riesgos potenciales impuestos por el virus. Pero después de unas pocas semanas, el equipo local de Maranatha pudo comenzar a trabajar una vez más.

En más de seis meses después del comienzo de la pandemia, el equipo de Maranatha en Zambia  ha sido uno de los más productivos, trabajando en un plantel educativo y construyendo 52 edificios de iglesia tipo “One-Day Church”. El equipo supervisó también la perforación de 186 pozos de agua en los primeros 10 meses de 2020.

Tanto los pozos como los templos han marcado ya una profunda diferencia para centenares de personas en zonas rurales de Zambia. Samuel Sinyangwe, presidente de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en el norte de Zambia, dijo que los pozos han llamado grandemente la atención de los funcionarios de gobierno y de los dirigentes locales de tales lugares.

Maranatha Volunteers International levanta fondos financieros para proyectos que proveen agua en Zambia y emplea contratistas para perforar los pozos. [Imagen: Maranatha Volunteers International]

“El Pastor Sinyangwe dio a conocer que jefes tribales y líderes de los pueblos se estaban comunicando con la Iglesia Adventista para expresar su gratitud por el programa de acceso a agua que Maranatha está ayudando a implementar en todo el país”, dijo Kyle Fiess, vicepresidente de proyectos. “Su gratitud se expresaba no solamente por proveer agua para la gente del pueblo, sino también para su ganado”.

Aunque el agua pura es vital para el ser humano, lo es también para los animales, como parte integral de una comunidad saludable. Con frecuencia, el agua, ya sea o no potable, es tan escasa, que las familias pierden su ganado y su fuente de ingresos en las temporadas de sequía.

“Con agua disponible, no son solamente capaces de proveer agua para sus comunidades, sino también para poder sostenerse y para mantener vivo su ganado”, explicó el vicepresidente Fiess. “Es algo por lo cual están realmente agradecidos y le están expresando su gratitud a la Iglesia Adventista , diciendo que esta iglesia realmente se preocupa por las necesidades físicas de las personas”.

Pobladores del pueblo Kashiba, en Zambia, posan orgullosamente frente a su «One-Day Church» y pozo de agua. Agradecen a la Iglesia Adventista por proveer para sus necesidades físicas. [Imagen: Maranatha Volunteers International]

De acuerdo con el Pastor Sinyangwe, el gobierno local también está agradecido por la obra de Maranatha que fortalece la infraestructura de Zambia a través de la construcción de escuelas. El año pasado, Maranatha terminó la construcción de un plantel grande llamado Escuela Adventista Kabwe. Este año, equipos de trabajo han estado expandiendo los edificios de la Escuela Secundaria Adventista Emmanuel, en Chisamba. Esta escuela con internado cuenta actualmente con una inscripción de 300 estudiantes, de los grados 8 al 12, con una larga lista de espera. La adición de nuevos dormitorios y aulas de clase proveerá espacio para más estudiantes.

En cuanto a los edificios de templos “One-Day Church”, las estructuras están proveyendo lugares de adoración fuertes y eficientes para la creciente Iglesia Adventista. Actualmente, Zambia cuenta con más de 1.3 millones de miembros y, muchas de sus congregaciones, particularmente en el norte de Zambia, en donde Maranatha ha enfocado su atención, no cuentan con un lugar apropiado para sus servicios de adoración.

The versión original de esta historia apareció en la edición Summer 2020 de la revista The Volunteer.

Traducción – Gloria A. Castrejón

 

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