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Dos trabajadores asistenciales empleados por la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA), junto con una persona no identificada, fueron liberados el 3 de noviembre de 2020, por captores anónimos en la República Democrática del Congo (DRC).

Los tres habían estado regresando del campamento de refugiados de Mulongwe en la provincia de Kivu Sur en la región oriental del país cuando fueron secuestrados y retenidos en contra de su voluntad. El conductor del grupo fue la cuarta persona secuestrada pero fue liberada poco después.

ADRA trabajó estrechamente con las autoridades locales para comunicarse con los captores y permaneció en contacto con los familiares. Después de cuatro días, los tres rehenes restantes fueron liberados ilesos y transferidos al hospital para una evaluación de salud.

“Nos sentimos extremadamente aliviados de habernos asegurado el regreso seguro de nuestros obreros”, dice Michael Kruger, presidente de ADRA. “Nos sentimos muy agradecidos a Dios por guardarlos, y a las autoridades locales, y a nuestro equipo de ADRA que nos ayudó en esta riesgosa misión. Aunque esto es una buena noticia, los ataques a los trabajadores humanitarios siguen siendo elevados, una situación que afecta a nuestro personal y a las comunidades a las que servimos. Continuaremos revisando y ajustando nuestras medidas de seguridad de manera de garantizar la protección y la seguridad de todos nuestros trabajadores asistenciales, para que así podamos continuar sirviendo y asistiendo a tantas familias vulnerables”.

Es el segundo ataque a los trabajadores de ADRA en la República Democrática del Congo desde 2009, que en su momento resultó en el homicidio de un empleado de ADRA.

En 2019, los ataques contra trabajadores asistenciales en el mundo superaron todos los récords previos: un total de 483 obreros asistenciales fueron atacados y 124 secuestrados, según la Base de Datos de Seguridad de Trabajadores Asistenciales de Humanitarian Outcomes.

Como parte de la comunidad humanitaria global y de base religiosa, ADRA condena estos ataques y hace un llamado a que culpables rindan cuentas y se haga justicia a los supervivientes.

La organización ha estado activa en la República Democrática del Congo desde mediados de 1990, brindando apoyo para los refugiados que regresan por medio de la distribución de refugios y artículos no alimentarios; la defensa de derechos de propiedad de tierras; el servicio como actores claves en la minimización del avance del brote de Ébola; y el equipamiento de las comunidades que están fuera de alcance mediante una mayor conciencia higiénica y sanitaria. En la República Democrática del Congo, ADRA también estableció sociedades con el Ministerio de Salud y el Ministerio de Educación para ayudar así a construir clínicas de salud y escuelas.

La versión original de este comunicado fue publicado por la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales.

Traducción de Marcos Paseggi

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