8 de octubre de 2023 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Marcos Paseggi, Adventist Review
“Los tres ángeles, lo ya probado, y algo nuevo”.
Esa es la receta dada por Dios para que los adventistas del séptimo día que están interesados en la misión y en hacer discípulos, dijo Shane Anderson, pastor principal de la iglesia Pioneer Memorial en su devocional el 5 de octubre. El mensaje de Anderson en la sede de la Asociación General en Silver Spring, Maryland, Estados Unidos, abrió la Conferencia de Experiencia y Desarrollo del Liderazgo (LEAD) para los miembros de la Junta Directiva de la Asociación General, un día antes del comienzo oficial del Concilio Anual 2023.
En los siguientes minutos, Anderson explicó de qué manera esos tres elementos se conectan con la tarea de hacer discípulos, y contó algunas historias de la manera en que Dios está obrando para atraer a las personas a él.
Tres ángeles con un mensaje
“En esta, la Iglesia Adventista del Séptimo Día, si vamos a hacer discípulos eso implica compartir los mensajes de los tres ángeles”, dijo Anderson, en referencia a tres mensajes especiales para los últimos días según se detallan en Apocalipsis 14:6-12.
Como adventistas, enfatizó, “se nos ha dado no solo la tarea de compartir el amor de Dios y servir a otros; hemos recibido la orden de [hacerlo] dentro del contexto específico de los mensajes de los tres ángeles”, dijo. “Si no hay mensajes de los tres ángeles, no hay Iglesia Adventista […]. Si al movimiento adventista le quitamos los mensajes de los tres ángeles, dejamos de tener una razón de ser”.Lo ya probado
Cuando pensamos en hacer discípulos de Cristo, no podemos olvidar lo ya probado, dijo Anderson.
“Porque siempre hayamos hecho algo de cierta manera, eso no significa de ninguna manera que tenemos que dejar de hacerlo”, dijo. “Hay algunas ideas para expandir el reino de Dios y hacer discípulos de Cristo que se han usado durante décadas, y siguen usándose simplemente porque funcionan”, recordó a su audiencia.
Anderson compartió su propia experiencia temprana como pastor de iglesia, cuando aprendió de qué manera los tan probados seminarios sobre profecía aún funcionan a la hora de atraer a otros hacia Cristo. Aunque en esa época, él creía que los seminarios de profecías estaban pasados de moda y eran cosa del pasado, dijo, cuando asistió a un seminario completo, fue el primero en convertirse a ese método. “Realmente cambió mi vida, y transformó mi ministerio”, reconoció, dado que los seminarios de profecía funcionan tanto para personas de trasfondo religioso como secular.
Algo nuevoEn referencia al mensaje de Pablo en Filipenses 1:15-18, Anderson enfatizó que Dios puede usar una amplia gama de elementos para el avance de su reino. “Pablo les está diciendo a los Filipenses que Dios es tan asombrosamente creativo que puede tomar algo por debajo de la perfección y, en ocasiones, aun las cosas males para transformarlas en cosas buenas para su reino”. Compartió entonces varios ejemplos de hace décadas o más recientes, que muestran de qué manera Dios usó los que parecían los métodos más improbables para alcanzar a otros.
En primer lugar, contó la historia de un exitoso vendedor viajante que cierta noche ingresó a un hotel. A pesar de todas las apariencias, su vida se estaba desmoronando. “Tenía una hermosa casa y una carrera maravillosa, o así creían todos, pero estaba tan vacío como se puede estar”, contó Anderson. “Su vida estaba hecha pedazos […]. Su esposa le había estado diciendo: ‘Estoy lista para dejarte’”.
Allí, en su punto más bajo, abrió su mesita de noche y encontró una Biblia. Se sintió insultado, pero mirando al cielo raso, expresó: “Te daré una oportunidad; si puedo encontrar una cosa buena en este libro, entonces leeré más de él”. Cuando puso su dedo sobre un texto al azar, leyó Proverbios 27:15: “La mujer pendenciera es gotera constante en un día lluvioso”.
Ese vendedor, en ese momento en particular, quedó atónito ante la sabiduría de las Escrituras, contó Anderson. “Continuó leyendo, regresó a su casa, encontró una iglesia, fue bautizado, y se involucró en el ministerio del Señor, haciendo discípulos para él”.
El libro más improbableLa segunda historia tuvo que ver con un hombre perdido en conductas despreciables, a quien sin embargo le gustaba pasar a mirar librerías de libros usados. “Fue a una venta de libros usados, encontró un libro, y lo leyó”, contó Anderson. “Quedó tan impresionado que buscó y encontró una iglesia, y llegó a ser un adventista profundamente involucrado en el ministerio”.
El libro que encontró y leyó no fue El camino a Cristo o El Deseado de todas las gentes, dijo Anderson. “Fue el Manual de la Iglesia Adventista”, reveló ante las risas de la audiencia. “Al leer el manual, expresó: ‘Si hay un Dios en el cielo y él se interesa tanto que ha dado principios maravillosos de organización, quiero ser parte de ello y conocer a ese Dios”.
Una lectura equivocada de un mapa
Una historia más que Anderson contó tuvo que ver con una persona que solía tomar y vender fotografías aéreas. “Tenía muchísimo éxito en esa tarea”, expresó. Cierto día, antes de que fueran comunes los dispositivos de GPS, cruzó el pueblo para ir a una cita con un potencial cliente.
“Sacó su mapa, lo colocó allí, subió a su automóvil y comencé a conducir hacia su destino”, dijo Anderson. Pero las cosas no estaban yendo bien, dado que los caminos no parecían coincidir con lo que podía ver en el mapa. Y el sol se estaba poniendo. Frustrado, se detuvo en un estacionamiento al azar, sacó el mapa, y de pronto descubrió que estaba dado vuelta. Se dio cuenta de que estaba en el lugar exactamente opuesto del condado donde tendría que haber ido.
El vendedor se enojó y comenzó a golpear el volante de su automóvil, totalmente frustrado. Pero justo entonces, miró por el parabrisas de su automóvil y vio un cartel iluminado que decía: “Esta noche: Seminarios sobre profecías de esperanza”. “Bueno”, dijo, “dado que no tengo nada mejor que hacer, voy a entrar a calmarme por un rato”.El hombre entró esa noche y todas las noches siguientes. “Al final de la campaña, fue mi privilegio bautizarlo”, dijo Anderson. “Llegó a ser uno de los ganadores de almas más talentosos que conozco. Habrá decenas y decenas de personas en el reino gracias a un mapa que estaba dado vuelta”.
Una manera creativa de hacer discípulos
Anderson dijo que esto prueba el poder de Dios. “Si Dios puede usar esas cosas, algunas de las cuales no son buenas, y transformarlas creativamente para bien de su reino, ¿cuánto más puede tomar nuestros justos esfuerzos creativos y hacer lo mismo?” preguntó.
Y añadió: “¿Qué ministerio del reino de Dios ha estado usted ignorando? ¿Qué dones dados por Dios a los miembros de su equipo de liderazgo o a sus miembros de iglesia usted no ha estado utilizando, impidiéndoles que hagan discípulos de Cristo?” Anderson entonces sugirió: “Si una idea para hacer discípulos de Cristo cumple con las normas bíblicas, y si absolutamente no rebaja las creencias adventistas, y si el Espíritu no tiene objeción alguna, ¡entonces hágalo! ¡Hágalo! Y vea cómo el Espíritu Santo usa los métodos ya probados y también los nuevos para hacer discípulos fieles de Cristo”.
Traducción de Marcos Paseggi