Fermín Díaz Gutiérrez y su esposa Ana frente a su cocina en Chiquimula, en el  noroeste de Guatemala, junto a la cocina estufa que recibieron el año pasado de parte de «Viva Mejor», la iniciativa de la fundación suiza Advent Stiftung y la Iglesia Adventista de Guatemala. Díaz y su esposa, que estaban desempleados, comenzaron de esa manera un pequeño emprendimiento vendiendo tortillas y comidas. Imagen de Edward Smith.

18 de junio de 2015 | Ciudad de Guatemala, Guatemala | Gustavo Menéndez/DIA

A los 55 años y con cuatro bocas que alimentar, Fermín Díaz Gutiérrez se pasaba los días revolviendo la basura de las familias adineradas de la ciudad occidental de Chiquimula, en Guatemala. Estaba desesperado por conseguir comida para sus cuatro hijos y su esposa Ana. Desempleado y sin medios para mantener a su familia, Díaz no tenía esperanza alguna, hasta que conoció a la Iglesia Adventista, se encontró con Cristo y fue seleccionado para recibir la capacitación y las herramientas para mantener a su familia y mejorar sus condiciones de vida.

Giussepe Carbone, director ejecutivo de Adventi Stiftung, habla a decenas de hombres y mujeres antes de distribuir herramientas y equipos en el auditorio de la Escuela El Progreso, en Ciudad de Guatemala, el pasado 1 de junio de 2015. Imagen de Gerson Marroquín.

Díaz fue uno de los cientos que vivían en pobreza extrema que recibieron una cocina estufa industrial como resultado del trabajo conjunto entre la fundación suiza Advent Stiftung y la iglesia en la iniciativa «Viva Mejor» del año pasado. Él y su esposa recibieron capacitación especial para dirigir una pequeña empresa con la cocina estufa y comenzaron a fabricar y vender tortillas durante el día y comidas por las noches.

«Mi vida ha cambiado tanto gracias a lo que me han dado», dijo Díaz al agradecer a los líderes de la iglesia y a Advent Stiftung, y compartió su historia con cientos de beneficiarios durante una ceremonia especial llevada a cabo en Ciudad de Guatemala el pasado 1 de junio de 2015.

«Nadie me contrataba debido a mi edad, de manera que pasé de recoger desperdicios para alimentar a mi familia a ganar más de $800 gracias a la nueva cocina estufa que me brindaron», dijo Díaz, que viajó 165 kilómetros desde Chiquimula para compartir en la capital del país su exitosa experiencia. «Nuestra emprendimiento ha crecido tanto que tuvimos que contratar a alguien para que ayudara a mi esposa a hacer las tortillas y en menos de un año, he logrado comprar una propiedad que permitirá construir nuestro hogar el año que viene».

Historias de éxito como la de Díaz son las que han estado impulsando la iniciativa «Viva Mejor» en Guatemala ya por diez años.

Dos mujeres llevan sus juegos de productos agrarios en Totonicapán, Guatemala, el pasado 2 de junio de 2015. Imagen de Moisés Vidal

El Instituto Nacional de Estadísticas de Guatemala reveló en 2011 que de los 14.600.000 de habitantes del país, el cuarenta por ciento de la población vive en la pobreza, y el trece por ciento en la indigencia. El Mapa de la Pobreza Rural de Guatemala reveló en 2011 que casi ocho de cada diez personas viven en la pobreza.

Giuseppe Carbone, director ejecutivo de Advent Stiftung, habló del valor de los proyectos sociales y de cómo estos dignifican al ser humano.

«No hay nada que pueda dar más dignidad al ser humano que el trabajo honesto, el sentimiento de que uno es dueño de su propio destino», dijo Carbone al hablar a cientos de nuevos emprendedores. «Dios no los ha abandonado; confíen en Dios y en ustedes mismos porque cada verdadero sueño requiere trabajar con entusiasmo, energía y perseverancia a fin de luchar por una vida mejor».

«La iniciativa brinda una oportunidad para los miembros de iglesia que no pueden conseguir empleo o comenzar sus propios emprendimientos como resultado de la observancia del sábado», dijo el pastor Guenther García, presidente de la Iglesia Adventista en Guatemala.

El pastor Guenther García habla a los beneficiarios de las herramientas y equipos en San Benitó, Petén, el pasado 3 de junio de 2015. Imagen de la Misión Norte de Guatemala.

“Es admirable ver personas como Lorena, que se graduó de una clase de costura en el programa, después de que ella y su esposo quedaron sin trabajo por rehusarse a trabajar en sábado», dijo García.

«Así logró mantener a su familia durante los cuatro meses en los que aprendió a coser».

“Muchos de los que han pasado por esto proyecto tienen sus propias tiendas, son supervisores o poseen pequeñas empresas que les permiten ser fieles a Dios y a su conciencia», añadió García.

La fundación dona el 57 por ciento de los fondos, y la iglesia el restante 43 por ciento de los fondos que se recogen en la Campaña Anual de Recolección, explicó García.

Según García, la iglesia lleva a cabo un estudio socioeconómico de las personas necesitadas de las diversas comunidades, y efectúa una selección para la iniciativa «Viva Mejor». La iglesia firma entonces contratos con el Instituto de Capacitación Técnica, una institución certificada de Guatemala, para que este brinde la capacitación profesional sobre cómo usar las herramientas y comenzar un nuevo emprendimiento.

Equipos y juegos listos para ser distribuidos en Totonicapán, Guatemala, el pasado 2 de junio de 2015. Imagen de Moisés Vidal

Este año, la iniciativa proveyó de hornos industriales, fumigadoras, estufas para hacer tortillas, máquinas de coser, jugueras, licuadoras, máquinas para hacer hielo, juegos de lavado de automóviles, bicicletas para transportar alimentos y juegos de productos agrarios a más de 506 hombres y mujeres de la Ciudad de Guatemala, Totonicapán en el noroeste del país, y en San Benito, Petén, en el norte del país. Los productos fueron distribuidos del 1 al 3 de junio pasados.

La Fundación Advent Stiftung ha beneficiado a miles de personas durante más de 23 años en América Central, Sudamérica, el Caribe y la India. La fundación también lleva a cabo otra iniciativa denominada «Biblias que salvan», por la cual distribuye cada año miles de Biblias.

En Guatemala, la iglesia y Advent Stiftung han beneficiado a 2024 familias y más de 10.700 personas durante los últimos diez años. Se han invertido más de 250 mil dólares en la iniciativa conjunta «Viva Mejor».

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Traducción de Marcos  Paseggi

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