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Los estudiantes de la Escuela Primaria Adventista Mahuma Sur en Curazao disfrutan de su nuevo salón de clases al comenzar un nuevo día, gracias al trabajo de Maranatha Volunteers International. Imágenes por cortesía de Dick Duerksen/Maranatha Volunteers International

23 de enero de 2013, JULIE Z. LEE/Maranatha Volunteers International/Adventist Review

Seis meses después del pedido inicial por parte de la División Interamericana de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, la organización Maranatha Volunteers International completó un campus de una «Escuela de un día» para la Escuela Primaria Adventista Mahuma Sur de Curazao. La escuela abrió sus puertas en las nuevas instalaciones en enero pasado, y actualmente cuenta con 225 estudiantes.

El campus de la «Escuela de un día» remplaza al que se vio severamente dañado durante una tormenta tropical en 2008. Además de los daños por el efecto del agua, los techos y partes de las paredes fueron destruidas, y los salones de clase quedaron en estado deplorable. Resulta irónico que la tormenta fue una respuesta a años de oración por parte del personal de la institución. La institución, que estaba ubicada cerca de una refinería de petróleo, sufría los vapores nocivos que nublaban el aire en las cercanías, y tanto los padres como los maestros estaban preocupados por los efectos a largo plazo de estar constantemente expuestos a esta contaminación ambiental. La solución ideal era trasladar el campus, pero era algo improbable de hacer. Dado que las escuelas están contempladas en la Constitución de Curazao, aún las escuelas denominacionales dependen de los fondos del gobierno para operar, y este no tenía planes o dinero para reubicar el campus. A pesar de ello, y como resultado de la destrucción que provocó la tormenta, al gobierno no le quedó otra opción que aprobar la reconstrucción.

Un grupo de obreros de la organización Maranatha Volunteers International, un ministerio de apoyo de la Iglesia Adventista, colabora en la construcción de la nueva «Escuela de un día» en Mahuma Sur.

De manera temporal, el gobierno le otorgó a Mahuma Sur la autorización para utilizar otro campus que en ese entonces estaba vacío. Desafortunadamente, estaba ubicado en la región oriental de la isla, alejado de la mayor parte de los hogares de los estudiantes en la región noroccidental. Un grupo de autobuses, subsidiados por el gobierno, llevaban a los niños desde el viejo campus hasta la escuela temporaria en el este, pero este viaje obligaba a que algunos de los estudiantes tuvieran que levantarse antes del amanecer.

«Es muy difícil cuando los niños tienen que levantarse muy temprano y salir de sus hogares a las 5.00 para poder llegar a la escuela adventista. Es difícil cuando llegan de regreso a sus hogares a las 19.00», dijo Sumire Kasteer, uno de los progenitores de los estudiantes. Para Kasteer, el viaje largo, por más difícil que resulte, es una inversión que vale la pena. «Para mi familia, Jesús es el número uno, y es por eso que escogimos una escuela adventista».

Entretanto, se estaban haciendo planes para tener un nuevo campus, y se consiguió un lugar para ello. Pero el gobierno no estaba haciendo movimiento alguno para iniciar la construcción del edificio escolar.

Los nuevos edificios de la nueva Escuela Primaria Adventista Mahuma Sur en Curazao han sido incorporados al paisaje de la isla.

Pasaron tres años, y en 2012, el gobierno le notificó a la escuela que a partir de 2013, ya no habría subsidios para los autobuses que transportaban a los estudiantes. Al perder el transporte, las familias dijeron que tendrían que retirar a sus hijos de la escuela adventista y enviarlos a escuelas públicas cercanas. Shurman Kook, presidente de la Asociación de Curazao y Bonaire, dijo que la caída del número de estudiantes podría tener severas consecuencias para todo el sistema educacional adventista en la isla.

«Bueno, yo no quiero ni pensar en las consecuencias. En primer lugar, ¿qué vamos a hacer con los niños que no pueden llegar hasta […] la región oriental de la isla? ¿Qué vamos a hacer por ellos? En segundo lugar, el gobierno subsidiaba la escuela sobre la base de un sistema que tiene en cuenta el número de estudiantes que asisten a la institución. Es decir que sobre la base del número de estudiantes, recibíamos dinero para pagar los salarios de los maestros. Pero si no tenemos los suficientes estudiantes, vamos a tener que despedir a muchos de ellos. Es decir que en la práctica, esto marcará el fin de la educación adventista en Curazao».

El cierre de Mahuma Sur, que actualmente es una de las dos escuelas adventistas de Curazao, tendría un impacto perjudicial en la obra misionera de la iglesia. Kook cree que la educación ha sido un medio integral y efectivo de hacer evangelismo en la isla.

«Muchos de los niños, aun los nuestros, comienzan a aprender las creencias adventistas en la escuela. Ya sea en forma directa o indirecta, se está sembrando la semilla. Muchas veces no se lo reconoce, pero si uno mira las estadísticas puede ver que para muchos de los niños, los cimientos del adventismo fueron colocados en la escuela», dijo Kook.

En junio de 2012, Israel Leito, presidente de la División Interamericana, se puso en contacto con Maranatha. Después de haber visto las estructuras de las «Escuelas de un día» en el Congreso de la Asociación General 2010, Leito creía que Maranatha podía brindar una solución para la situación de Curazao.

Dos niñas de la institución muestran su alegría por tener una escuela adventista en su comunidad, lo que les evita tener que cruzar la isla en autobús a primera hora de la mañana».

“Recibimos un mensaje, donde se nos pedía que analizáramos una solicitud urgente que era una prioridad para la división», dijo Kyle Fiess, vicepresidente de promoción y proyectos de Maranatha. «Después de examinar la situación de Curazao, decidimos que una ‘Escuela de un día’ podría ofrecer una resolución rápida y efectiva al problema que enfrentaban».

El 29 de noviembre de 2012, un equipo de voluntarios de Maranatha llegó a Curazao. En poco más de una semana, los voluntarios completaron doce salones de clase según el modelo «Escuelas de un día». La Iglesia Adventista de Curazao dedicó el campus el 8 de diciembre de 2012, en una ceremonia llevada a cabo en la plaza del pueblo.

Los directivos de la escuela esperan que un día, el gobierno financie la construcción de una escuela más grande, y que estas estructuras actuales se conviertan en espacio adicional de clases. Sin embargo, dada la falta de actividad del gobierno en el proyecto durante los últimos cuatro años, es muy incierto que así suceda.

“Hemos estado trabajando con el gobierno para que la nueva escuela consiga lo que le habían prometido, pero aparentemente, se está muy lejos de cumplir esa promesa.   Por ello, cuando nuestra esperanza estaba casi perdida, llegó Maranatha, y es algo por lo cual estamos muy agradecidos», dijo Kook.

Traducción de Marcos Paseggi

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