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15 de agosto de 2022 | Loma Linda, California, Estados Unidos | Por Lisa Aubry, Loma Linda Health News

Los alimentos que comemos y cómo los comemos tiene un impacto significativo en nuestra salud, especialmente en la salud del corazón. Por lo tanto, el establecer una relación saludable con los alimentos, utilizando algunos principios orientadores básicos, juega un papel vital en el mejoramiento de la salud del corazón, dice Anthony Hilliard, MD, jefe de cardiología del Instituto Internacional de Cardiología de la Universidad Loma Linda.

«Comer para vivir» provee un práctico marco de acción al hacer cambios en el estilo de vida respecto a los alimentos, tomando en cuenta la salud del corazón. Comer para vivir significa considerar los alimentos como si fueran combustible para el cuerpo, dijo el doctor Hilliard. Con suma frecuencia, el enfoque inverso, “vivir para comer”, señala que se le confiere mayormente o exclusivamente una cantidad desproporcionada de placer a la experiencia en sí misma del comer, lo cual, dice el doctor Hilliard, da lugar típicamente a elecciones no saludables.

El cardiólogo Anthony Hilliard dice que el cultivar sus propios vegetales y frutas le ayuda a vivir siguiendo la filosofía del «comer para vivir» [Imagen: Loma Linda Health]

Al contrario de lo anterior, el comer para vivir crea un medio de optimización del cuerpo para gozar de adicionales oportunidades de vida, tales como el conservarse físicamente activos; y añade que hay formas de armonizar en la vida tanto el vivir para comer como el comer para vivir.

“El alimento que debes elegir para introducir en tu cuerpo debe ser tal, que tu cuerpo pueda funcionar óptimamente bien”, dice. “Puedes sentir una gran satisfacción al comer y al mismo tiempo asegurarte de que tu cuerpo encuentra placer y valor en aquello que le estás dando. Es una situación en la que se gana doblemente cuando se deriva placer de ambas cosas.

La formación de placa en la estructura vascular, que afecta la función del corazón, tiene su base principalmente en la elección de los alimentos, dice; y es esencial entender qué componentes hacen no saludables a los alimentos y cómo eso afecta al cuerpo.

El doctor Hilliard dice que los alimentos con un gran contenido de azúcar, conocidos también como carbohidratos simples, juegan un papel significativamente causal en el aumento de peso y la obesidad, uno de los mayores factores que contribuyen a las enfermedades del corazón. En respuesta a los alimentos con alto contenido de azúcar, el cuerpo inicia un aumento de producción de insulina que almacena el azúcar en forma de grasa. El aumento precipitado de azúcar y el consiguiente drástico incremento de insulina les impide a los músculos y órganos derivar el valor nutricional de los alimentos porque el azúcar se ha almacenado como grasa.

[Imagen: Loma Linda University Health]

En contraste, los carbohidratos complejos que contienen fibra presentan una alternativa más saludable —arroz integral en vez de arroz blanco, o pan de trigo integral con nueces en vez de pan blanco. Le lleva más tiempo al organismo digerir la fibra de los carbohidratos complejos. Como resultado, los azúcares circulan más despacio en el torrente sanguíneo y el cuerpo evita el aumento precipitado de azúcar y el incremento drástico de insulina que crea grasa.

Para aquellas personas que procuran optimizar su salud cardiaca y adoptar el enfoque de comer para vivir y vivir para comer, el doctor Hilliard recomienda dar los siguientes pasos básicos que  pueden hacer llegar muy lejos en cuanto a la salud del corazón.

Consume alimentos frescos; en otras palabras, evita el consumir alimentos que no tienen fecha de expiración. Estos alimentos tienden a ser procesados con un alto contenido de azúcar, incluyendo preservadores no saludables, tales como el jarabe o sirope de maíz..

“Si vas a dejar algún alimento afuera en el mostrador de la cocina y no se va a echar a perder con el tiempo, esa es entonces una señal de que no debes comer ese alimento”, dice el doctor” Hilliard.

Incluye una variedad de colores en tu plato. “Si al mirar tu plato encuentras que todo es del mismo color, entonces es muy probable que no haya una gran variedad de nutrientes en tu plato”, dice el doctor Hilliard.

Una forma útil de visualizar una comida bien balanceada y colorida es arreglándola por secciones. Una mitad del plato debe estar formada de vegetales y frutas. Una cuarta parte del plato debe dedicarse a proteínas y la otra cuarta parte debe dedicarse a vegetales de hoja verde y legumbres. Si haces lo anterior, es muy probable que estés garantizando la presencia de varios colores en el plato, explica el doctor Hilliard.

El doctor Hilliard muestra algunos de los vegetales de su huerto. [Imagen: Loma Linda University Health]

Controla las porciones y el ritmo del consumo de alimento. El doctor Hilliard recomienda dividir imaginariamente tu estómago en tres capas. Al comer, la parte inferior de tu estómago debe llenarse de comida, seguida por la parte media dedicada a agua o fluidos. El estrato de arriba en el estómago debe ser de aire, o no utilizado. “El blanco es no llenarse”, dice; es obtener suficiente alimento o combustible para hacer una actividad”.

Basado en este enfoque, el doctor Hilliard dice que deberías poder hacer ejercicio después de comer. Si sientes que no puedes hacerlo, probablemente has comido en exceso. “Si hay algo que te gusta demasiado, consúmelo en cada comida, pero sírvete solamente un poco”, dice. Si deseas una segunda porción de lasaña, simplemente espera unas tres horas”.

El adscribirse a estos principios básicos ofrece un buen fundamento para el cultivo de una buena salud del corazón y de salud en general, dice el doctor Hilliard. A partir de aquí, dice que puedes continuar cimentando los pilares y personalizando tu enfoque a lo que has encontrado que funciona mejor para tu cuerpo.

Comer para vivir y vivir para comer no es considerado una dieta, lo que implica que sería una medida temporal, dice el doctor Hilliard. Más bien, recomienda pensar en este enfoque a la alimentación y a la nutrición como una “jornada de toda la vida” que va a requerir constantes ajustes al ir con ello evolucionando tu cuerpo.

El programa de  Rehabilitación Cardiopulmonar de la Universidad Loma Linda provee más orientación respecto a la formación de buenos hábitos en torno a la nutrición para aquellos que han experimentado un episodio o un procedimiento cardiaco o están viviendo con un problema de enfermedad del corazón. Puedes visitar el sitio en línea del Instituto Internacional del Corazón (International Heart Institute) o llamar al 1-800-468-5432 para saber más acerca de los servicios de atención cardiovascular que ofrece Loma Linda University Health.

Traducción – Gloria A. Castrejón

 

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