Miles de pastores y sus familias de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en toda la División Interamericana reconsagraron sus vidas a Dios al continuar ministrando a sus congregaciones. Las familias participaron de un servicio especial de Santa Cena desde la comodidad de sus hogares, en la finalización de la Semana de Oración Anual de la Familia Pastoral el 2 de febrero de 2024.
“Quisimos sellar esta Semana de Oración de manera diferente”, dijo el pastor Josney Rodríguez, secretario de la asociación ministerial de la División Interamericana. “Jamás lo hemos hecho de esta manera, pero hoy hemos estado unidos en la fe. Dios ha hablado a nuestro corazón, y juntos hemos efectuado un nuevo compromiso con él, al participar de la Cena del Señor, que representa una unión íntima con él”.
Denominada la Semana de Oración Anual de la Familia Pastoral de la División Interamericana, el evento se lleva a cabo al comienzo de cada año para inspirar a los más de cuatro mil pastores de las iglesias locales, y a los pastores en cargos de liderazgo administrativo y departamental, además de sus cónyuges e hijos, para estudiar la Palabra de Dios y orar juntos, obtener fortaleza espiritual y discipular a las más de 23 mil congregaciones en el territorio. El evento en línea se llevó a cabo cada noche del 29 de enero al 2 de febrero de 2024.El orador invitado de este año fue el pastor Pavel Goia, director ministerial asociado de la Asociación Ministerial de la Asociación General y editor de la Revista Ministry.
“Dios está llamando a su iglesia para que sea llena de su presencia, para que muestre al mundo el carácter de Cristo, para que sus miembros rindan diariamente su vida y se conviertan en verdaderos discípulos”, instó el pastor Goia al concluir su Semana de Oración. Para llegar a ser verdaderos discípulos, Goia recordó a los pastores y sus familias durante toda la semana de la importancia de la oración diaria, el estudio y la meditación en la Palabra de Dios. “Si dedicamos al menos una hora diaria para reflexionar en la vida de Jesús y su sacrificio, y pedimos el Espíritu Santo en nuestra vida, eso nos cambiará”, expresó. Conocerlo, estar más cerca de él, experimentarlo y confiar en él los preparará para contárselo a otros. “La oración no es una tarea, la oración es un gozo, un momento en el que podemos conversar con Dios. Mientras estemos conectados [con él], estamos seguros”, enfatizó Goia. “Tienen que conocer también la voz de Dios. Tenemos todos los recursos a nuestra disposición, la Biblia, el espíritu de profecía, y sin embargo, tener conocimiento no significa tener poder. No podemos producir frutos porque acaso tenemos el conocimiento pero no la conexión con Dios”.Los mensajes de Goia durante la semana estuvieron intercalados de anécdotas personales y experiencias de testificación durante toda su vida. No alcanzar con ir a la iglesia y guardar el sábado, o comer en forma saludable, instó. “Tenemos que morir todos los días al yo, llegar a conocer a Dios y confiar en él. Implica amarlo en primer lugar y por sobre todas las cosas para ser mejores pastores con los demás, dijo Goia.
“Tomen la decisión junto con su familia y sus iglesias de hacer de Dios el centro de sus vidas, pidiendo continuamente por la presencia y la orientación del Espíritu Santo”, instó Goia. “Oren sin cesar por el Espíritu Santo. Juntos y en humildad, pidan a Dios que los ayude a terminar la obra, porque necesitamos el derramamiento de la lluvia tardía”, añadió Goia. Recordó a los pastores y sus familias que tienen que caminar diariamente con Dios. Les recordó también que, antes de que Dios pueda usarlos, necesitan aprender paciencia, fe y dolor, entre otras cosas. “Necesitamos representar a Dios y su amor a un mundo perdido”.El pastor Leonard Johnson, secretario ejecutivo de la División Interamericana, instó a los pastores y sus familias a que pasen tiempo juntos en oración diaria. “Ustedes son parte del equipo de siervos ministeriales en toda la División Interamericana, y estamos orando para que se reconsagren a Dios todos los días”.
Los programas vespertinos incluyeron música, testimonios y gemas espirituales.“Queremos que nuestras familias pastorales crezcan en la fe y puedan seguir motivando a sus congregaciones para que tengan en claro su misión como discípulos de Cristo aun cuando tengan que enfrentar desafíos y crisis”, dijo Rodríguez.
La semana de oración dio comienzo a la primera de cinco semanas de iniciativas y actividades que apuntan a preparar a la familia para que crezca en la fe, durante la iniciativa de Interamérica para este año denominada “Toda la familia en misión”.
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